La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Bañez, ha defendido el índice de revalorización de las pensiones del 0,25 % anual porque es "certero, predecible y fiable" y ha afirmado que a largo plazo garantiza el poder adquisitivo de los jubilados.





En su comparecencia en la Comisión del Pacto de Toledo en el Congreso de los Diputados, la ministra ha criticado a los que "prefieren perseguir unas décimas y seguir anclados en el IPC" y ha dicho que el referente de la inflación "ya está superado en muchos países de la Unión Europea. El IPC es sólo una parte del modelo".





Báñez ha recordado que el índice de revalorización aprobado por el Gobierno con la reforma de las pensiones de 2013 también supone un aumento de las pensiones en época de bonanza, que puede ser incluso mayor que la inflación, del IPC más el 0,50 %.





Ha explicado que a largo plazo el crecimiento real de los ingresos del sistema coincidirá con el gasto y la revalorización de las pensiones coincidirá con el crecimiento de los precios, por lo que no habrá pérdida de poder adquisitivo.





La ministra ha insistido que con este modelo las pensiones "subirán todos los años" y su revalorización es ajena a la discrecionalidad y arbitrariedad de las políticas futuras. Ha afirmado que desde que se aplica el índice de revalorización del 0,25 % se ha producido una mejora del poder adquisitivo de 1.905 millones de euros.



Así, en 2016 se produjo una ganancia de 528 millones, en 2015 de alrededor de 855 millones y en 2014, en torno a 499 millones de euros. "El índice es certero, predecible, fiable y sitúa las pensiones todos los años en un ámbito objetivo y ajeno a la discrecionalidad política del momento", ha puntualizado.





Además, ha explicado que las pensiones de las mujeres trabajadoras con hijos han crecido un 5 % (con 2 hijos), un 10 % (con 3 hijos) y un 15 % (con 4 hijos o más). "España está a la vanguardia en apoyo a las políticas de maternidad", ha valorado.





Según Báñez, el índice de revalorización fortalece el sistema y corrige a largo plazo el déficit estructural ya que asegura que el crecimiento de gasto sea consistente con el de los ingresos.

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