El Banco de España vuelve a lanzar un aviso sobre el futuro de las pensiones. El encargado de hacerlo ha sido el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, quien ha pedido "reformas de calado" para garantizar la viabilidad social y financiera del sistema. Por ello ha advertido de que, "previsiblemente", se requerirán "ajustes" tanto por el lado de los ingresos como de los gastos.
En opinión de Arce, las reformas sobre el sistema llevadas a cabo en 2011 y 2013 supusieron un "avance sustancial" para garantizar la sostenibilidad financiera del sistema.
No obstante, al haberse suspendido la aplicación de los principales elementos de la reforma de 2013 (el factor de sostenibilidad y el Índice de Revalorización de las Pensiones), Arce ve cuestionada la viabilidad financiera del sistema a medio y larzo plazo y cree necesario lograr acuerdos "amplios" para garantizar su viabilidad social.
Efectos negativos
Más claro todavía. La promesa del Partido Socialista que lidera Pedro Sánchez de volver a ligar las pensiones al IPC tendrá efectos negativos para el sistema de pensiones.
En ausencia de medidas adicionales, el Banco de España estima que esa medida aumentará el gasto en, aproximadamente, dos puntos del PIB en 2030 y en más de tres puntos del PIB en 2050.
El director general de Economía y Estadística del Banco de España ha explicado que el déficit de la Seguridad Social en los últimos años se debe fundamentalmente a un aumento "muy significativo" del gasto en pensiones contributivas, desde el 7,4% del PIB en 2007 al 10,6% en 2018.
En este sentido, avisa de que el factor demográfico seguirá presionando al alza el gasto en las próximas décadas, pues la población mayor de 65 años como porcentaje de la población en edad de trabajar aumentará desde el 30% actual hasta una horquilla aproximada del 50-70% en 2050.
"Manteniendo el resto de factores constantes, la evolución demográfica implicaría un aumento del gasto en pensiones de entre 5 y 7,2 puntos del PIB en 2035 y de entre 7,6 y 13,6 puntos del PIB en 2050", ha subrayado.
Ajustar la eficacia del sistema
El Banco de España defiende que la futura reforma del sistema de pensiones debe sostenerse sobre dos pilares: sostenibilidad financiera y social y contributividad, predictabilidad y transparencia. En este sentido, considera fundamental contar con mecanismos automáticos que garanticen el equilibrio financiero del sistema y que los beneficiarios reciban información clara y detallada sobre sus obligaciones y derechos dentro del sistema para poder hacer planes con suficiente anticipación.
Como alternativas para reforzar la sostenibilidad del sistema, Arce ha apostado de nuevo por valorar la posibilidad de introducir "ajustes" en la edad efectiva de jubilación, que cifra en el entorno de los 64 años. Recuerda además que varios países de la UE han ligado la edad de jubilación a la esperanza de vida, como Italia, Portugal, Dinamarca y Finlandia.
Además, advierte de que suprimir el tope máximo de cotización, aunque sería una medida con un potencial recaudatorio elevado, podría afectar negativamente al empleo y generaría un aumento del gasto en pensiones a futuro salvo que se mantenga el límite impuesto por la pensión máxima, "en cuyo caso el carácter contributivo del sistema se vería minorado".
Arce cree que el aumento impositivo podría ser una alternativa, teniendo en cuenta que las cotizaciones sociales están por encima de la media de la UE, y que el tamaño de los impuestos indirectos es menor. No obstante, avisa de que esta medida podría afectar a toda la población, incluyendo a los propios pensionistas y tendría implicaciones sobre el carácter contributivo del sistema.
En cuanto al modelo de cuentas nocionales, el Banco de España recoce que incorpora algunas ventajas (una relación más estrecha entre cotizaciones y pensiones, mayor transparencia en la determinación de los derechos de pensión), pero advierte de que no elimina por sí mismo "la disyuntiva entre la suficiencia y los recursos disponibles del sistema público de pensiones".
"Los retos del envejecimiento deben afrontarse desde una estrategia amplia que incluya el diseño de un plan de consolidación fiscal a largo plazo; avanzar en reformas estructurales que permitan mejorar el empleo y la productividad; articular políticas que favorezcan la participación laboral, y diseñar políticas de inmigración flexibles y acordes con las necesidades del mercado laboral", ha concluido Arce.