La Comisión Europea ha elevado sensiblemente este miércoles su previsión de crecimiento para España este año, pero ha dejado claro que ni siquiera esta mejora servirá para que se cumplan los objetivos de reducción de déficit exigidos por la UE en 2017 y 2018. Es decir, el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy tendrá que aprobar nuevos ajustes de al menos 5.000 millones de euros en los Presupuestos del año que viene. El ministerio de Hacienda sostenía esta semana que los recortes no serían necesarios gracias al mayor crecimiento.
Según las previsiones de otoño de Bruselas (en pdf), la economía española crecerá este año un 3,2% (por encima del 2,9% que había calculado el pasado mes de julio). Pero el crecimiento se desacelerará bruscamente hasta el 2,3% en 2017 y el 2,1% en 2018 (las mismas cifras que calculó en verano).
El principal motivo es que el consumo privado se ralentiza debido a dos factores: la creación de empleo disminuye y los vientos de cola que permitieron el aumento de renta disponible (por ejemplo, la caída del precio del petróleo o la mejora de las condiciones financieras) desaparecerán gradualmente. También se moderan ligeramente las exportaciones debido al brexit, aunque la contribución del sector exterior a la economía seguirá siendo positiva.
En estas condiciones, la Comisión pronostica que España sí cumplirá el objetivo de déficit del 4,6% este año, gracias sobre todo a la reforma del impuesto de sociedades, que aumentará la recaudación en 9.000 millones de euros, según el ministerio de Economía. Eso permitirá al Gobierno de Rajoy librarse de la congelación de las ayudas europeas. Pero el desfase presupuestario se quedará en el 3,8% en 2017, siete décimas más de la meta comprometida del 3,1%. Es decir, que el ajuste en los Presupuestos podría tener que llegar a los 7.000 millones de euros. En 2018, el déficit público español será del 3,2%, un punto más del objetivo del 2,2%.
De hecho, España registrará tanto en 2017 como en 2018 el déficit público más alto de toda la Unión Europea. "La reducción del déficit en los dos años se deberá en gran medida a las positivas perspectivas macroeconómicas", dice el informe de la Comisión. En particular, se mantendrán los ingresos tributarios y disminuirá el gasto en intereses de la deuda y en prestaciones por desempleo, aunque el gasto en pensiones seguirá aumentando.
El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, ha reiterado que espera que el nuevo Gobierno de Rajoy le envíe cuanto antes un Plan Presupuestario para 2017 con los ajustes exigidos, tal y como le ha prometido el ministro de Economía, Luis de Guindos. "Hay compromisos claros y espero que se respeten", ha resaltado en rueda de prensa. En Bruselas esperan que el borrador de cuentas públicas llegue a finales de noviembre.
El crecimiento del empleo se modera
Bruselas vaticina que el crecimiento del empleo se moderará durante los próximos años, aunque la tasa de paro seguirá bajando desde el 19,7% este año hasta el 18% el que viene y el 16,5% en 2018. En 2018, España seguirá siendo el segundo país de la UE con más paro, sólo superado por Grecia (20,3%). Los costes laborales subirán de forma moderada porque, aunque proseguirá la contención salarial, la productividad sigue siendo baja.
La inflación se recuperará gradualmente desde el -0,4% de media este año hasta el 1,6% en 2017 y el 1,5% en 2018. El nivel de deuda pública se mantendrá estable en los tres próximos años en torno al 100% del PIB.
En todo caso, la economía española crecerá en los próximos años muy por encima de la media de la UE, que avanzará un 1,8% este año, un 1,6% en 2017 y un 1,8% en 2018.
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