El español José Vicente de los Mozos (São Paulo, 1962) lleva toda su vida profesional vinculado al mundo del automóvil y ha llegado a ser uno de los directivos más importantes a nivel mundial. Director general adjunto de la marca francesa Renault y renovado presidente de la filial española, es además presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
Desde su posición y visión cenital de la industria del automóvil, analiza en la serie 100 Opiniones para salir de la crisis su futuro en un momento "delicado", donde España cuenta con la particularidad de ser el segundo productor europeo a pesar de no contar con ninguna matriz en el país.
En primer lugar, ¿cuál es la salud de la industria automovilística española en estos momentos?
La industria del automóvil en España se encuentra en una situación delicada. Durante el estado de alarma ha sido el único sector industrial que ha detenido por completo su actividad en toda su cadena de valor (fabricantes, proveedores, concesionarios y talleres), lo que ha provocado caídas históricas tanto en la producción de vehículos como en la venta.
Este año el mercado puede llegar a caer hasta un 45%, en función de la agilidad y eficiencia con la que se apliquen los planes de estímulo a la venta de vehículos del Gobierno, y que se dejen de fabricar 700.000 vehículos. Es necesario poner en marcha, cuanto antes, las medidas presentadas en el Plan de Impulso a la Cadena de Valor de la Automoción para reducir el impacto que la pandemia ha provocado en el mercado y la actividad industrial.
Este año el mercado puede llegar a caer hasta un 45%, en función de la agilidad y eficiencia con la que se apliquen los planes de estímulo
¿Cómo le ha afectado el covid-19 y qué cambios ha acelerado?
Además de la recesión que se va a producir en el mercado y en la producción, el sector de la automoción se encuentra en un momento crucial de su historia con la transformación hacia un nuevo modelo de movilidad sostenible y libre de emisiones, que conlleva un importante cambio en los procesos de fabricación de los automóviles.
Hay que aprovechar este contexto, donde los gobiernos, conscientes de la importancia que supone el sector para su recuperación económica, están anunciando importantes planes de medidas para reactivar la industria y que nos van a permitir acelerar la transición hacia la nueva industria de la movilidad, avanzar hacia la digitalización, robotización, electrificación e industria 4.0 de nuestras fábricas. Solo de esta manera, podremos mantenernos en la carrera industrial que se está produciendo, para ofrecer un producto "made in Spain" de calidad, eficiente y a la vanguardia.
El sector representa el 10% del PIB, el 9% de la población activa y el 60% de la industria en nuestro país. ¿En qué medida puede ayudar a salir de esta crisis sanitaria y económica?
La automoción es el primer sector industrial y el primer exportador en España. Solamente en 2019 aportó a la balanza comercial más de 14.000 millones de euros, lo que da idea del importante motor económico que es para nuestro país. Junto a su aportación propia, la fabricación de vehículos sirve de impulso para más de 24 sectores industriales y de servicios, desde metalúrgica hasta el caucho, pasando por la industria química o energética, entre otras.
La automoción es el primer sector industrial y el primer exportador en España. Solo en 2019 aportó a la balanza comercial más de 14.000 millones de euros
Que el sector de la automoción represente el 10% del PIB refleja el trabajo realizado en las últimas décadas para que esta industria sea un motor de impulso para nuestra economía. Pero ante los retos que debemos afrontar con la transformación hacia la industria de la movilidad, hay que seguir estimulando y demostrando la fortaleza que posee nuestro tejido industrial. Para ello, es necesario atraer inversión y nuevos proyectos que nos posicionen como un referente.
En esta nueva industria de la movilidad, no solo intervendrán los fabricantes. Ahora entra en juego un nuevo ecosistema colaborativo donde diferentes agentes como empresas energéticas, tecnológicas, telecomunicaciones, etc. tendrán un destacado papel.
Las empresas energéticas, tecnológicas, telecomunicaciones, etc. tendrán un destacado papel en la industria de lamovilidad
Tal y como presentamos en el Plan Automoción 2020-40 al Gobierno, desde Anfac estimamos que la nueva industria de la movilidad nos permitirá pasar de un valor actual de negocio de 200.000 millones de euros a 310.000 millones de euros en 2040, y todo ello con una movilidad más sostenible, eficiente, libre de emisiones y segura. La industria de la automoción y de la movilidad tiene una gran capacidad para impulsar la economía, por lo que es crítico recuperar su ritmo.
Usted comentó en el Congreso de los Diputados que los fabricantes seguirán en España mientras sea más rentable que fabricar en otros países. ¿En qué dirección debemos caminar para no volver a tener casos como el de Nissan Barcelona?
Lo sucedido en las fábricas de Nissan nos tiene que servir como un toque de atención y para poner en relevancia que el sector está atravesando una situación delicada. España tiene en la automoción un "milagro industrial", somos el segundo mayor productor de Europa y noveno en el mundo, pero sin contar con ninguna casa matriz.
