La crisis sanitaria del coronavirus COVID-19 amenaza con afectar dramáticamente a la economía global. La última en sumarse a estos vaticinios es la agencia Moody’s, que alerta de que el crecimiento en los países de la eurozona para 2020 ya se ha reducido medio punto, hasta caer el 1,2% al 0,7%. Y eso por ahora.
En términos generales, el impacto de la crisis sanitaria sobre el comercio mundial está provocando que Moody’s haya tenido que corregir sus pronósticos, y podría tener que volver a hacerlo dado que la extensión completa de su impacto económico todavía no está clara.
Aunque por ahora el escenario base es que los países del euro logren un crecimiento del 0,7%, si la ralentización comercial provocada por el coronavirus se mantiene amenaza con caer al 0,4%.
Todas las grandes economías se encuentran en un situación similar. La agencia ha reducido también su pronóstico de crecimiento para Estados Unidos en dos décimas, para dejarlo en el 1,5%, que en el peor de los escenarios se podría desplomar por debajo del 0,9%.
Mientras, el crecimiento económico de China, de donde ha salido el COVID-19, se reduce cuatro décimas, hasta el 4,8%, aunque podría desplomarse hasta el 3,7%, de nuevo, en la peor de las circunstancias.
La peor parte se la lleva Italia. El estado transalpino cae en números rojos y en un decrecimiento del 0,5%, que podría llegar a ser del 0,7%.
Por ello, ante esta situación, Moody’s alerta de que los riesgos de recesión global han aumentado y reclama más medidas monetarias y fiscales que ayuden a limitar los daños de las economías individuales, como la reducción de tipos dictada esta semana por Reserva Federal de Estados Unidos (FED).