China ha registrado su primera contracción económica en décadas en el primer trimestre dejando sentir las consecuencias provocadas por el coronavirus. El Producto Interior Bruto (PIB) se contrajo un 6,8% respecto al año anterior. El peor dato desde 1992, tal y como destaca Eduardo Bolinches en el directo de Bolsa.
El dato es peor de lo esperado, dado que los analistas confiaban en que esa caída de la economía fuera del 6%. También se han conocido datos de producción industrial, que han caído un 1,1% en marzo , mientras que las ventas minoristas cayeron un 15,8%. La inversión cayó un 16,1% en los primeros tres meses del año.
Dentro de que son datos malos sin paliativos, las autoridades chinas se muestran alentadas por la mejora del dato de producción industrial. No hay que olvidar que en los dos primeros meses el descenso alcanzaba los dos dígitos, y demuestra que poco a poco las fábricas en el país vuelven a estar operativas.
Dudas en la economía
Para José María Luna, analista de Luna-Sevilla, los datos chinos "son malos", pero también reflejan que de la crisis se sale. Ahora bien, recuerda que estamos ante una situación compleja en la que se pueden ver varios riesgos.
Según el analista, que ha pasado por Intereconomía, está por ver todavía si "estamos ante una recesión o nos vamos a una depresión económica". También detecta "riesgos financieros por la vulnerabilidad de las empresas al no poder aguantar el parón" y, por último, está "el riesgo social y político, ya que habrá que ayudar a los ciudadanos. No olvidemos que Japón ha metido en el bolsillo de sus ciudadanos dinero, al igual que ha hecho Estados Unidos. El famoso helicóptero monetario", ha dicho.
Todos esos factores habrá que analizarlos en función de cómo evolucione la economía en los distintos países. Sobre todo porque China sigue siendo la 'fábrica del mundo', lo que hará que buena parte de sus exportaciones dependan de lo que hagan las distintas economías globales.