España es uno de los países europeos que menos ‘tira’ de la fiscalidad medioambiental. De hecho, es el tercer estado miembro de la Unión Europea que menos recauda a través de impuestos ‘verdes’.
Así lo indican los datos más recientes al respecto, que acaba de hacer públicos Eurostat y que corresponden a 2019. Según esta información, España recaudó a través de estas figuras impositivas unos 20.050 millones de euros, alrededor del 1,7% de su PIB, muy por debajo de la media de la UE que es del 2,4% del PIB.
De hecho, según la información de la Comisión Europea, los ingresos públicos por la fiscalidad verde se redujeron en España respecto al año anterior. En 2018 los ingresos por esta vía alcanzaron el 1,8% del PIB, una décima más.
El peso de la fiscalidad medioambiental dentro del conjunto de los ingresos públicos está también por debajo de la media comunitaria. Supone un 5% mientras que en la UE la media es del 5,9%.
En total, en 2019, los gobiernos de la UE recaudaron impuestos medioambientales por valor de 330.600 millones de euros. La mayor parte de esta cantidad proviene de la fiscalidad establecida sobre la energía (el 78%), mientras que los impuestos sobre el transporte representan el 19%. Las figuras relacionadas con la contaminación solo suponen un 3,2%.
Camino por recorrer
Estos datos indican que España tiene camino por recorrer para acercarse a la media europea en fiscalidad medioambiental. Y el Gobierno tiene planes para ello dentro de la reforma fiscal que se quiere sacar adelante cuando la economía se recupere.
Cabe recordar que esta ambiciosa reforma, que se esboza en el acuerdo de Gobierno de PSOE y Unidas Podemos, ha pasado a depender de una comisión que todavía no está formada. Y no hay plazos para ello, más allá de la recuperación de la economía.
En cualquier caso, tanto en el Plan Presupuestario que se envió a Bruselas como en los Presupuestos Generales del Estado se precisan las intenciones del Gobierno para la fiscalidad medioambiental.
Concretamente, se adelanta la creación de dos nuevas figuras tributarias: un impuesto estatal sobre los residuos y otro sobre los plásticos de un solo uso, de los que se espera una recaudación de 861 millones y 491 millones, respectivamente. En total, 1.352 millones adicionales para las arcas públicas en este año.
Combustibles
Por otro lado, dentro de los campos en los que el Ejecutivo quiere trabajar para potenciar la fiscalidad verde están los beneficios fiscales y los impuestos que se aplican sobre los combustibles y los carburantes.
De hecho, el Ejecutivo de Pedro Sánchez siempre ha tenido la intención de subir la tributación del diésel. Se trata de una medida que ha defendido y manejado María Jesús Montero desde el inicio de su mandato como ministra de Hacienda, en 2018.
Sin embargo, la oposición del PNV a incluir esta medida en los Presupuestos hoy vigentes truncó sus intenciones. En cualquier caso, cabe esperar que en el futuro esta medida se retome.