Aunque la economía de la eurozona ha empezado a recuperarse tras el desplome "catastrófico" del segundo trimestre (con una contracción sin precedentes del 11,8%), una retirada prematura de los estímulos fiscales provocaría una recaída y agravaría la crisis de la Covid-19. Este es el mensaje central del primer Eurogrupo del curso celebrado este viernes en Berlín, el primero presencial desde febrero.
Los ministros de Economía de la eurozona han acordado mantener la barra libre de gasto público hasta que acabe la actual recesión y se consolide la recuperación. El Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que obliga a mantener bajo control el déficit y la deuda, seguirá suspendido al menos durante el próximo año, según ha anunciado la Comisión Europea. Y no hay fecha para volver a la normalidad.
"El camino hacia la recuperación está todavía lleno de incertidumbre", ha admitido el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni, en la rueda de prensa al término del Eurogrupo. Tras el confinamiento, la eurozona experimentó un fuerte rebote durante los meses de junio y julio, pero la actividad económica ha vuelto a ralentizarse en las últimas semanas debido a los rebrotes del coronavirus.
Además, ha aumentado el "riesgo de fragmentación" en la eurozona. El desplome del segundo trimestre fue muy desigual entre los Estados miembros: osciló entre el 18,5% en España y el 4,5% en Finlandia. "La mayoría de los Estados miembros todavía no habrán alcanzado su nivel de PIB previo a la crisis para finales de 2021, con una brecha media del 2,1%", avisa Gentiloni.
Ante este panorama, tanto las instituciones de la UE como los Gobiernos nacionales "debemos hacer todo lo posible para sostener la confianza y apoyar el crecimiento". "Una retirada prematura del apoyo pondría en riesgo la frágil recuperación (...) Si calculamos mal el calendario de este aterrizaje, nos arriesgamos a dañar la economía europea", ha insistido el comisario de Asuntos Económicos.
Eso sí, el Ejecutivo comunitario recomienda a los Gobiernos que empiecen la transición desde las medidas de emergencia (como los ERTE o los avales públicos a créditos) a otras que mejoren los fundamentos económicos. "Por supuesto, tampoco podemos olvidar la necesidad de garantizar la sostenibilidad a medio plazo y la necesidad de fijar una senda de ajuste en algún momento", dice Gentiloni.
Una recuperación desigual
También la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, les ha pedido a los Gobiernos que mantengan los estímulos presupuestarios y ha alertado de que la eurozona no retornará al nivel preCovid-19 hasta finales de 2022.
Lagarde ha hablado de una recuperación "desigual, incompleta y asimétrica" en el tercer trimestre del año tras "un segundo trimestre catastrófico sin paralelo en tiempos de paz". "Hay mucha incertidumbre: incertidumbre sobre la evolución del mercado laboral, incertidumbre sobre los problemas de liquidez de las empresas que pueden convertirse en problemas de solvencia e incertidumbre sobre cómo será la segunda ola de la Covid y qué impacto tendrá sobre nuestras economías".
"No puede haber complacencia. Nuestra política monetaria acomodaticia necesita el apoyo de la política presupuestaria y ninguno de nosotros puede permitirse la complacencia en este momento", ha insistido la presidenta del BCE. Las medidas de apoyo para hacer frente a la pandemia "deben mantenerse hasta que la crisis se acabe".
Lagarde ha reclamado además una reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) para hacerlo "más simple, menos oscuro, más transparente para la gente". Una reforma que según ha recordado el comisario Gentiloni ya está en marcha, aunque no tiene plazos.
El de Berlín ha sido el primer Eurogrupo presidido por el irlandés Paschal Donohoe, que derrotó el pasado julio a la vicepresidenta Nadia Calviño en la carrera para suceder al portugués Mário Centeno.
Donohoe ha reconocido también que hay una "gran incertidumbre" sobre las perspectivas económicas y que la Covid-19 sigue siendo "un desafío claro y presente" para la salud pública y para la economía, aunque espera que que sea posible evitar nuevos confinamientos. "No habrá un efecto precipicio, la política presupuestaria seguirá apoyando la recuperación", asegura el presidente del Eurogrupo.