Dentro del sector turístico, las agencias de viajes son de las más perjudicadas por el impacto del coronavirus. Estas empresas, en su mayoría familiares, apenas han vendido viajes desde que se declaró el estado de alarma, por lo que su facturación ha caído un 90%, según estima en una entrevista en Invertia Carlos Garrido, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV).
Y lo peor está por venir. Sin viajes corporativos, ni de larga distancia y sin el Imserso este sector, formado por 9.500 agencias y 69.000 trabajadores, completará un año prácticamente sin facturar. De ahí que pidan un plan integral de turismo que incentive el consumo de viajes, rebaje el IVA turístico y prolongue los ERTE para poder hacer frente a gastos como el de personal, que supone el 80% del gasto total de una agencia.
¿Qué balance hace de la situación de las agencias de viajes?
Al terminar la última fase de desescalada empezamos a tener expectativas, pero desgraciadamente se produjo una cascada de malas noticias con las restricciones, cuarentenas y recomendaciones negativas que hace que se cancelen todas las reservas. Ahora mismo estamos prácticamente sin actividad. Vendemos por debajo del 10% con respecto a 2019, es decir, tenemos una caída del 90%.
En negocios como el de las agencias de viajes con márgenes tan pequeños y costes de personal por encima del 80% es totalmente devastador. La situación se va alargando, ya van seis meses, pero lo malo es que la temporada ha pasado. Y en los meses de noviembre, diciembre, enero y febrero no hay actividad.
La gente está esperando que se haga un plan contundente para el turismo en general y para las agencias en particular.
En el peor de los escenarios no vamos a volver a facturar hasta el mes de marzo o la próxima Semana Santa. Nosotros dependemos de la situación sanitaria en el mundo porque somos emisores, hacemos MICE y la situación está parada. Así, la situación de las agencias de viajes es de extrema gravedad. No podemos aguantar un año sin ingresos y haciendo frente a los gastos.
En España, hay cerca de 9.500 agencias de viajes, muchas de las cuales son pequeñas y familiares. ¿Cuántas han sobrevivido hasta ahora?
De ellas, el 40% tienen menos de dos empleados y el 45% menos de seis. Realmente, solo el 15% tiene más de 10 trabajadores. La gente está esperando. El cierre de empresas va a ser proporcional a las ayudas que nos den ahora y el tiempo que dure la enfermedad. Mi colega de la confederación alemana se ha atrevido a decir que en Alemania van a cerrar dos tercios de las agencias. Yo no me atrevo a hacer ese vaticinio, ni dar ese dato.
La gente está esperando que se haga un plan contundente para el turismo en general y para las agencias en particular. Ya se presentó un plan que para nosotros es insuficiente y no contempla ninguna medida especial para las agencias de viajes. Somos un sector en catástrofe. Nos hemos quedado sin facturación en un año. Pero somos, a la vez, un sector clave para la recuperación del turismo.
¿Cree que es viable que el Gobierno apruebe estas medidas?
Tenemos buena interlocución con el Gobierno. Nos sentimos escuchados. Pero lo cierto es que esas ayudas no acaban de plasmarse. El tiempo pasa y los recursos se terminan. Es urgente y hay que actuar ya. Las ayudas que se han dado por el momento son insuficientes. Los ICO no resuelven. También hay que bajar el IVA a las agencias de viajes y dar ayudas al consumo.
Este sector va a cerrar el año con un caída del 90% de facturación. No hay empresa que lo soporte.
Los ERTE se están negociando. Nos reunimos con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, para trasmitirle la situación y pedirle que prolonguen los ERTE por lo menos hasta Semana Santa, que nos dejen flexibilizar el empleo porque tenemos que adaptar las plantillas a lo que va a ser nuestro negocio dentro de cuatro o cinco años mediante prejubilaciones, por ejemplo, para sobrevivir cuando termine la crisis.
¿Qué previsión hay para final de año teniendo en cuenta que el número de contagios crece cada vez más?
Se confirman las peores previsiones que teníamos. Cuando empezó esto, antes de verano, las previsiones eran más optimistas. Pero ahora este sector va a cerrar el año con un caída del 90% de facturación. No hay empresa que lo soporte. Las previsiones son muy negativas, y más para las agencias de viajes.
Ha comentado que también necesitan ayudas para que las agencias sobrevivan al cambio de modelo, ¿hacia qué modelo van?
Vivimos la caída de Thomas Cook y ya se estaba produciendo un cambio de modelo. Estábamos trabajando en un modelo para cambiar los hábitos, con nuevas experiencias y un turismo más de calidad. Y ahora llega otro revulsivo que hace que el cliente demande seguridad y sostenibilidad. Nosotros somos los que tenemos que hacer la definición de estos productos y comercializarlos.
¿Se mueve hacia un modelo más comprimido por el cierre de agencias o la fusión de grandes agencias como la división de Globalia y Ávoris?
Aquí tengo mis dudas. Cuando las cosas van bien hay concentración. Pero en la crisis de 2008, el efecto fue otro, aumentó el número de agencias y se atomizó más. El efecto de la crisis no siempre deriva en una atomización. Aquí no sabemos qué va a pasar. Lo lógico es que haya concentración, pero no estoy seguro.
Hay empresarios que dicen que toda crisis tiene sus oportunidades o su lado bueno. ¿De esta crisis se puede sacar algo positivo para las agencias de viajes?
Sí. Lo positivo es que los clientes y los proveedores se han dado cuenta del valor de la agencia de viajes. Hemos hecho una importante labor en repatriaciones, reagrupaciones familiares, asesoramiento, reembolsos… Nuestro sector ha dado la cara y puede salir reforzado. Ha habido unidad del sector y eso también es importante. Aunque, el 95% de las agencias se han visto perjudicadas por la crisis.
¿Qué reflexión hace de la situación turística en España con las cuarentenas y los vetos de este verano?
En España se han cometido errores. Se puso una cuarentena cuando en el resto de países la quitaban. Aquí no se han hecho medidas esenciales, como los PCR de entrada. Es cierto que hay cosas positivas, como los protocolos del ICTE que han sido un éxito y se han copiado en otros países.
Si esto hubiera sido una crisis del automóvil, Alemania y Europa hubieran apoyado a Alemania. En España no hemos sentido esa contundencia para la importancia que tiene el turismo
Creo que la gestión ha sido insuficiente. España tenía que haber sido más contundente. Si esto hubiera sido una crisis del automóvil, Alemania y Europa hubieran apoyado a Alemania. En España no hemos sentido esa contundencia para la importancia que tiene el turismo, que es el 13% del PIB. Somos líderes mundiales en recepción de turismo y España tiene pendiente ser más contundente. Tienen que hacer un plan integral de ayuda al turismo.
¿Cuando se recuperarán los niveles pre-Covid-19?
No me atrevo a dar una fecha. Sí tengo la certeza de que la recuperación va a ser muy lenta y gradual. Y más en las agencias de viajes. Las agencias llevábamos un crecimiento sostenido del 7% en los últimos tres años. Por eso necesitamos que se hagan los cambios estructurales para que dentro de tres años, cuando todo funcione de nuevo, volvamos a hacer las contrataciones. Para eso necesitamos que no se destruya ese tejido empresarial.