Carlos Rodríguez Braun (Buenos Aires, 1948) es una de las voces más reconocidas del liberalismo económico. No solo en sentido retórico. Autor del espacio del Despertar liberal y la Viñeta Económica, con su locución amanecen los oyentes de Onda Cero cada día.
Colaborador habitual de numerosos medios de comunicación, Rodríguez Braun es un divulgador del pensamiento liberal y de la globalización. Doctor en Economía hispano-argentino, su trayectoria ha estado muy ligada a la prensa. De hecho, fue subdirector de Cambio 16.
El profesor ha publicado numerosos libros y artículos en revistas de prestigio. Entre su obra se encuentran desde traducciones de figuras de la ciencia económica, como Adam Smith, a las recopilaciones de las Tonterías Económicas, que resume con humor. Rodríguez Braun forma parte de Thinking Heads y entre los premios que ha recibido figuran el Juan de Mariana (2013), el Libre Empresa (Fundación Rafael del Pino, 2010) o el recién entregado por la Escuela de Salamanca (El Club de los Viernes, 2020).
El coronavirus ha traído una mayor intervención del Estado en todos los ámbitos de la economía y un rechazo creciente a la globalización. ¿Qué reflexiones hace de esto un economista liberal y defensor de la globalización?
Todas las crisis son enemigas de la libertad porque desde siempre el poder utiliza la crisis para someter a la población. Esto pasa desde hace miles de años. Cuando había fenómenos catastróficos que la gente no entendía, los poderosos organizaban sacrificios humanos para aplacar a los dioses porque si nos pasa algo malo, es por culpa de nuestra libertad. El instinto antiliberal es muy antiguo. Con todas las crisis renace. En nuestro tiempo, lo hemos vivido dos veces. En 2007, cuando todo el mundo se precipitó a decir que si había una crisis era por culpa de la libertad, del capitalismo, del mercado, de la propiedad privada… Y ahora ha vuelto a pasar.
El instinto antiliberal es muy antiguo. Con todas las crisis renace. En nuestro tiempo, pasó en 2007 y ahora
Pero ahora, ese discurso de 2007 se está materializando en una acción política que ha marcado la respuesta a esta crisis con un discurso centrado en la desigualdad que ha dado lugar a medidas como el Ingreso Mínimo Vital...
Esto siempre es así. La imagen de que la política es una cuestión de partidos es confusa porque si miras hacia atrás, ¿quién ha subido los impuestos en España?, ¿quién ha recortado derechos y libertades? Todos. Esto no es una cuestión de derechas y de izquierdas. La situación es complicada, pero en términos generales lo normal es que sea así. Cuando se produce una emergencia, el poder utiliza el miedo que siempre ha sido uno de sus baluartes para crecer a expensas de los derechos y libertades de las personas. Lo que debería asombrarnos es que no se diera esta situación ahora.
¿Cree que el populismo lo agrava?
Esa otra idea que pensamos que es nueva y es antigua. Vengo de un país en donde se practica el populismo desde los años 40. El populismo solo es una versión más simplificada o grotesca del antiliberalismo. Hay que ponerlo en la lista donde están los fascistas, los nazis… cada uno con su peculiaridad. Están todos hilvanados por el ímpetu antiliberal por poner alguna cosa siempre por encima de la libertad de las mujeres y los hombres. El populismo es una variante más.
¿Por qué ha tenido un reflorecimiento? Es complejo, pero supongo que tiene que ver con la caída del muro de Berlín. La izquierda quedó bastante desconcertada porque se estaba viendo lo que significaba el anticapitalismo en la práctica. Se empezaron a buscar banderas: ecología, feminismo… Banderas que habían pisoteado. Entre ellas, descubrió el populismo.
El populismo solo es una versión más simplificada o grotesca del antiliberalismo. Hay que ponerlo en la lista donde están los fascistas
Personas que son estructuralmente comunistas, como Podemos, de pronto se hacen populistas, porque es una bandera más atractiva. A medida que se ven los resultados del populismo, que siempre es catastrófico, la van cambiando. Por eso, el estandarte de Podemos no era Cuba, era Venezuela, hasta que se vio el desastre. Ahora están muy entusiasmados con Argentina. Pero el populismo forma parte de este abanico antiliberal. No estoy seguro de que lo agrave, lo simplifica.
