El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este miércoles que "en ningún caso" habrá una necesidad de decisiones por unanimidad respecto al fondo europeo de reconstrucción, por lo que "no hay capacidad de veto" de los países 'frugales', al tiempo que ha asegurado que el plan de reformas e inversiones de España está "en consonancia" con las peticiones de la Unión Europea.
Además, ha remarcado que España ha sido "determinante" para alcanzar el acuerdo, que supone una "enorme oportunidad" para retomar el crecimiento sobre pilares "más sólidos y sostenibles".
Así lo ha señalado durante su comparecencia a petición propia en un Pleno extraordinario en el Congreso para informar de los últimos Consejos Europeos celebrados el 23 de abril, el 19 de junio y entre el 17 y el 20 de julio y sobre el fondo de reconstrucción europeo acordado en la última reunión de hace una semana.
Sánchez ha celebrado que "la esperanza venció al miedo" y "Europa encontró su lugar" con el impulso de una suerte de Plan Marshall ante "la mayor calamidad del último siglo", gracias a que Europa "vuelve a ser Europa" y ha logrado un "éxito absoluto" histórico para dar respuesta al a crisis de 2020, a diferencia de la respuesta "no adecuada" de 2008.
Así, ha subrayado que España está ante una "enorme oportunidad" de retomar la senda de crecimiento sobre pilares "mucho más sólidos y sostenibles" para hacer realidad el objetivo del Gobierno, que pasa por que "las prioridades de Europa son las prioridades de España" y por que en el horizonte no se sigan percibiendo ayudas, sino que España pueda usar esos recursos para estar a la cabeza en empleo de calidad, inversión, ciencia, investigación, educación, energías renovables y un entorno económico más digitalizado.
Del "ambicioso y sin precedentes" fondo de recuperación europeo, ha detallado que asciende a 750.000 millones de euros (390.000 millones en transferencias y 360.000 millones en préstamos), lo que representa el 70% del PIB español y el 4,7% del PIB europeo, de lo que España recibirá un total de 140.000 millones de euros (72.700 millones en ayudas directas y el resto en préstamos).
Este plan de reconstrucción, que estará financiado por primer vez por una emisión de deuda conjunta por parte de la Comisión Europea y tendrá una duración de tres años, se sumará a un presupuesto comunitario para el periodo 2021-2027 de 1,074 billones de euros, ha apuntado Sánchez, admitiendo que se han producido "ajustes" a la baja sobre el montante del presupuesto, si bien la cifra final de respuesta se sitúa en los 1,8 billones de euros, cercana a los dos billones que reclamaban de partida.
Queda una "enorme y dura" tarea
En este sentido, ha asegurado que el Gobierno tenía su proyecto de país "cimentado en transformaciones" y que la pandemia "no ha cambiado las prioridades", sino que las ha "reforzado y consolidado" y están "alineadas" con las transformaciones recogidas en la agenda política de la UE, que pasan por la digitalización, la transición ecológica, la igualdad de género y la cohesión social y territorial.
En cualquier caso, Sánchez ha admitido que queda por delante un "reto gigantesco de gestión" y una "enorme, dura y compleja tarea de recuperación económica y social" en Europa y en España, aunque ésta es "una recuperación que recién acaba de comenzar tras unos meses muy difíciles", como cree que se ha visto en los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA)".
En su comparecencia, Sánchez ha afirmado "con humildad" que España fue "determinante" para el resultado de las negociaciones, ya que desde el principio de las "complejas" negociaciones propuso que el "Plan Marshall" como el que se impulsó en Europa tras la II Guerra Mundial, se constituyese con una mayoría de transferencias, que se financiase mediante deuda común y se dirigiese principalmente a los Estados más afectados por el Covid.
Según ha indicado, en el Consejo Europeo del 23 de abril había "todo tipo de reticencias" pero se validó la idea de que el fondo se gestase en gran medida a través de transferencias directas vinculadas al marco financiero plurianual y ha apuntado que algunos "analistas" recordaron que España "fue quien más hizo en las semanas de primavera" por alcanzar el acuerdo.
"Nuestro diagnóstico era el correcto, nuestros objetivos no se han movido, nuestra ilusión es la misma que antes", ha asegurado, insistiendo en que la posición española fue "constructiva y empática" con "firmeza y convicción" y dispuesta a negociar "hasta la extenuación" con una posición "proeuropea y proactiva".
Las principales diferencias se han producido en torno al tamaño y la duración del plan de recuperación, la distribución en transferencias o préstamos (los países frugales rechazaban cualquier transferencia), la condicionalidad el mecanismo de gobernanza y el tamaño y contenido del marco financiero plurianual.
Capacidad de veto
Sobre la condicionalidad de los fondos, ha asegurado que España desde el primer momento apoyó la necesidad de supervisión, porque ayudaría a acelerar las reformas del Estados miembros, pero insistió en que se tratase de un proceso "ágil" y que permitiese la absorción de recursos y la apropiación nacional de las medidas "sin vetos de ningún tipo".
"Eso es exactamente lo que se ha acordado", ha aseverado Sánchez en referencia a un procedimiento "perfectamente pautado" que fija que cada Estado presente un plan de inversiones y reformas sobre la base de criterios acordados "entre todos" los Estados, con particular relevancia a la transición verde, la mejora de la educación y el capital humano y medidas que favorezcan el crecimiento a medio plazo. "Nuestra agenda de reformas está en plena consonancia con la estrategia de desarrollo contemplada por la UE", ha añadido.
El presidente del Gobierno ha avanzado que el Ejecutivo lleva varias semanas trabajando en el plan de reformas e inversiones para presentarlo en la Comisión Europea para su evaluación y proceder a la aprobación por parte del Consejo Europeo. Además, ha afirmado que la condicionalidad en el desembolso de los fondos quedará circunscrita al cumplimiento de metas e hitos del plan elaborado por el Gobierno y acordado por la comisión.
Para hacer posible el acuerdo, ha detallado que se introdujo la cláusula de freno de emergencia, que significa que un Estado miembro puede solicitar y tiene que hacerlo de manera motivada, un debate político en el Consejo Europeo en caso de considerar que otro país incumple "flagrantemente" las metas y reformas comprometidas con la Comisión. "En ningún caso habrá necesidad de decisiones por unanimidad y por tanto no hay capacidad de veto", ha aseverado.
"Nos jugábamos el sentido de Europa, el sentir originario del nacimiento de Europa", Ha enfatizado Sánchez, quien ha resaltado el "salto cualitativo" entre la anterior crisis y la actual ya que "donde hubo rescates, ahora hay un fondo común, donde hubo austeridad ahora hay medidas de recuperación y donde hubo Troika y hombres de negro ahora hay diálogo multilateral de Estados miembros de mutuo acuerdo".
Objetivo marcado en la PAC