Bruselas

El ultimátum de la UE a Polonia y Hungría está a punto de expirar. La canciller alemana, Angela Merkel, en su calidad de presidenta de turno de la Unión, espera que en un plazo máximo de 24 horas los dos países capitulen y levanten su veto al fondo anti-Covid de 750.000 millones de euros para salir al rescate de España e Italia. De lo contrario, el resto de líderes europeos empezarán a buscar una solución sin Budapest ni Varsovia ya en la cumbre que se celebra los días 10 y 11 de diciembre en Bruselas. 

De momento, no hay señales de que ni Hungría ni Polonia vayan a ceder. Tanto Viktor Orbán como Mateusz Morawiecki exigen que se retire el nuevo reglamento que permitirá congelar los fondos europeos a los países que vulneren el Estado de derecho. Alegan que se trata de un mecanismo que se ha diseñado específicamente para castigarles siguiendo criterios ideológicos. Morawiecki y Orbán han celebrado este lunes una nueva reunión virtual para escenificar lo inquebrantable de su alianza.

Para tratar de calmar sus inquietudes, la presidencia alemana les ha ofrecido una declaración política aprobada al máximo nivel en la que se dejaría claro que este mecanismo no va contra nadie en concreto, que la Comisión Europea será objetiva y tratará a todo el mundo por igual igual y que el reglamento no se usará para presionar en otras áreas como la migración. Pero estas garantías no parecen convencer en particular a Hungría, el país que mantiene la línea más dura.

"Necesitamos un acuerdo o señales claras de Polonia o Hungría hoy o mañana. Si no lo tenemos, avanzaremos hacia el plan B. La Comision ya ha empezado a trabajar en diferentes posibilidades para un acuerdo a 25", ha explicado este lunes un alto diplomático europeo. "La presidencia alemana sigue negociando con Polonia y Hungría. Hoy o mañana sabremos si es posible un acuerdo", ha agregado.

Para preparar la cumbre del jueves y el viernes, Merkel ha celebrado una videconferencia con el presidente francés, Emmanuel Macron; la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen; y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Las conclusiones del encuentro no han trascendido. 

Tres alternativas

Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha dicho que España considera que "la solución preferible es la solución a 27 Estados miembros". "Por eso hemos estado trabajando con Polonia y Hungría para que puedan sumarse al consenso. Principalmente porque entendemos que esto es de su interés también: esto es lo que están diciendo sus empresas y sus ciudadanos", ha explicado.

"La bola está evidentemente en estos momentos en el campo de Polonia y Hungría y esperamos no tener que pasar a las soluciones subóptimas que no les incluyeran en el fondo de recuperación final", ha subrayado la jefa de la diplomacia española. 

Charles Michel, Angela Merkel, Ursula von der Leyen y Emmanuel Macron, durante la videoconferencia de este lunes UE

En Bruselas se discuten ya tres alternativas para sortear el veto de Budapest y Varsovia. La primera sería un acuerdo intergubernamental, al margen de las instituciones de la UE, entre los otros 25 Estados miembros. El segundo escenario sería una "cooperación reforzada", es decir, un grupo de países -en este caso todos salvo Polonia y Hungría- que avanzan más rápido que el resto en el fondo anti-Covid. 

La última opción es que, apelando a la situación de emergencia económica, los 25 presten avales adicionales al presupuesto de la UE. Así la Comisión podría acudir a los mercados a captar financiación para crear el fondo sin necesidad de contar con Orbán y Morawiecki. "No sabemos cómo de rápido podrá hacerse, pero no serán muchos meses. Dependerá de la base legal y de cuánto de lo que ya se ha acordado pueda preservarse", apuntan las fuentes consultadas.

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