La sociedad está muy polarizada, pero ¿sería necesario un pacto de Estado para impulsar la recuperación?
Lo de los Pactos de Estado es una ingenuidad. Normalmente se hacen para favorecer al Estado y no para favorecer la libertad de las mujeres y los hombres. Pongo dos ejemplos. Uno es el de los Pactos de la Moncloa, que fueron celebrados como el mayor hito de nuestra historia. Consistieron en legitimar una subida de impuestos que fue lo que se produjo a continuación. Pactaron para defenderse a sí mismos, para legitimar una subida de impuestos que fue espectacular. No es un comentario frecuente, pero aquí estoy yo para decirlo.
Lo de los Pactos de Estado es una ingenuidad. Normalmente se hacen para favorecer al Estado y no para favorecer la libertad de las mujeres y los hombres
El otro ejemplo es el del Pacto de Toledo que también fue una cosa celebrada. La idea era sacar las pensiones del debate político. Rafael Termes hizo una definición brutal de aquello: 'El Pacto de Toledo es un pacto de silencio para no contarle al pueblo español la verdad sobre las pensiones'. Cuando se habla de que es una emergencia, de que necesitamos un pacto, tenga cuidado. No es que el pacto por ser un pacto sea virtuoso, lo que lo hace virtuoso es su contenido. Pero lo normal es que la gente se precipite a la conclusión de que que si hay un pacto político es necesariamente bueno y ahí, desde el punto de vista liberal, lo que diríamos es 'cuidadooooo'.
Volvemos a hablar estos días de la consolidación fiscal. Parece que esta vez habrá que cuadrar las cuentas sí o sí a cambio de la ayuda de Bruselas. ¿Cree que es posible hacerlo solo con la recaudación por crecimiento, no cree que habrá que subir impuestos para financiar la recuperación?
Ese es un clásico, que los impuestos no pueden bajar porque tenemos una situación tan grave, que los impuestos tienen que subir. Ese es el acuerdo de los políticos. Curiosamente, en todo este asunto de las cuentas y los déficit y de la necesidad de gastar, nadie piensa en las personas que pagan. Esto es una asimetría muy tradicional que espero que no dure para siempre.
Jamás se piensa en las personas que pagan el gasto público sólo en las que lo cobran. Se ha visto con la renta mínima
Lo sistemático es que jamás se piensa en las personas que pagan el gasto público, sólo en las que lo cobran. Se ha visto con la renta mínima donde nadie en el Congreso fue capaz de levantarse y decir que no. Nadie. La ultraderecha se abstuvo y el PP votó a favor. Entonces, hay algo que está faltando aquí. Algún personaje que está ausente. Eso lo llamamos the forgotten man, el hombre olvidado, que jamás se tiene en cuenta. Pero eso es lo que hacemos los liberales, siempre pensamos en las personas concretas, en los derechos concretos. Ante el argumento de que no se puede, de que no hay alternativa, los liberales decimos que sí.
En el caso del Ingreso Mínimo Vital se trata de personas a las que hay que ayudar. Es decir, también se pone el foco en las personas...
Uno de los grandes éxitos de la política antiliberal de la derecha y de la izquierda es transmitir que el Estado es un ente que ayuda, que se dedica a ayudar. Aquí hay un problema y es que se trata al Estado como si fuera sociedad civil y eso es confundir a Teresa de Calcuta con la Agencia Tributaria. La diferencia fundamental es que la madre Teresa te pedía que ayudaras, apelaba a tu moral, a tu ética, por eso es una Santa y Pedro Sánchez, no. La madre Teresa te pedía y si decías que no, no pasaba nada. Pero si le dices que no a la Agencia Tributaria, vas presa. El Estado no es una organización solidaria y los políticos, con su dinero de ellos nunca ayudan a los pobres. Los políticos con su dinero se compran un chalet y si son de izquierdas es un chalet de lujo.
El Estado no es una organización solidaria y los políticos, con su dinero nunca ayudan a los pobres. Se compran un chalet y si son de izquierdas es un chalet de lujo
También está el discurso de la 'red de seguridad' que se ha activado para rescatar a las personas en ERTE o el cese de actividad de los autónomos... Vivimos un país de gente sin ahorros, en el que la gente no tenía medios para afrontar dos meses sin cobrar.
