Las pequeñas y medianas empresas perderían 1.100 millones de euros a la semana y 300.000 empleos se verían afectados semanalmente si hubiese un nuevo confinamiento, según se desprende de un estudio realizado entre la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) y Ceprede.
La vuelta a una situación de confinamiento similar al que se vivió en abril provocaría una contención de los niveles de facturación en el conjunto de las empresas, no solo las pymes, del 14% y un impacto sobre el empleo total del 9,4%. Así, las pérdidas para todas las empresas serían de 1.800 millones por cada semana de cierre y se verían afectados unos 480.000 trabajadores.
Los impactos por sectores, al igual que en el primer confinamiento, serían "muy diferentes" dependiendo de las distintas ramas de actividad y tendrían distintas repercusiones. Así, habría desde impactos "prácticamente nulos" o incluso "ligeramente positivos" en actividades sanitarias, telecomunicaciones o servicio financieros, hasta reducciones superiores al 1% y que superarían el 15% de facturación en agencias de viajes y operadores turísticos o el transporte aéreo.
La mitad de la pérdida de facturación por cada semana de confinamiento (1.800 millones de euros) se concentraría en las actividades de construcción, hostelería, comercio mayorista, minorista, inmobiliarias, automoción y transporte terrestre. En los últimos meses del año, las pérdidas de facturación en la empresa fueron de 1.200 millones, según se destaca en el estudio.
Las pequeñas y medianas empresas absorberían un 60% de estas pérdidas adicionales de facturación, unos 1.100 millones por cada semana de confinamiento. En concreto, las pérdidas serían del 22% en el caso de las pequeñas empresas, del 22% en el caso de las micro-pymes y del 18% en el caso de las medianas.
Impacto en el empleo
Respecto al empleo, un nuevo confinamiento podría llegar a afectar a casi medio millón de trabajadores, de los que más de 300.000 (63% del total) se localizarían en pymes.
El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, ha dejado claro durante la presentación del estudio que las pymes necesitan ayuda, porque "están al límite". "Cada día que pasa, la empresa está más perjudicada, más dañada", ha subrayado Cuerva.
Respecto a los datos recogidos en el informe, el presidente de la patronal piensa que son "magnitudes que no se pueden aguantar" y que, aunque entiende que el problema "más grave" en estos momentos es la pérdida de vidas humanas, considera que cuando se tomen medidas que restrinjan la actividad, ya sea por movilidad de las personas o por el cierre de actividad, deben ir acompañadas de medidas extraordinarias para que las pymes puedan pasar esta situación.
Según Cuerva, las empresas de menor tamaño han podido lograr resistir hasta estos momentos porque "han tirado de todo lo que tenían". "Debiéramos centrar todos nuestros esfuerzos en salvar el empleo y salvar la empresa", ha incidido.
Desde su punto de vista, lo más importante en estos momentos es inyectar dinero en las compañías y apostar así por el mantenimiento del tejido productivo. En esta línea, ha recordado que, según datos del Banco de España, el porcentaje de empresas insolventes se sitúa entre el 14% y el 19% y prevé que hasta un 10% de las empresas sean inviables.
Ayudas directas
Así, Cuerva ha insistido en que es urgente aprobar ayudas directas y con el fin de que estas ayudas "sean eficaces, pero también eficientes", ve necesario que las medidas se orienten específicamente a las empresas que lo necesitan, "evitando generalizaciones".
El presidente de la patronal considera que se tendrán que tener en cuenta las diferentes problemáticas de las empresas, como pueden ser el problema de acceso a financiación, la falta de liquidez o los problemas de solvencia.