El Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) del jueves giró en torno al reparto de los objetivos de déficit para cada comunidad autónoma en 2017. El Ministerio de Hacienda impuso su opinión: el mismo porcentaje sobre el PIB para cada una de ellas, el 0,6%. Sin embargo, algunas regiones fueron muy críticas, ya que consideran que se les exige un esfuerzo mayor que al resto.
Es el caso de Cataluña, que ha denunciado que para algunas autonomías, el objetivo es “irrealizable”, por lo que ha pedido objetivos diferenciados en función de la capacidad de cada una para cumplir con las exigencias. En efecto, Cataluña es una de las regiones que más esfuerzo estructural de ajuste del déficit tendrá que hacer, pero no la que más. Murcia tendrá que hacer un ajuste estructural del 0,49% de su PIB por encima de la media autonómica, según los cálculos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).
Una situación que contrasta con lo holgadas que están otras regiones. Por ejemplo, Navarra tiene un margen del 0,5% de su PIB para cumplir el objetivo de déficit, mientras que Galicia tiene un margen del 0,39% y Canarias del 0,37%. La distancia entre las que tienen que realizar un mayor ajuste y las que tienen margen y pueden elevar el déficit estructural alcanza un punto del PIB, lo que refleja bien la discriminación de los objetivos fijados por Hacienda.
Sin embargo, las autonomías que tienen que hacer ahora un mayor esfuerzo son precisamente aquellas que durante la crisis menos ajustaron su presupuesto, con lo que se encuentran todo el trabajo por hacer. Por ejemplo, en el caso de Cataluña, entre 2008 y 2015 elevó su déficit estructural primario (antes de intereses) en 1,13 puntos del PIB, mientras que Navarra lo redujo en 0,22 puntos. Estos datos de la AIReF se encuentran ajustados por habitante (también por precio de los servicios), por lo que la comparativa es más homologable.
En definitiva, la mayor parte de las autonomías que pidieron a Montoro un déficit mayor para ellas corresponde con las regiones que menos esfuerzo han realizado durante la crisis para cuadrar sus cuentas.
Hay tres excepciones muy claras. La primera es la de la Comunidad Valenciana, que desde 2008 viene realizando un esfuerzo de ajuste similar a la media de autonomías, pero que no es suficiente y ahora tiene que redoblar sus esfuerzos para recortar más el déficit. Entre los expertos hay un amplio consenso de que es una de las autonomías peor financiadas.
Castilla y León y Castilla-La Mancha están en una situación similar. Hasta ahora han realizado un esfuerzo superior a la media y, para 2017 no se pueden relajar y tienen que mantenerse en el nivel de la media. El caso opuesto es el del País Vasco, que gracias a la financiación tan generosa que recibe, ni ha hecho esfuerzo estructural, ni tendrá que hacerlo para cumplir con los objetivos fijados.
En este gráfico se resume cuánto esfuerzo ha hecho cada autonomía entre 2008 y 2015, lo que la AIReF llama indicador sintético de equidad y cuánto tendrá que hacer entre 2016 y 2017, lo que llama “indicador sintético de factibilidad”.
Los ejes de ordenadas y abscisas marcan el promedio del esfuerzo de todas las regiones. Por ejemplo, Cantabria o Comunidad Valenciana que se sitúan sobre el eje de abscisas, significa que el esfuerzo que han realizado entre 2008 y 2015 es igual al promedio de todas las autonomías.
El gráfico muestra un patrón claro. Por una parte hay regiones como Navarra, Galicia, Canarias o Baleares que han realizado un esfuerzo importante desde el inicio de la crisis para ajustar su saldo primario y que ahora tienen un margen con respecto al resto de regiones. Por el contrario, Murcia, Cataluña, Aragón o Madrid no se han apretado el cinturón, por lo que tendrán que hacerlo a partir de ahora.
El gráfico de la AIReF refleja otra cuestión importante: el trato discriminatorio que han recibido las autonomías en todo el periodo temporal, desde 2008 hasta 2017. La línea de regresión (punteada) refleja el equilibrio del esfuerzo estructural entre regiones; las que están por debajo se les exige un esfuerzo menor y las que están por encima, mayor. País Vasco es claramente la región más beneficiada, pero Madrid y Cataluña también están en una situación favorecida. Por el contrario, Castilla-La Mancha, Castilla y León o La Rioja terminarán haciendo un esfuerzo mayor a lo largo de todo el periodo (si es que terminan cumpliendo con los objetivos de déficit).
Estrategia ‘anti Montoro’
Las comunidades autónomas también aprovecharon el Consejo de Política Fiscal y Financiera para mostrar su indignación con el Ministerio de Hacienda porque no establezca las entregas a cuenta de 2017. Montoro alegó que mientras que no haya Presupuestos no sabrá cuánto dinero dispone para repartir entre las comunidades y, por tanto, no podrá realizar ningún adelanto.
A pesar de las críticas de “chantaje”, Montoro no miente cuando dice que en otras ocasiones también ha sido así. Por ejemplo, en 2012, hasta que no se aprobaron los Presupuestos Generales no se realizaron las entregas a cuenta de ese ejercicio. Lo que están haciendo muchas autonomías es elaborar sus Presupuestos contando con una financiación extra de unos 4.000 millones de euros, como ya hizo público Montoro.
Fuentes conocedoras de las cuentas autonómicas explican que algunas regiones están estimando qué parte les correspondería de ese extra de financiación para 2017 e incorporándolo a sus cuentas. Posteriormente realizarán un acuerdo de no disponibilidad para no utilizar ese dinero hasta que Hacienda no lo desbloquee.