Con casi un año de retraso el Gobierno ha abierto el melón de la renovación de cargos en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Lo ha hecho sin buscar un gran consenso en un momento crítico para la economía española.
El nombramiento de la abogada Cani Fernández para presidir el super regulador nacional causó malestar este lunes en el Partido Popular, mientras que desde ERC o Unidas Podemos se aprovechó la renovación del organismo para introducir dentro vocales afines.
La opinión del principal partido de la oposición no fue tenida en cuenta nombrar a la sustituta de José María Marín Quemada al frente de la CNMC, ni para buscar perfiles con los que sustituir a los otros cuatro miembros que van a ser renovados este martes.
Esta falta de consenso no ha sorprendido a nadie, dada la tensa relación entre el PP y el PSOE en este momento en el que ninguno de los dos parece interesado en escenificar acuerdos.
Los socios del presidente, Pedro Sánchez, conseguirán su cuota de poder en la CNMC, un ente en el que el PP pasará de tener una posición de gran fuerza a una representación marginal. Esto es, de tener ocho de los 10 puestos del consejo a solo uno, con el sillón de María Ortiz.
Mientras, el PSOE renovará la vicepresidencia y contará con dos consejeros afines. También ERC y En Comú Podem lograrán un representante cada uno en el consejo.
Puertas giratorias
La vicesecretaria de Política Social del PP, Cuca Gamarra, afirmó en una rueda de prensa que el principal partido de la oposición "no comparte" el nombramiento de Cani Fernández por considerar que "no tiene el perfil oportuno" y criticó "las puertas giratorias".
Fuentes próximas al Ministerio de Economía -que es el que llevará hoy al Consejo de Ministros la renovación de cargos en la CNMC- destacaban el brillante currículum vitae de Fernández y restaban importancia a los pocos meses que ha estado trabajando en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno en La Moncloa.
Otros partidos, como Ciudadanos, fueron más cautos y prefirieron no valorar este lunes el perfil de Fernández, una abogada de Cuatrecasas que solicitó una excedencia para trabajar en el equipo de Iván Redondo y que además representó los intereses de Mediaset durante la investigación que hizo la propia CNMC por el duopolio.
Como especialista en temas de Competencia, Cani Fernández sabe que una vez llegue a la CNMC deberá actuar con la independencia que se exige y se espera de ese cargo.
Antes de que se enterasen por la prensa, en concreto por El País, del nombramiento, el Gobierno comunicó a los grupos parlamentarios la elección de Fernández para dirigir el organismo, pero no se interesó por la opinión de todos los partidos políticos.
Para que el Congreso pueda tumbar un nombramiento es necesario que vote en contra una mayoría absoluta, algo imposible de conseguir por la oposición a día de hoy.
Nombramiento 'exprés'
El nombramiento de Cani Fernández se gestó de forma 'exprés' la semana pasada. Fue entonces cuando el Gobierno, desde el Ministerio de Economía, trasladó a los grupos su intención de renovar el consejo de la CNMC.
Según explican fuentes parlamentarias a Invertia, el nombre de Fernández se puso encima de la mesa a modo "informativo" y, en ningún caso, "consultivo".
La prerrogativa a elegir el nombre del candidato a presidir la CNMC es del Ejecutivo. En 2013, con el nombramiento de Marín Quemada por parte del Partido Popular, el Gobierno de Mariano Rajoy impuso a su candidato. Pero en aquella ocasión, se ofreció representación al PSOE. De hecho, entró en el organismo Mariano Bacigalupo, el marido de la vicepresidenta Teresa Ribera.
ERC y En Comú Podem
En esta ocasión, Sánchez ha dado margen para la negociación a algunos de sus socios de investidura, como Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), que ha puesto encima de la mesa el nombre de Pep Salas, actual director de SmartGrid.
Un nombramiento con el que ERC ocuparía la vacante que deja en la CNMC Josep María Guinalt, propuesto por CiU en la anterior elección de consejeros.
En Comú Podem también ha logrado un representante afín con la entrada de Carlos Aguilar.
Además, entrará en el consejo el ex secretario general de Política Económica con Pedro Solbes, Ángel Torres. Será un hombre fuerte, puesto que ocupará la vicepresidencia y dirigirá sala de Regulación. El otro representante del PSOE será Pilar Sánchez Núñez, experta en Competencia y persona de confianza de Nadia Calviño.
Además de Guinart y Marín Quemada, abandonarán sus cargos los consejeros Beningo Valdés y Clotilde de la Higuera, así como la vicepresidenta, María Fernández.
La de la CNMC es la primero de las renovaciones que activa el Ejecutivo, que en esta legislatura tendrá que ir nombrando a otros responsables de organismos. En la lista está el presidente del FROB, Jaime Ponce, que vence su mandato, o el del presidente de la CNMV, Sebastián Albella, si bien en este caso podría extender su mandato.