Pese a que el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido sacar más arsenal para paliar los efectos de la Covid-19, el acceso al crédito de los hogares y empresas en España se ha visto más constreñido en las últimas semanas.
Además de la decisión de Fráncfort de poner más dinero sobre la mesa, el anuncio de las farmacéuticas de que ya están listas las vacunas ha provocado una euforia en los mercados financieros en los últimos meses que ha favorecido aún más las condiciones de financiación de los bancos.
Sin embargo, estas buenas noticias no se han trasladado a los costes para la financiación de las empresas, según advierte el Banco de España en su Boletín Trimestral de la economía española. Todo lo contrario, el crédito concedido se ha desacelerado con fuerza en los últimos meses, la financiación empresarial en los mercados de capitales ha perdido dinamismo y el acceso al crédito es algo menos sencillo.
Pese a ello, es importante recordar que "las condiciones de financiación del sector privado continúan siendo holgadas". Las líneas de crédito que se activaron con el aval del ICO hicieron que las empresas y los autónomos tuvieran un acceso mucho más ventajoso a la financiación en el segundo y tercer trimestre del año.
Sin embargo, parece que el temor de la banca a que la mora avance en 2021 y los riesgos de financiar a empresas no viables ante una crisis más larga de lo esperado en un primer momento están haciendo que se endurezca el acceso al crédito, aunque sea de una forma pequeña.
"El coste de la financiación del sector privado se ha mantenido en niveles reducidos, si bien las entidades financieras no habrían transmitido a los nuevos préstamos concedidos los recientes descensos de los tipos de interés en los mercados monetarios", detecta el Banco de España. El organismo recuerda que los "diferenciales con respecto a los tipos de interés interbancarios se han elevado" en las últimas semanas.
Según la Encuesta sobre Préstamos Bancarios (EPB), los criterios de aprobación de préstamos se habrían endurecido en el tercer trimestre de manera generalizada. El Banco de España cree que esta tendencia "podría prolongarse durante los últimos meses del año".
Financiación de hogares
Los hogares también están notando este endurecimiento de las condiciones de acceso al crédito. No obstante, según los datos de este Boletín, la tasa de avance del crédito sigue subiendo en los últimos meses. Esto se debe al "mayor dinamismo mostrado por los préstamos para la adquisición de vivienda, que han registrado tasas de crecimiento del 6,1%".
La demanda de otro tipo de crédito por parte de las familias, como el que se utiliza para el consumo, se ha "desacelerado", con ritmos de crecimiento 2,5%, en un momento en el que el Banco de España recuerda que la tasa de ahorro de los hogares sigue al alza.
El Boletín también comenta la situación del mercado de la vivienda y espera una desaceleración en las operaciones de compraventa en la recta final del año por la incertidumbre que tienen los compradores.
Empresas
En cualquier caso, lo que más preocupa al Banco de España en este momento es lo que ocurra con las empresas. Para estas, la institución que tiene al frente a Pablo Hernández de Cos augura unos meses difíciles para la solvencia de las empresas.
"La crisis sanitaria causará en 2020 un incremento significativo en el porcentaje de empresas que soportan una presión financiera elevada -entendida como la insuficiencia de los resultados generados para cubrir los intereses de la deuda-, hasta situarse en torno al 40%, así como un deterioro, aunque más moderado de la solvencia del sector corporativo", advierte el Boletín.
Todo ello, después de que la posición patrimonial agregada se haya deteriorado a lo largo de todo este año. En concreto, el ratio de deuda sobre PIB se habría incrementado hasta el 82%, según sus datos.
Los que sí se están beneficiando mucho de las políticas de estímulos del BCE son los Estados. En el caso de España, el Tesoro ha llegado a emitir deuda a 10 años a tipos negativos por primera vez en la historia.
El Banco de España afirma que el deterioro de las cuentas públicas sigue produciéndose, aunque a un ritmo menos fuerte que en los primeros seis meses del año. Y recuerda que el déficit de las (sin las corporaciones locales) alcanzó el 8,3% del PIB en septiembre.