En el último año BBVA ha sufrido un duro golpe en sus tres grandes apuestas internacionales: Turquía, México y Estados Unidos. Los tres mercados han dado grandes sustos a la compañía, el último de ellos el de hoy con la victoria de Donald Trump en las elecciones de EEUU. Las acciones del banco han llegado a desplomarse un 8% a media sesión y un 5,7% al cierre de sesión. Su peor día fue el del brexit, cuando se desplomó un 16%.
Al contrario que el resto de las acciones de la bolsa española, que han ido moderando sus caídas con el paso de los minutos, los títulos del BBVA han ido profundizando en su descenso a lo largo de la mañana y la han moderado por la tarde.
BBVA tiene una gran exposición a México, con su filial BBVA Bancomer, que genera en torno a un 30% de los ingresos del Grupo (con datos de 2015). Además, BBVA también tiene presencia en EEUU, donde es el patrocinador de la NBA. Entre los dos países generan el 40% de todos sus ingresos. Los problemas para la entidad se acumulan. En primer lugar por el desplome del peso mexicano, que cae en torno a un 9% contra el euro. Esta caída de la divisa provocará que, cuando la entidad convierta sus resultados en euros, el benefició será notablemente menor. También el dólar cae hoy, pero mucho menos, en torno a un 1% frente al euro, un descenso que no es preocupante.
Lo que sí preocupa es el impacto que pueda tener la victoria de Trump para la economía de EEUU y, sobre todo, la de México. La principal amenaza es la política exterior del futuro presidente y, en especial, la propuesta de frenar la libre circulación de bienes y personas podría lastrar el crecimiento y, por tanto, restar beneficios a las dos filiales del BBVA.
La entidad ha querido atajar cualquier duda que haya surgido sobre su nivel de capital o su solvencia derivado del desplome del peso. En declaraciones a Europa Press, la entidad ha asegurado que “la actual depreciación del 10% apenas tiene impacto en capital debido a nuestras coberturas. Además, en línea con la política de coberturas del Grupo, un porcentaje relevante de los resultados de BBVA Bancomer está cubierto para este año y el que viene”.
Para tranquilizar a los inversores, el BBVA ha remarcado que "la democracia en EEUU tiene importantes mecanismos de control y supervisión y el discurso inicial de Trump ha sido institucional y ha abogado por un mayor crecimiento económico y buenas relaciones con otros países", han afirmado.
Una gran parte de su negocio
El banco presidido por Francisco González tiene en Norteamérica depositadas muchas de las esperanzas de su negocio. La entidad española concentra entre Estados Unidos y México cuatro de cada diez euros ingresados anualmente. Su exposición es, por tanto, muy alta a ambos países.
Si se analiza sólo la exposición a México, la cifra es elocuente. La compañía decidió en 2013 apostar por México con el anuncio de una inversión hasta este año de más de 3.500 millones de dólares para seguir manteniendo la hegemonía en el sector financiero del país. El pasado año, el mercado mexicano dejó unos ingresos de 7.060 millones de euros, lo que supone un 30% respecto al total.
BBVA dio su gran salto en México en el cambio de milenio, el momento en el que varias multinacionales españolas pisaron el acelerador para crecer en Latinoamérica. En el año 2000, anunció la fusión de su filial mexicana (BBVA-Probursa) con Bancomer, que entonces era la segunda mayor entidad financiera del país. Hoy es la primera, con una cuota de mercado que alcanza el 23,4%.
En el caso de Estados Unidos, la compañía pagó por Compass 9.600 millones de dólares en 2007 (cuenta con 666 sucursales). En este país, en el que también cuenta con un fondo de inversión de startups tecnológicas, logró unos ingresos de 2.652 millones de euros durante el pasado ejercicio, lo que supone algo más de un 11% respecto al total de su facturación.