El Partido Popular y el PSOE protagonizaron el jueves el primer gran pacto en materia de consolidación fiscal desde la reforma constitucional de 2011 para modificar el Artículo 135. Las dos formaciones aprobaron el Real Decreto de medidas tributarias que incluye un aumento en la recaudación del Impuesto de Sociedades, los Impuestos Especiales al tabaco y al alcohol, los Impuestos Medioambientales y la subida de las bases máximas de cotización a la Seguridad Social.

Esta batería tributaria, que supone un incremento estructural de la recaudación de algo más de 5.000 millones de euros, sirve para cumplir con las exigencias de la Comisión Europea, por lo que el Gobierno estaba obligado a sacarla adelante. “Lo hemos hecho de la forma que menos afecta a la economía”, explicó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Pleno del Congreso.

El socio del Gobierno para aprobar esta subida de impuestos ha sido el PSOE. Pedro Saura, portavoz de Economía del Grupo Socialista, celebró que, con este acuerdo, “todo el ajuste se hace por la vía de los ingresos”. En efecto, el techo de gasto que ha aprobado el Gobierno es el mismo que el de este año (118.337 millones de euros), por lo que la reducción del déficit se realizará íntegramente elevando los ingresos.

PP y PSOE se encontraron con el voto negativo de Ciudadanos, Podemos y los partidos catalanes a este Real Decreto. Aunque todos ellos aplaudieron la eliminación de deducciones en el Impuesto de Sociedades, no compartieron el resto de medidas fiscales, por lo que solicitaron tramitar el Decreto Ley como Proyecto de Ley y así poder introducir enmiendas. Un Real Decreto solo puede convalidarse, rechazarse o tramitarse como Proyecto de Ley, pero no se pueden introducir enmiendas.

El PP ha cambiado de socio de Gobierno: ha dejado apesadumbrado a Ciudadanos y lo ha sustituido por el PSOE

Ciudadanos, que anunció en EL ESPAÑOL que propondría tramitar el Real Decreto como Proyecto de Ley, recibió el apoyo de Podemos, Esquerra Republicana, Partido Demócrata Europeo Catalán (antigua Convergència) y Foro Asturias. Sin embargo, se encontró con el voto en contra en bloque del PP y PSOE, con lo que vetaron su iniciativa de introducir cambios en el Decreto de subida de impuestos.

Para Podemos, esta votación conjunta de los dos mayores partidos “da por inaugurada la gran coalición”. El responsable de Economía de Unidos Podemos en el Congreso, Alberto Montero, lamentó que "el PP ha cambiado de socio de Gobierno: ha dejado apesadumbrado a Ciudadanos, que lo acaba de sustituir por el PSOE, el partido del 'no es no' y no sé qué parte del 'no' no entiende usted".

La ‘gran coalición’

PP y PSOE sacaron adelante los otros dos proyectos que se debatían, votando codo con codo. Uno de ellos es el reparto de los objetivos de déficit y deuda para los próximos tres años. Los socialistas consiguieron arrancar al Gobierno una senda de consolidación más suave para las autonomías, con lo que da aire a las regiones que preside. En concreto, las comunidades tendrán que cerrar 2017 con un déficit del 0,6%, en 2018 con un 0,3% y en 2019 conseguir finalmente la estabilidad presupuestaria.

En esta votación los dos partidos contaron con el apoyo de Ciudadanos, PNV, y los diputados de Coalición Canaria, UPN y Foro Asturias mientras que recibieron el voto en contra de Podemos, Esquerra, PDECat y Bildu. De esta forma, Unidos Podemos ejemplificó su oposición total al Gobierno siendo el único de los cuatro grandes partidos que mantuvo su rechazo al reparto de los objetivos de déficit y deuda.

Podemos también votó en contra de la tercera de las medidas, esta llevada por el Ministerio de Economía y que consiste en un Real Decreto de medidas financieras. Tres son los ejes básicos que se aprobaron: un préstamo provisional del Gobierno al Fondo Único de Resolución hasta que se realicen las aportaciones de los bancos; un cambio contable en la Sareb (banco malo) para evitar la actualización de precios que generen pérdidas para la entidad y posponer dos años el plazo para la privatización de Bankia y BMN. El Real Decreto se aprobó con los votos favorables del PP, PSOE y Ciudadanos, mientras que recibió el rechazo de Podemos, PDECat y un diputado del PP, Ramón Moreno Bustos.

LA BATALLA DEL SALARIO MÍNIMO

PSOE y Podemos protagonizaron una disputa verbal que se extendió hasta el acuerdo para elevar el salario mínimo. Los socialistas han apoyado el reparto de los objetivos de déficit del Gobierno porque ha conseguido arrancar una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) del 8%, hasta los 707,6 euros mensuales. “Es la medida social de mayor calado que se ha tomado en nuestro país en los últimos 5 años”, presumió Saura, “lo ha conseguido nuevamente el PSOE”.

Es la medida social de mayor calado que se ha tomado en los últimos 5 años

Saura reconoció que la subida “es insuficiente”, pero que no deja de ser “el mayor logro de los últimos 5 años”. La estrategia de Unidos Podemos para subir el salario mínimo es más ambiciosa y así se lo ha recordado a los socialistas. Sin embargo, es cierto que es más difícil de conseguir. Unidos Podemos llevó el 22 de noviembre al Congreso una Proposición de Ley para subir el SMI hasta los 800 euros, en una iniciativa que contó con el voto favorable del PSOE.

Para Podemos, el apoyo del PSOE a la subida del salario mínimo del 8% es insuficiente, ya que “se queda un 30% por debajo de lo que aprobó el Congreso”, sin embargo, para los socialistas es asegurar una subida mínima, al margen de las que se puedan conseguir por la vía parlamentaria.

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