La Covid-19 ha provocado el tsunami más devastador para la economía española desde la Guerra Civil. El dato avanzado de la Contabilidad Trimestral Nacional que publicó este viernes el INE señala que la caída del PIB alcanzó el 11% en 2020.
Sin embargo, tras el desplome, lo importante es atisbar el rebote. Que este llegara rápido era la esperanza del Gobierno, que en los primeros meses de la pandemia, prometió una recuperación en V para la economía española. Una letra que después deformó para hablar de una V asimétrica. Sin embargo, la dureza de la segunda y tercera ola, junto con la crisis de las vacunas en Europa están enquistando la economía, con lo que la recuperación está tomando forma de L, al menos para este 2021.
La Contabilidad Nacional del INE -que ofrecerá su dato definitivo sobre caída del PIB en marzo- recoge un cierre del año mejor de lo que preveían la mayoría de servicios de estudio. Con un crecimiento intertrimestral del 0,4%, la decisión de las autoridades de 'salvar la Navidad' con menos restricciones habría permitido no acabar con la recuperación que se inició en el tercer trimestre del todo.
Sin embargo, si entre julio y septiembre, el PIB avanzó un 16,4%, en la recta final del año solo lo hizo un 0,4%, lo que supone una ralentización muy significativa. El problema es que para este arranque del año, los economistas prevén un primer trimestre en el que el PIB crezca un 0% y cada vez hay más voces que apuntan a un segundo trimestre de 2021 también casi nulo en términos de crecimiento.
La recuperación se retrasa y esto se ha reflejado en los datos que ha publicado también esta semana el FMI, un organismo que ha rebajado las previsiones de crecimiento para la economía española hasta el 5,9% en 2021, pese a que ha mejorado sus expectativas de crecimiento para la economía global.
En un contexto de recuperación desigual para las economías, nuestro país está en el vagón de cola con la amenaza de perder peso económico en el tablero global y con el empobrecimiento que ello supone para los españoles.
Esperanza en la vacuna
Cómo funcione la vacuna, a nivel europeo, pero también mundial, es clave para que España pueda recuperar el turismo perdido por la pandemia. Pero todo apunta a que la vacunación no habrá inmunizado a la población mundial en términos aceptables hasta finales de 2022.
Cada vez está más claro que habrá que esperar al menos hasta 2023 para que España recupere los niveles de bienestar prepandemia.
El virus sigue azotando al sistema sanitario y matando a cientos de españoles cada día, con una de las incidencias con un color rojo más intenso del mapa del coronavirus europeo. Es una situación que hace que muchas voces consideren que sería necesario imponer más restricciones y acompasarlas de ayudas públicas para evitar una destrucción mayor de nuestro tejido productivo.
"Para la economía, es mejor optar por restricciones que acoten los principales vectores de la transmisión del virus hasta que la vacunación produzca su efecto. Esto implica acciones selectivas, como el cierre total del interior de bares y restaurantes, el recurso al teletrabajo en todas las actividades que puedan permitírselo, y limitaciones a la movilidad entre los diferentes territorios. Esto permite que el grueso de la economía funcione y que las escuelas se mantengan abiertas algo necesario para el desarrollo de los niños y la actividad laboral de las familias", explica a Invertia el director de coyuntura de Funcas, Raymond Torres.
Pero a continuación añade: "los sectores o negocios afectados deben recibir una compensación, como en Alemania. El coste de esas compensaciones para el erario público es muy inferior al daño que producen la sucesión de olas de apertura-cierre".
En su actualización del Monitor Fiscal, el FMI advierte que es posible que los Estados tengan que inyectar más ayudas públicas para paliar los efectos que la Covid-19 todavía va a tener sobre la salud y la economía. Al mismo tiempo, pide a los Gobiernos que vayan preparando planes para abordar la consolidación fiscal, con el fin de que puedan activarlos una vez que se haya conseguido vencer al virus e impulsar la recuperación.
Destrucción de empleo
Preservar el tejido productivo es clave, sobre todo, para el empleo. También esta semana se han conocido los datos de la Encuesta de la Población Activa (EPA) del cuarto trimestre con datos preocupantes que apuntan a que se está ralentizando la recuperación de empleo.
Tras la debacle en el mercado laboral provocada por la Covid-19 en el segundo trimestre de 2020 (el del confinamiento total), el número de personas ocupadas sigue en aumento, pero "la recuperación se ralentiza notablemente", según advierten los economistas de FEDEA.
"El incremento trimestral es del 0,9%, frente al 3% del trimestre anterior y en términos interanuales, la ocupación es un 3,1% inferior a la de hace un año", señalan.
El mercado laboral está dibujando una recuperación en K para los distintos territorios españoles y para los distintos sectores. Mientras algunas comunidades autónomas consiguen ir mejorando las cifras, en otras la pandemia ha sido devastadora.
Fedea recuerda que uno de cada cuatro empleos destruidos corresponde a Baleares y Canarias. Mientras, otras regiones que dependen más del sector agrario o el sector público han conseguido recuperarse antes. Es el caso de Extremadura, La Rioja, Murcia y Castilla-La Mancha, donde la ocupación está ya en niveles prácticamente idénticos a los de hace un año.
Todo ello, con el maquillaje que suponen los ERTE, que se han prorrogado ya en el Consejo de Ministros hasta finales de mayo. De momento, esta decisión, ha supuesto algo de oxígeno para los más de 750.000 trabajadores bajo esta figura, pero como viene advirtiendo desde hace meses el Banco de España, es posible que muchas empresas que solicitaron esos ERTE no sean capaces de sobrevivir.
El año 2020 se saldó con 622.600 empleos destruidos, 527.900 parados más y una caída de la población activa (personas que buscan empleo).
Los próximos meses serán clave para la recuperación. De cómo articule el Gobierno las medidas para apoyar a las empresas y de cómo avance la vacunación depende en buena medida que España pueda empezar a recuperarse del batacazo económico de 2020.
A esto se suma, la recepción de fondos europeos que empezarán a llegar a España hacia el segundo semestre del año y que serán un balón de oxígeno importante para el PIB español, aunque sus efectos no serán inmediatos en términos de crecimiento.