Cuando saltaron nombres como los de Cristiano Ronaldo o Leo Messi a los titulares de la prensa por presunto fraude a la Hacienda Pública no sorprendió en la Agencia Tributaria. La AEAT localizó hace ya unos años una importante bolsa de fraude entre los deportistas de élite, por lo que comenzó a investigarles. Así, cuando han aparecido estos grandes futbolistas en los medios, muchos ya estaban siendo investigados por Hacienda.

La persecución del fraude en el fútbol ha conseguido levantar numerosos casos, con lo que han forzado a la regularización de su situación. Además, en los últimos tiempos, la Agencia Tributaria ha detectado que muchos deportistas han decidido, por sí mismos, legalizar sus ingresos y pagar los impuestos correspondientes ante la presión de los inspectores. Este es el paso más importante para la Agencia Tributaria, cuando la presión sobre todo un sector hace que el fraude emerja por su propia voluntad ante el temor de que puedan ser detectados.

“Para conseguir resultados se necesita tiempo”, explica José Luis Groba, presidente de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE); “cuando se inicia un camino se va lento, porque no existe jurisprudencia, ni hay protocolos diseñados ni puedes preguntar a otros compañeros”, indica Groba. De este modo, aunque la Agencia Tributaria detectó hace unos años la existencia de una importante bolsa de fraude en el mundo de los deportistas de élite, los primeros casos discurrieron muy lentos. “Lo que ocurre tradicionalmente con un sector que está sin tocarse es que al principio se avanza muy lento y poco a poco se van agilizando los procedimientos”, señala el inspector, “hasta que se llega a un punto en el que los contribuyentes regularizan por sí mismos ante la presión que se genera”.

Lo que ocurre tradicionalmente con un sector que está sin tocarse es que al principio se avanza muy lento y poco a poco se van agilizando los procedimientos

Esto es lo que está ocurriendo en el mundo del fútbol. Uno de los primeros casos que salieron a la luz fue el del delantero del FC Barcelona Samuel Eto’o, que presuntamente eludió el pago de impuestos entre 2006 y 2009 de los ingresos procedentes de sus derechos de imagen. La Agencia Tributaria estudió el caso y posteriormente lo envió a la fiscalía, que actualmente pide penas que suman 10 años y 6 meses de cárcel y el pago de multas e indemnizaciones que superan los 18 millones de euros.

Al principio las investigaciones eran escasas y costosas, pero con el tiempo se han ido agilizando y aumentando en número. Los inspectores se encuentran ya en el último paso, que es cuando muchos contribuyentes regularizan su situación ante el temor de ser descubiertos. La mayor parte de las regularizaciones se centran en los ingresos que generan los derechos de imagen, ya que es un activo sobre el que puede montarse fácilmente una estructura fiscal [así era la estrategia de Ronaldo]. Basta con vender esos derechos a una sociedad radicada en un paraíso fiscal para que genere los beneficios allí, ocultos al fisco español.

La investigación

Todo el proceso de investigación se inicia cuando la Agencia Tributaria detecta una bolsa de fraude en un sector, en este caso el de los deportistas de élite. Principalmente son futbolistas, pero también hay deportistas de otras disciplinas. Esta vez, se detectó por la baja recaudación en un sector que genera ingresos muy importantes. Los futbolistas deben tributar los beneficios generados por sus derechos de imagen en el IRPF, pero al traspasar los activos a sociedades pantalla, conseguían ocultar las ganancias a la Hacienda Pública, por lo que reducían mucho su factura fiscal.

“Una vez que se detecta la bolsa de fraude se asignan medios para realizar las investigaciones”, explica Groba, “ahí es cuando se empiezan a definir los contribuyentes específicos” a los que se va a analizar. La selección de los deportistas no se hace por que sean famosos o no, sino que se realiza cruzando los distintos datos que tiene la Agencia Tributaria. Cuando surgen discrepancias importantes entre lo que pagan y lo que les correspondería tributar en función de sus rentas o sus activos es cuando se empieza la investigación concreta de un contribuyente. “La selección de las personas a las que se va a investigar es siempre anónima, no puede ser por un nombre concreto, ya que daría cabida a venganzas”, señala Groba.

El trabajo de los inspectores es analizar si se han transferido estos activos a sociedades pantalla en paraísos fiscales y descubrir cuánto dinero se ha generado con ellos, ya que es esta cantidad la que se le imputará como defraudada. Si los inspectores consideran que la evasión de impuestos se ha hecho con dolo se lleva a la fiscalía para que inicie las investigaciones y un proceso legal. Este fue el procedimiento de las denuncias que ha reconocido ahora la fiscalía sobre Xabi Alonso, Ángel di María o Ricardo Carvalho. Previamente fueron investigados por la Agencia Tributaria.

Sin embargo, si los inspectores consideran que no ha operado con plena conciencia de la situación y mala fe, las sanciones pueden establecerse en el seno de la Agencia o firmar un acta de conformidad.

Las sanciones también son cuantiosas por la vía administrativa, no hace falta que vayan a través de la fiscalía para que sean relevantes

De hecho, muchas regularizaciones se han realizado a través de actas de conformidad, en las que las dos partes pactan una cifra que paraliza el resto del proceso. “Las sanciones también son cuantiosas por la vía administrativa, no hace falta que vayan a través de la fiscalía para que sean relevantes”, señala Groba.

El sindicato de técnicos de hacienda (Gestha) ha solicitado a la Agencia Tributaria que envíe a la fiscalía los documentos que tenga relacionados con el escándalo de Football Leaks para que se investigue allí. Sin embargo, los inspectores reconocen que la Agencia Tributaria no les obliga a desprenderse del caso: “No tenemos ninguna presión para llevarlo a la fiscalía”, señala Groba. Por lo tanto, se trasladarán los casos que tengan que ir a la fiscalía, pero no todos de forma sistemática.

Estas investigaciones se realizan en secreto, por lo que no saltan a la opinión pública. Las investigaciones de Ronaldo y de Messi ya se habían realizado antes de que llegaran a la prensa. De hecho, Ronaldo ha mostrado un certificado de la Agencia Tributaria en el que asegura que está al corriente de pagos. Esto refleja que la mayor parte de los procesos se culminan sin salir a la luz, incluyendo la sanción y la regularización.