Por esta situación, es necesario que España fortalezca su posición industrial y se transforme en un referente de la electro-movilidad y en un 'hub' tecnológico. Es fundamental establecer las medidas necesarias, como ya se han apuntado en el Plan de Impulso a la cadena de valor de la automoción y desde Anfac, seguimos trabajando con el Gobierno, las comunidades autónomas y los agentes sociales para impulsar estas medidas.
Es necesario que España fortalezca su posición industrial y se transforme en un referente de la electro-movilidad y en un hub tecnológico
El futuro sólo se construye desde la competitividad y en ella, estamos implicados todos, las empresas, los trabajadores y las administraciones públicas. Por tanto, el diálogo es una de las bases fundamentales de la ganancia en competitividad. Así ha sido hasta ahora y así será en el futuro.
Por su trayectoria profesional ha tenido la oportunidad de viajar por medio mundo y conoce muy bien este sector. ¿Cómo se ve desde fuera la industria automovilística española?
Solo hay que ver que en los últimos cinco años, las automovilísticas han invertido más de 13.000 millones de euros en sus factorías en España y se han adjudicado cerca de 20 nuevos vehículos electrificados que están previstos para los próximos dos años y se está apostando por nuevos servicios de movilidad.
Esto demuestra el nivel de confianza y compromiso que hay por parte de las marcas en la industria española que ha conseguido esta posición gracias a lograr y mantener un posicionamiento competitivo muy relevante respecto de otros países. El vehículo español es muy aceptado en Europa y la competitividad de nuestras fábricas es alta, aunque todavía tiene que seguir mejorando.
El Gobierno ha anunciado recientemente un plan de impulso al automóvil de 3.750 millones de euros. ¿Cuáles son las claves para que funcione bien?
El Gobierno ha realizado un gran esfuerzo en la elaboración del Plan de Impulso a la Cadena de Valor para el sector. Ha colaborado con el sector y ha sabido escuchar nuestras necesidades. Pero ahora es el momento de ejecutarlo, y una vez asentadas las bases lo que necesitamos es ser ágiles y sencillos en su aplicación para acometer tanto los retos a corto plazo, de recuperación de la demanda y de producción, como los retos a medio plazo con el desarrollo de nuestra industria y avanzar en nuestro compromiso con la descarbonización, la digitalización y los servicios de movilidad.
El compromiso del país con la industria es fundamental para mantenernos en la carrera de esta transformación del sector y esto solo lo podemos alcanzar a través de la colaboración público-privada.
El compromiso del país con la industria es fundamental para mantenernos en la carrera de esta transformación del sector
Francia, por ejemplo, anunció otro de 8.000 millones y un préstamo de 5.000 millones a Renault. ¿Son suficientes los 3.750 millones en España?
La actuación de Francia ha sido rápida y concentrada, refleja la importancia que para este país tiene la industria de la automoción y la necesidad de protegerla, y en España se ha actuado en la misma medida.
Más allá de la cuantía de las ayudas, que dependen mucho de las capacidades de cada país, como decía lo principal es que seamos ágiles y sencillos en su ejecución y que se actúe con rapidez. Necesitamos una estrategia de país a medio plazo para impulsar aún más la competitividad de nuestras fábricas.
El parque móvil español es el segundo más viejo de Europa con una media superior a los 12 años. Si alguien pide la ayuda que ha anunciado el Gobierno puede recibir entre 400 y 800 euros al comprar un coche nuevo diésel o gasolina a cambio de entregar uno con más de 10 años. En el mercado de segunda mano quizá podría sacar más dinero. ¿Incentivan realmente estas ayudas la renovación del parque?
Hay que recordar que estas ayudas también se pueden utilizar en vehículos de ocasión que se hayan matriculado este año, para el cual los usuarios disponen de una amplia variedad debido al stock retenido durante el periodo que los concesionarios han tenido que parar su actividad.
Un vehículo de segunda mano puede ser más rentable para el comprador, pero es necesario que acometamos el esfuerzo entre todos de renovar el parque
Por otra parte, evidentemente, un vehículo de segunda mano puede ser más rentable para el comprador, pero es necesario que acometamos el esfuerzo entre todos de renovar el parque automovilístico con vehículos mucho más eficientes, que cumplen con las más exigentes normativas de reducción de emisiones y que aportan una mayor seguridad para el usuario.
En Anfac llevan años pidiendo al Gobierno medidas fiscales como reducir el IVA en la compra de coches eléctricos. ¿Cree que llegarán?
Dentro de las propuestas presentadas por Anfac al Gobierno figura la reducción del IVA en la compra de vehículos eléctricos, consideramos que es una importante medida que puede estimular la demanda de este tipo de vehículos.
Actualmente, el usuario se encuentra ante una amplia variedad de tecnologías en su decisión de compra. Las marcas tienen un pleno compromiso con la descarbonización y llevan más de una década trabajando en su desarrollo, somos conscientes de que la automoción se mueve hacia una movilidad sostenible donde los vehículos electrificados juegan un papel fundamental.