Muy interesante. La gente no tiene ahorros, ¿por qué será? La política se ha pasado décadas conspirando contra el ahorro. Es una cosa brutal en la historia del Estado del siglo XX que ha crecido sobre la base de ir socavando el instinto de ahorro que todos tenemos: no ahorre para su pensión, que se la voy a organizar yo, le quito un dinero con cotizaciones y se lo voy a pagar después. No ahorre para su educación, no ahorre para su sanidad porque le quito el dinero con impuestos y luego se lo doy… Después, viene una subida de impuestos y se acaba la capacidad para ahorrar.
La política se ha pasado décadas conspirando contra el ahorro. El Estado del siglo XX ha crecido sobre la base de ir socavando el instinto de ahorro que todos tenemos
En la cuestión de los ERTE, lo que ha habido es un pánico político. Se dieron cuenta de que si en un mes la cifra de parados pasaba a seis millones, igual nos íbamos a poner un poco indignados con el Gobierno y no hay nada que el Gobierno tema más que nuestra protesta. Por eso no hace más que desarticular la resistencia popular. Se puede pensar que esto resuelve el problema, pero lo que hace es retrasarlo. Confían en que cuando acaben los ERTE, la economía empezará a mejorar, pero en el ínterin -atención- se está haciendo un agujero en la Seguridad Social y entonces, ¿qué va a pasar?
Pero esto no es un tema solo español. En otros países se han adoptado medidas similares...
Los Estados son como las televisiones que todas pasan los mismos programas porque es muy caro producirlos, así que miran por el rabillo del ojo y cuando funciona uno, lo copian. Esto es interesante. Vas a cualquier país y la retórica es prácticamente una copia. Hacen lo mismo que las teles.
'No hay alternativa, tenemos que subir los impuestos…' Ese es un argumento que se lleva al máximo. 'España tiene margen para subir los impuestos porque los impuestos en España son más bajos que en la media europea'. Es un argumento apasionante. Fíjese en el contenido: como resulta que la mujer trabajadora es más castigada en Francia que en España, entonces tenemos que castigarla más aquí para que el castigo sea igual que el de Francia. Apasionante. Esto es algo que se dice habitualmente y nadie levanta la mano para protestar.
¿Cree que la ayuda europea será positiva para España?
Así que nos van a dar la pasta... ¿quién?
¿Y a cambio de qué?
Siempre son los trabajadores los que pagan los impuestos. ¿Qué es esto de que nos van a dar algo? ¿Ha visto el contenido del plan europeo? El contenido es deuda pública. Y ¿cómo se va a pagar? Con nuevos impuestos. Esto nunca es un regalo. Todo el gasto público se paga, lo paga la gente. La última vez que fue gratis fue con el maná de la Bíblia que cayó del cielo de las generosas manos de Dios. Desde entonces, todo el gasto se paga.
Siempre son los trabajadores los que pagan los impuestos. ¿Qué es esto de que nos van a dar algo? ¿Ha visto el contenido del plan europeo?
Los empresarios, que son parte de los que pagan, han organizado una gran cumbre en la CEOE… ¿qué le parecen sus propuestas?
Hay que tener cuidado con los empresarios porque son cómplices del poder. Si dicen que es mejor que se bajen los impuestos y se liberalice el mercado de trabajo, en eso hay que apoyarles porque tendremos más dinero todos y más derecho y libertad. Si hubiera flexibilidad en el mercado de trabajo no habría paro, el paro es una creación política y de sus socios, empresarios y sindicatos, que si ven libertad gritan y ven un mercado y lloran. Tenemos muchos empresarios que quieren acercarse al poder. Si un empresario pide por un lado bajar impuestos, pero por otro subvenciones, mal asunto. Siempre lo termina pagando el pueblo: con impuestos más altos o con bienes y servicios más caros.
Si un empresario pide por un lado, bajar impuestos pero por otro, pide subvenciones, mal asunto
¿Cuál es la mayor 'Tontería económica' de esta pandemia?
Es difícil elegir la Tontería económica más grande. Pero quizás es esa de que vamos a salir adelante gracias al Estado y que solo lo van a pagar los ricos. Esa es maravillosa porque además es muy antigua. Tanto que está en El Capital de Marx. Volumen 1, Capítulo 24, justo al final. Dice Marx que el socialismo va a conseguir algo muy sencillo: expropiar a una minoría de usurpadores. Fue en el año 1867. Ha pasado tanto tiempo y seguimos con esta misma mentira.