El Banco de España ha empeorado su ya antes dramático escenario de previsiones para la economía española. El servicio de estudios de la institución estima que el PIB caerá este año un 9% en el mejor de los casos, un 11,6% si la recuperación es "gradual" y hasta un 15,1% en el escenario más adverso.
Se trata de una pérdida de riqueza en un corto espacio de tiempo que no tiene precedente y que tendrá efectos devastadores sobre el empleo, con una tasa de paro que este año oscilará entre el 18,1%, el 19,6% y el 23,6% en función de los tres escenarios de PIB.
En el mejor de los casos, cuando acabe 2022, España podrá haber recuperado todo lo perdido entre marzo y diciembre de 2020. Sin embargo, en los otros dos supuestos habrá que esperar al menos hasta 2023 para recuperar esa riqueza.
Lo peor del informe es que recuerda la realidad de que la crisis sanitaria que ha provocado el desplome económico no está superada y existe una "probabilidad relevante" de que se produzca un rebrote de contagios por un virus del que falta todavía mucho por conocer. De hecho, en el informe de las Proyecciones para la economía española 2020-2022 recuerda que lo más posible es que hasta mediados de 2021 no exista una vacuna o un tratamiento efectivo para el Covid-19.
Lo que sí parece claro es que la caída del PIB debería haber tocado ya fondo en este trimestre, ya que si hay un rebrote los sistemas sanitarios están mejor preparados que el pasado febrero.
Según el Banco de España, la pérdida de PIB en el primer trimestre tuvo una "magnitud inédita en la serie histórica" con un descenso del 5,2% intertrimestral. Esa caída se habría agudizado en este segundo trimestre para el que se espera un desplome de entre el -16% (que es el que daría lugar al escenario de "recuperación rápida" más optimista de los tres) y del -21,8% en la hipótesis llamada "recuperación gradual". Es decir, que la economía española habría perdido un cuarto de su riqueza en apenas medio año.
Tras este batacazo, se descarta una recuperación con forma de V clara. La bautizada por el Gobierno como 'V asimétrica' no será completa en el dibujo del Banco de España. Nuestro país perderá varios años en términos de riqueza como consecuencia del coronavirus.
Las acciones de política fiscal, monetaria y prudencial que se habrían puesto en marcha habrían evitado "amplificar" esta crisis. Sin embargo, el Banco de España todavía no calibra hasta qué punto han sido exitosas.
De la efectividad de medidas, como la concesión de préstamos con avales del ICO, depende en buena medida la capacidad de la economía española para recuperarse. Si esta ayuda a las empresas falla o no es suficiente para compensar la pérdida de ingresos de estos meses, el servicio de estudios del Banco de España que dirige Óscar Arce considera que podrían darse situaciones de insolvencia en muchas empresas, lo que lastraría la recuperación.
"La crisis ha dado lugar a una reducción drástica de los ingresos de muchas empresas y, en consecuencia, a un déficit de liquidez significativo, que las distintas políticas puestas en marcha (como la concesión de garantías públicas a los créditos a sociedades no financieras o las moratorias en el pago de impuestos y cotizaciones sociales) están tratando de paliar", recuerda el documento.
Batacazo en el empleo
El Banco de España explica que "la pandemia ha cambiado dramáticamente el curso del mercado de trabajo español, que había mostrado un comportamiento notablemente expansivo desde el principio de 2014, al inicio de la anterior recuperación".
La destrucción de empleo, que fue muy intensa sobre todo en la segunda quincena de marzo y luego se mitigó, se ha visto paliada los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) o los ceses de actividad de los trabajadores autónomos.
Sin embargo, es una incógnita lo que pasará con muchos de esos trabajadores que dependen de actividades que están basadas en la "interacción social" y que en España son más relevantes en términos del PIB que en otros países de la zona euro.
Como suele recordar el gobernador del Banco de España, Pablo Herández de Cos, la "especialización productiva de la economía española" y el alto peso de la contratación temporal juegan en contra de la recuperación del empleo una vez más en esta crisis.
Sus previsiones contemplan que el paro crezca entre el 18,1% y el 22,3% en el peor de los tres escenarios este año. Sin embargo, lo más preocupante es la lentitud con la que se recuperará el mercado de trabajo, que todavía tendrá una tasa de paro por encima del 17% en 2022. De hecho, el año que viene el paro podría llegar al 24,7%.
Finanzas públicas
Todo ello tendrá un reflejo en el empeoramiento drástico de las finanzas públicas. El déficit de las Administraciones Públicas cerró en 2019 en el 2,8% del PIB y se disparará hasta el 9,5% en el escenario de recuperación temprana y hasta el 11,2% en el de recuperación gradual.
Esto irá acompañado de un incremento del endeudamiento público, que crecerá hasta representar entre el 115% y del 120% en cada uno de los dos escenarios manejados como más probables.
Para responder a la crisis, la política fiscal será "claramente expansiva" este año, algo que revertiría en 2021 hasta pasar a "presentar un tono neutral en 2022".