Desde la sociedad, hay una plena conciencia medioambiental y la demanda cada vez es más creciente y poner medidas como puede ser la reducción del IVA o herramientas fiscales como un impuesto medioambiental que grave el uso según sus niveles de emisiones en vez de su compra, eliminaría barreras de acceso que facilitarían la decisión de los usuarios.
Hablemos del coche eléctrico. ¿Cuánto tiempo cree que tendrá que pasar en España para que por autonomía, precio e infraestructuras los vehículos eléctricos sean igual de atractivos que aquellos con motor de combustión?
Precio, autonomía e infraestructuras son tres elementos claves para el completo acceso del vehículo eléctrico en nuestras carreteras. Hay un pleno compromiso por parte de las marcas en la electrificación de sus modelos, cada vez hay una mayor oferta pero debemos establecer un marco de confianza para que los usuarios se decanten por este tipo de vehículos y tengan la garantía de que van a poder recargarlos y usarlos al igual que uno de combustión.
Hay un pleno compromiso por parte de las marcas en la electrificación de sus modelos
Es fundamental que aprovechemos el contexto actual, aceleremos la consecución de nuestros objetivos de electro-movilidad y definamos cuál es el modelo de movilidad que queremos para nuestro país. Los planes de estímulo en marcha, como el MOVES II, si se ejecutan de manera rápida y sencilla, van a ser muy relevantes para aumentar las cuotas de mercado de estos vehículos.
También ha afirmado que España llega tarde en el desarrollo y fabricación de las baterías eléctricas. ¿Está a tiempo de revertir esta situación?
Este proceso de transformación que vive el sector está lleno de retos y no podemos dejar escapar ninguno. España ha de posicionarse como un referente industrial y el campo de las baterías es clave para el futuro. Va a existir una gran demanda de electro-movilidad en los próximos años y en España, disponemos de la materia prima, de capacidad tecnológica, de personal cualificado y de fortaleza industrial como para ser lo suficientemente competitivos. Hay que seguir buscando nuevas oportunidades para no descolgarnos de esta carrera industrial.
¿En qué ámbito puede España ser pionera dentro de la industria del automóvil?
Como ya comentaba, la industria de la movilidad está en un pleno proceso de transformación que acaba de comenzar. Debemos de ser rápidos y focalizarnos en aquellas áreas que nos hagan plenamente competitivos. Se va a realizar un importante esfuerzo presupuestario desde los gobiernos que debemos saber aprovechar. Por efecto, la pandemia del covid-19 supondrá que las transformaciones en nuestras fábricas se vayan a poner en marcha y hay que avanzar hacia la electrificación de las líneas de producción, la digitalización, la industria 4.0 para crear una ventaja competitiva y ser un claro referente de la movilidad del futuro.
Hay que avanzar hacia la electrificación de las líneas de producción, la digitalización, la industria 4.0 para crear una ventaja competitiva
No podemos desaprovechar aquellas áreas de desarrollo con un gran espectro de crecimiento como pueden ser las pilas de hidrógeno. España, al igual que con las baterías, dispone de la materia prima, no solo para convertirse en proveedor, sino para desarrollar una importante industria a su alrededor. Igualmente, el vehículo conectado y autónomo es una oportunidad de futuro y podemos convertirnos en un 'hub' tecnológico y de pruebas en Europa para avanzar su desarrollo y definitiva implantación.
No podemos esperar a que todo este asentado. Debemos jugar con nuestras bazas para obtener ventajas competitivas sobre otras industrias europeas y mundiales.
¿Qué mensaje le gustaría enviar a la sociedad sobre el futuro de esta industria en España?
Somos una industria fuerte y resiliente que ya ha demostrado en anteriores ocasiones que puede salir fortalecida y servir como motor económico para España. Acometemos un momento clave en la historia de la automoción y España ha de estar preparada para trabajar arduamente en no perder su competitividad.
Hay que demostrar a los inversores internacionales, a través del mayor de los apoyos, que España es 'friendly' con el automóvil
Este país no cuenta con efecto sede así que hay que demostrar a los inversores internacionales, a través del mayor de los apoyos, que España es friendly (amigable) con el automóvil y que puede seguir confiando su inversión y adjudicación de nuevos modelos. Debemos jugar con nuestras bazas para mantener nuestras ventajas competitivas y establecernos como un verdadero referente en la industria de la automoción del futuro.
El futuro, que quede claro, sólo se construye desde la competitividad, hay que seguir trabajando para ser cada vez más competitivos y en este trabajo, estamos implicados todos, las empresas, los trabajadores y las administraciones públicas. Por tanto, el diálogo, a través de un compromiso-país, es una de las bases fundamentales de la ganancia en competitividad, así ha sido hasta ahora y así será en el futuro.