Dice el refrán que "a perro flaco todo son pulgas". Después de 11 meses con las ventas bajo mínimos por la Covid-19, el comercio y la hostelería de Madrid han visto caer otro 24% sus ventas este fin de semana por los efectos de Filomena, según las primeras estimaciones facilitadas a este periódico por el Ayuntamiento de Madrid. Y en los próximos días la situación seguirá siendo complicada.
El equipo de José Luis Martínez Almeida cree que al menos hasta el miércoles, el impacto en el comercio de la borrasca Filomena seguirá siendo pronunciado y que las pérdidas serán de alrededor del 13% en estos tres días laborables.
Esto representa unos 94 millones de euros diarios que se suman a los 170 millones de euros perdidos al día el pasado sábado y domingo. Son pérdidas de al menos 622 millones de euros, cifra que debe tomarse con cautela por ser muy temprana, pero que recoge las primeras estimaciones oficiales sobre el impacto económico del temporal.
A estos datos se sumará en los próximos días el balance de daños por el impacto del cierre del aeropuerto de Madrid Barajas Adolfo Suárez, entre otros. Así que se espera que la cuantía final sea superior.
Madrid representa el 12% del PIB nacional y es una de las ciudades que más estaba impulsando la economía en estos últimos meses en los que el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha optado por decretar confinamientos selectivos frente a los cierres totales de otras regiones.
Con este varapalo causado por el temporal, la salud del pequeño comercio y la hostelería se debilita aún más en un arranque de año en el que muchos habían puesto sus esperanzas porque quedaba atrás el difícil 2020.
Sin ventas 'online'
La borrasca ha coincidido, además, con el inicio de la campaña de las rebajas después de una Navidad en la que las ventas han caído alrededor de un 40%, de acuerdo con las estimaciones de los empresarios.
Esa caída de facturación se concentra especialmente en hostelería y textil, mientras que el comercio dedicado a la alimentación y al equipamiento del hogar está saliendo reforzado por la Covid-19.
Sin embargo, las calles y carreteras colapsadas por la nieve han introducido el agravante de que en estos días de restricciones a la movilidad, el canal 'online' también permanece cerrado porque el transporte no funciona en la capital y también tiene serias dificultades en el resto de España, con muchas otras localidades bloqueadas por la nieve.
10 días perdidos
"Estamos muy preocupados. No sé qué más nos puede pasar", reconoce a Invertia el presidente de Madrid Foro Empresarial, Hilario Alfaro. Los empresarios a los que representa no creen que sea posible recuperar la normalidad al menos hasta el próximo día 18 de enero. Esto significa 10 días perdidos.
Alfaro advierte que con las dificultades de movilidad en las calles y los niños en casa hasta el próximo lunes, los madrileños saldrán menos aún a la calle, lo que se notará en el gasto.
Este revés ralentizará en otros 10 días la recuperación de la actividad que pendía de un hilo por el previsible impacto en la movilidad de la tercera ola de coronavirus que se ha desatado tras la Navidad.
El hecho de que Filomena haya coincidido con el arranque de las rebajas ha hecho que algunos empresarios que tenían previsto sacar a empleados de la situación de ERTE para esta campaña tengan que retrasar de nuevo esta decisión, explican desde Madrid Foro Empresarial.
Por su parte, consultada por este periódico, la patronal CEIM todavía no tiene cálculos sobre el impacto de la borrasca en las empresas de la capital.
El temporal va a afectar de manera desigual a las distintas regiones españolas y por tanto, tendrá un impacto económico a nivel nacional. La esperanza es que será acotado en el tiempo y que en aproximadamente una semana se recuperará la normalidad.
Daños 'transitorios'
En este contexto, desde Mapfre Economics, el servicio de estudios de la aseguradora, se considera que el impacto en el PIB anual de la borrasca no será "importante" y recalcan que el hecho de que la tormenta de nieve y la helada posterior se hayan producido en un contexto de menor actividad al de años anteriores hace que su coste económico sea aún menor. En todo caso, retrasan la recuperación de esta crisis hasta 2022.
El director de análisis macroeconómico de esta casa de análisis, Gonzalo de Cadenas-Santiago, y el director de análisis sectorial, Ricardo González, destacaron ayer en una presentación que la borrasca es un fenómeno "tansitorio". Además, cuando se producen estos fenómenos los servicios públicos se activan, lo que también computa en el gasto y repercute en el PIB de forma positiva.
El hecho de que la borrasca sea un hecho acotado en el tiempo y no prolongado, como está siendo la Covid-19, permite a los empresarios madrileños no perder del todo la esperanza, aunque su preocupación es lo que vendrá después con la tercera ola de la pandemia. En este contexto, cada día de facturación perdido complica aún más su situación.
Impacto en las aseguradoras
Sin embargo, el servicio de estudios de Mapfre sí considera que se producirán daños importantes para el sector asegurador español en su conjunto. Todo ello en un año en el que acaban de subir los impuestos a las primas que pagan los consumidores por la entrada en vigor de los Presupuestos Generales del Estado 2021.
En el caso de esta aseguradora, hasta este lunes se habían recibido más de 10.000 comunicaciones de incidencias de clientes repartidos por toda España. Pero en su mayoría fueron en Madrid.
Según el director de prestaciones patrimoniales de Mapfre España, Manuel Hinchado, en los próximos días se esperan partes de asegurados afectados por problemas en los tejados y cubiertas de sus casas, por los efectos de las filtraciones por el deshielo o por las caídas de árboles.
Sin embargo, de momento, la mayoría de las llamadas que se han realizado para pedir ayuda a la compañía de seguros han sido por partes de carretera, con vehículos que se quedaron atrapados en la nieve sobre todo durante el fin de semana.
El Ministerio de Economía ya ha aclarado que el Consorcio de Compensación de Seguros no indemnizará por los daños de las nevadas a los afectados. Será, así, el sector privado el que tenga que pagar a sus clientes.