¡Campana y se acabó! Los datos relativos al gasto con tarjeta echan un jarro de agua fría sobre los buenos datos de PIB conocidos el pasado viernes. Con el estado de alarma y los confinamientos perimetrales los españoles han puesto freno al consumo, que se sitúa ya en niveles del mes mayo.
En la cuarta semana del mes de octubre el gasto total con dinero de plástico en TPV y cajeros de Caixabank cayó un -17% en términos interanuales. Una cifra que se reduce hasta el -11% si miramos exclusivamente los plásticos españoles. Este descenso es 5 puntos superior al de la semana anterior, y 16 puntos mayor si se analiza desde la segunda semana de octubre, cuando el consumo subía un 5%.
Teniendo en cuenta que el consumo extranjero lleva cayendo desde marzo en cotas del 65%, la caída no puede achacarse a la ausencia de turistas. Es decir, que los consumidores españoles están empezando a moderar su gasto ante la coyuntura que se avecina, y que vendrá marcada por los confinamientos perimetrales y, quién sabe si domiciliario en alguna zona del país en las próximas semanas.
Primera necesidad
Los gastos de primera necesidad son los únicos que crecen. Un 27% por encima del año anterior, mientras que transporte, ocio y restauración caen con fuerza en los entornos del 40%. También disminuye la caída de pagos en e-commerce, que desciende un -9% interanual.
Está por ver cómo afectan estas cifras a la evolución de la economía, y si los españoles están aumentando -todavía más- su colchón ante posibles problemas económicos. El ahorro está en máximos históricos con un 31,1% de la renta disponible, el valor más alto de la serie iniciada en 1999 y muy superior a lo que había en la anterior crisis económica.
Toda una advertencia que pone en jaque la recuperación vista en el tercer trimestre del año cuando el PIB subió un 16,7% gracias al consumo y la inversión. Una mejora que tuvo también su efecto en las contrataciones y en la recaudación de los impuestos.
Los ingresos por IRPF mejoraron en septiembre un 5,2%, lo que permite equiparar en términos interanuales a los del año pasado. Todo un síntoma de que la situación iba mejorando hasta la llegada de los rebrotes en buena parte del país.
Forma de W
Desde el servicio de estudios de ING recuerdan que la situación en España es delicada. A su juicio, a finales del tercer trimestre ya se empezaban a notar los efectos de la pandemia. Recuerda para ello que las ventas minoristas en septiembre volvieron a territorio negativo (-0,3%) frente al crecimiento del 1,4% del mes de agosto.
Es por ello por lo que los analistas del banco holandés consideran que España ha perdido la ocasión de tener una recuperación en forma de símbolo de Nike y se encamina irremediablemente a una W.