La pandemia de coronavirus y las restricciones de actividad que generaron afectaron a todos los niveles de nuestro país, incluida la Administración Pública. De hecho, la actividad del Ministerio de Hacienda y la Agencia Tributaria también se vio perjudicada. El total de sus actuaciones contra el fraude se redujo, especialmente las inspecciones presenciales de Hacienda, aunque este año se está intentando compensar esta situación.
De hecho, los planes de visitas fiscales se redujeron un 52% en 2020. Concretamente, solo se pudieron finalizar 14.533 expedientes. Las áreas más afectadas fueron las de comprobaciones formales (que cayeron un 67%), las de análisis patrimonial y societario (-14,3%), ocultación de actividad y abuso de formas societarias (-17,1%) y control de actividades económicas (-2,7%).
Pero esto no significa que estas inspecciones de Hacienda se hayan perdido entre los peores meses de confinamiento. La Agencia, en su resumen sobre su actividad inspectora de 2020, explica que se ha diferido o aplazado a este año buena parte de "aquellas otras actuaciones que requerían presencia física por su propia naturaleza (visitas presenciales)".
Es decir, que no será extraño si cuando acabe 2021 se contempla un importante incremento de las inspecciones presenciales de Hacienda.
De hecho, uno de los ámbitos más afectados por el bloqueo de acciones presenciales fue el combate a la economía sumergida. Se ejecutaron solo 2.157 actuaciones inspectoras para probar la existencia de ventas ocultas por parte del contribuyente, un 26,3% menos que el año anterior. Por ello, los ingresos por esta vía se quedaron en los 521 millones de euros, un 22,7% menos que en 2019.
Actividad
En términos generales, La Agencia Tributaria ejecutó casi 1,63 millones de actuaciones de control de tributos internos en España, un 2,3% menos que en 2019. Es decir, que en parte se logró compensar la falta de actividad en inspecciones presenciales.
¿Cómo? "Se decidió priorizar las actuaciones que se encontraban más avanzadas al inicio de la pandemia, caso de las actuaciones sobre grandes empresas (que crecen un 7,9%) y también aquellas que no requerían la presencia de los contribuyentes o asesores", explica la Agencia en su resumen de datos sobre el control del fraude fiscal en 2020.
Así, se realizaron 14.845 actuaciones de análisis de información (un 29% más) y 51.646 en el apartado de ‘otras actuaciones de control’ (un 14% más).
De hecho, a pesar de la reducción de las actuaciones, la Agencia Tributaria mejoró su recaudación mediante la prevención y lucha contra el fraude. Subió a los 17.274 millones de euros, un 9,9% más que en 2019.
Curiosamente, a pesar de los inconvenientes generados por la pandemia, el número de expedientes cargados con origen en denuncias públicas fue de 14.840, un
14% más que la media de los seis años anteriores. El importe total liquidado fue de 119 millones de euros, un 19% más.
Por otro lado, la Agencia Tributaria puso en marcha 579 acciones judiciales, un 39,5% más. Estas iniciativas se emprenden para que los 'morosos' paguen sus deudas tributarias.
Además, de manera paralela (y no por casualidad), el número de expedientes de investigación de movimientos financieros de posibles defraudadores se incrementó un 34,5%, alcanzando casi los 72.500.
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