Sevilla

La política arancelaria de EEUU bajo las órdenes de Donald Trump sigue levantando ampollas entre los agricultores. El mantenimiento de los aranceles a los productos agroalimentarios españoles ha sido la gota que ha colmado el vaso ante una situación crítica.

Las trabas arancelarias vienen a completar una larga lista marcada por las consecuencias económicas de la crisis sanitaria de la Covid-19. La petición de precios justos y la exigencia de cumplir “rigurosamente” la Ley de Cadena Alimentaria se suman a los muchos motivos por los que el sector de la aceituna de mesa protestará este viernes en las calles de Sevilla.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha acordado reiniciar las protestas con una caravana de vehículos. La movilización recorrerá la Avenida de la Palmera hasta el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía. Desde la organización aseguran que se aplicarán las medidas para salvaguardar la salud ante posibles contagios de Covid-19.

Esta convocatoria coincide con el inicio de la próxima campaña de verdeo a principios de septiembre, una temporada marcada por las grandes preocupaciones. “El sector lleva enlazando muy bajas cotizaciones en origen en las cuatro últimas campañas ante la gran opacidad en la formación de los precios en la cadena y los movimientos especulativos”, explican desde UPA.

En esta misma línea reclamaba semanas atrás el sector olivarero en las carreteras de Jaén. La industria de la provincia con más de más de 600.000 hectáreas dedicadas al olivar también ha dicho basta. Se declaran “asfixiados” y aseguran que en las próximas movilizaciones reclamarán apoyo “sin ambigüedades” de las administraciones públicas.

Compensación económica ante las trabas

Entre las peticiones, la industria agroalimentaria solicitará medidas de compensación económicas por parte de la Unión Europea para paliar el daño y las pérdidas que los aranceles de EEUU están provocando al sector. Junto a ello, la aplicación de medidas fiscales frente a la crisis agravada por la pandemia.

Exigir la reducción de las importaciones por parte de los industriales e impulsar programas de promoción en España y en el extranjero para impulsar el consumo de aceituna de mesa se suman a la larga lista de reclamaciones, además de una línea de ayudas para el sector de la aceituna de mesa, afectado por esta situación de crisis sanitaria.

Ante su impacto a nivel nacional, el sector aceitunero exigirá a las administraciones la creación de un observatorio de costes de producción y estudios oficiales de costes de producción por sector. También invitará a los distintos gobiernos a intervenir ante la imposición de cláusulas abusivas en los contratos por parte de las comercializadoras.

El sector, en una crisis estructural

La crisis del sector agroalimentario es estructural y, sin medidas efectivas, será difícil de curar. Así lo auguran los representantes de un colectivo que únicamente ha frenado sus protestas a causa de la Covid-19. Tras centrar sus esfuerzos en abastecer a la población, en el mes de julio retomaron las movilizaciones al sentirse “peor” que antes de la pandemia.

El director general de Asaja Andalucía, Félix García de Leyaristy, fue claro en este sentido. “Terminado el estado de alarma, nuestros problemas no se han solucionado y estamos peor que antes”, explicó a Invertia al inicio de las movilizaciones.

Como él, muchas son las voces que lamentan que el Ministerio de Agricultura dé “muchas palmadas en la espalda y pocas soluciones”. Por eso, a la lista de solicitudes se suman peticiones concretas al Gobierno: inspecciones “reales” o el control de precios para que el agricultor reciba unos acordes a los costes de producción.

La aceituna, el producto más afectado

Fue la pasada semana cuando la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) anunció que mantenía los aranceles a la Unión Europea en un 15% para los productos de aviación civil y un 25% para los demás, entre los que se incluyen el vino o el aceite, por un valor total de 7.500 millones de dólares (unos 6.348 millones de euros).

Ante este duro mazado, las críticas de los agricultores apuntaron a nivel europeo. A juicio de representantes del sector, la UE no ha ejercido medidas de presión efectivas ni suficientes que hayan logrado la eliminación definitiva de estos gravámenes, que perjudican a los agricultores españoles.

Uno de los productos más perjudicados de esta política arancelaria es la aceituna de mesa. España, que hasta octubre era el principal proveedor de aceituna de mesa de EEUU, ha perdido su liderazgo y se quedará muy lejos de las 100.000 toneladas que tradicionalmente venía exportando a ese país, al que se dirigía más del 20% de toda la producción nacional.

Las ventas han caído en picado en los últimos nueve meses, al igual que las del aceite de oliva. En este sentido, desde Asaja señalan que las aceitunas españolas han sido sustituidas por las de Egipto, Marruecos o Grecia, países a los que no se aplica el arancel extraordinario del 25%.

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