Cataluña no tiene planes de saldar sus deudas a corto plazo, al menos con el Estado. A pesar de que los números rojos se han ido reduciendo paulatinamente, la Generalitat tendrá que devolver a Moncloa decenas de miles de millones de euros a cuenta de los préstamos que el Gobierno le ha ido dando a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).
Concretamente, el Govern tendrá que afrontar entre 2020 y 2023 la devolución de más de 30.724 millones, como mínimo, a cuenta de los préstamos que ha recibido del Ejecutivo por los diferentes mecanismos de liquidez habilitados tras la crisis financiera que se iniciara a finales de la década pasada.
Todo empieza este año, cuando Cataluña tendrá que pagar unos 7.681 millones, que la Generalitat pagará, enteramente, con los fondos que cobre en 2020 a través del Fondo de Facilidad Financiera, un instrumento que permite más 'libertad' financiera que el FLA.
Préstamos para pagar préstamos
De hecho, fuentes de la Consejería de Economía y Hacienda que dirige Pere Aragonès explican que esta es la misma fórmula que se aplicará para pagar las devoluciones de los próximos tres años, es decir, utilizar nuevos préstamos del Estado para devolver préstamos del Estado que vencen. Y así, ‘ad infinitum’.
Es más, las proyecciones de la Generalitat son las de que las peticiones de liquidez a Moncloa aumenten en los próximos años, precisamente para devolver los citados préstamos, según indican desde el Govern. Hasta 2023 todos los años se pedirán fondos por encima de los 7.681 millones antes citados, tocando techo en 2022, aunque no se aclara la cifra.
Por lo pronto, en este 2020, el Ministerio de Hacienda ya ha entregado unos 5.620 millones a Cataluña, que la región ha pedido a través del Fondo de Facilidad Financiera. Esta cantidad supone que la región que preside Quim Torra se queda con un tercio de las partidas que se dan a las regiones a través de los mecanismos de liquidez autonómicos.
Mercados privados
Desde el Govern aseguran que esta estrategia de ‘préstamos a pagar préstamos’ no limita el gasto. De hecho, este 2020 disfrutarán de más flexibilidad de inversión gracias a la flexibilización de los objetivos de déficit y deuda pública de las autonomías.
Además, Cataluña no renuncia a salir a financiarse a los mercados antes de que termine el año. Sin embargo, todavía no cumple las condiciones necesarias para ello. Aunque ha cumplido los objetivos de estabilidad de 2019, su deuda no tiene el ‘rating’ suficiente para hacerlo, según indican desde la Consejería de Hacienda.