España se está quedando atrás en la recuperación económica de la crisis provocada por el coronavirus. Mientras el Banco Central Europeo (BCE) o la OCDE han arrancado el curso mejorando sus previsiones para la economía europea y global, el Banco de España y Funcas han empeorado sus proyecciones para la economía española.
Desde que los rebrotes de verano pusieron fin a la contención del virus que se logró con el confinamiento, la economía española ha echado el freno. El consumo de hogares y empresas ha caído y los economistas no esperan que se recupere en el escenario actual de incertidumbre.
En el lado opuesto, el consumo público no deja de aumentar por el coste de las medidas para frenar la pandemia, con el consiguiente impacto negativo en la deuda y el déficit que tiene este aumento de gasto en un país sin Presupuestos.
De hecho, el Banco de España ya contempla que la deuda pública alcance el 128,7% en 2022, en un contexto en el que el próximo año el déficit público alcanzaría el 12,1% y la deuda se elevaría al 120,6% del PIB.
Ese incremento del gasto público no logrará evitar que este año el PIB español salga de la curva de caída, incierta y poco pronunciada que se dibuja en las proyecciones de los servicios de estudios.
Este martes, Funcas empeoró sus previsiones de recesión con una caída del PIB para este año del 13% (3,2 puntos más de lo esperado en su anterior previsión). Y el miércoles, el Banco de España también hizo lo mismo con sus proyecciones hasta estimar una caída en la horquilla del -10,5% y -12,6% de PIB este año, frente al entre -9 y -11,6% que había estimado en junio.
La institución reconocía en su nuevo Informe Trimestral de la Economía Española que los riesgos que ha contemplado para elaborar estas proyecciones económicas "están orientados a la baja". De hecho, mientras que antes del verano dibujó dos escenarios centrales y uno de riesgo, en esta ocasión, ha optado por trabajar solo con los dos primeros supuestos y suprimir el más alarmista.
No obstante, ante el deterioro de las expectativas económicas, el punto de partida es el más pesimista de esas estimaciones que presentó en junio y que ahora ha tenido que empeorar.
Tanto Funcas, como el Banco de España coinciden en el impacto negativo sobre la economía que ha tenido la llegada a nuestro país de la segunda ola de la Covid-19 meses antes de lo esperado.
El miedo y la incertidumbre han hundido el consumo privado. Si antes de verano, el Banco de España esperaba que en el conjunto del año el gasto de familias y empresas descendiera entre el 9,1 y 11,2%, ahora cree que la caída podría alcanzar el 13,1% este año.
La recuperación tampoco será rápida. En el mejor de los casos, el consumo de los agentes privados recuperaría el próximo año un 9,4% y en el peor tan solo un 5,5%, al que se le sumaría otro 3,2% en 2022.
Esto significa que habría que esperaer al menos a 2023 para que el consumo perdido este año se recupere.
Para elaborar estas previsiones, el equipo de Economía y Estadística del organismo que dirige Óscar Arce ha contado con que a mediados del próximo año esté ya lista la vacuna o existan remedios para tratar la Covid-19.
Pero para entonces, España tiene el riesgo de haberse quedado "descolgada" de la recuperación económica global, como advirtió Funcas el martes en un mensaje que coincide con el lanzado este miércoles por el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.
Esa posibilidad toma fuerza después de que la OCDE haya decidido mejorar las preovisiones económicas de las grandes economías del euro en un informe en el que no establece cálculos para España.
En concreto, espera que el PIB de Alemania caiga este año un 5,4%, el de Francia un 9,5% y el de Italia un 10,5%. Pese a que se trata de organismos distintos, en todos los casos la caída es menor a la apuntada para España a falta de que el Ministerio de Economía revise a la baja sus proyecciones oficiales.
En un acto organizado por la CEOE, De Cos insistió en la necesidad de mantener las medidas de estímulo del Gobierno y el BCE para sostener la recuperación económica. En concreto advirtió que será necesario estudiar la ampliación de las líneas de avales del ICO y de los ERTE para sostener a las emrpesas que sean viables.
No obstante, afirmó que sería necesario reformular esas ayudas para sostener a aquellas sociedades y empleos que realmente puedan sobrevivir a esta crisis que va a dejar cambios estructurales para el futuro.
El gobernador también incidió en la importancia de organizar bien la recepción de las ayudas que van a llegar desde la Unión Europea para paliar la crisis económica generada por la pandemia. Esas ayudas podrían utilizarse en los Presupuestos para "impusar medidas estructurales que son costosas" pero necesarias, recordó.
En cualquier caso, para ello, tiene que haber unos nuevos Presupuestos, algo que no está a claro a día de hoy pese a la gravedad de la situación económica.
Noticias relacionadas
- La crisis económica se agrava: el PIB español caerá un 13% en 2020, según Funcas
- El Banco de España prevé una caída del 12,6% en el PIB si los rebrotes exigen la limitación de la actividad económica
- El gobernador del Banco de España advierte que harán falta más ayudas para las empresas por la caída del PIB