Bruselas plantea sancionar a los países que presionen a la UE con amenazas comerciales en pleno pulso con China
El nuevo instrumento está pensado para adoptar represalias rápidas en casos como las sanciones de Washington para tumbar la tasa digital de España o el conflicto entre China y Lituania.
8 diciembre, 2021 14:12Noticias relacionadas
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Bruselas quiere dotarse de armas más potentes para contrarrestar la creciente intimidación económica que ejercen sobre la UE Estados Unidos, Rusia y sobre todo China. La Comisión Europea ha propuesto este miércoles un nuevo instrumento de política comercial cuyo objetivo es defenderse mejor en "un entorno geopolítico cada vez más conflictivo". Este 'bazuca' permitirá responder de forma rápida y contundente a las agresiones económicas que pretenden alterar las políticas comunitarias, sostiene el Ejecutivo comunitario.
"El comercio se usa cada vez más como arma de coerción y tanto la UE como sus Estados miembros se han convertido en blanco de intimidación económica. Necesitamos los instrumentos para responder. Con esta propuesta transmitimos un mensaje claro: la UE se mantendrá firme en la defensa de sus intereses", ha explicado el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis.
¿En qué casos se activará el nuevo 'bazuca'? El ejemplo más inmediato es el actual conflicto entre China y Lituania, según ha dicho Dombrovskis. El Gobierno de Pekín ha bloqueado todo el comercio con el país báltico como medida de presión para que rectifique su decisión de permitir la apertura de una oficina de Taiwan en Vilna. Bruselas ha pedido explicaciones a China, pero no cuenta ahora con armas para responder de manera inmediata a este ataque económico.
Otro caso paradigmático es el de las sanciones anunciadas por Estados Unidos para intentar tumbar la tasa digital que han aprobado España, Francia, Italia y Austria. Unas medidas que supondrían recargos arancelarios adicionales del 25% sobre productos por valor de 3.180 millones de euros procedentes de estos cuatro Estados miembros. Las sanciones están ahora en suspenso a la espera de una solución definitiva en la OCDE, pero podrían reactivarse en cualquier momento y la UE necesita defenderse, sostiene Bruselas.
Este 'bazuca' comercial podrá utilizarse también para contrarrestar las sanciones económicas extraterritoriales que impone Washington a las empresas europeas que a su juicio vulneran el embargo a Cuba o que negocian con Irán. En el caso de Rusia, el ejemplo que cita el Ejecutivo comunitario es la amenaza en 2015 de prohibir las importaciones de flores procedentes de Países Bajos. Esta maniobra de intimidación ocurrió al mismo tiempo que el Gobierno holandés señaló la responsabilidad de Moscú en el derribo del vuelo de Malasia Airlines MH17 en Ucrania.
Contraataque frente a la intimidación
El nuevo instrumento otorgaría a la Comisión todo el poder para contraatacar de forma rápida y con sanciones contundentes en casos como estos. Las posibles medidas de represalia que contempla el reglamento son muy amplias: recargos arancelarios y cuotas, limitaciones de los derechos de propiedad intelectual, prohibición de acceso a los mercados de capital de la UE o a contratos públicos o veto a la participación en los programas financieros comunitarios.
Uno de los obstáculos tradicionales que impiden a la UE reaccionar de forma rápida ante este tipo de agresiones es la exigencia de unanimidad de los 27 Estados miembros. Bruselas sortea este problema utilizando la política comercial como base jurídica para este nuevo 'bazuca'. Eso permite que sea el Ejecutivo comunitario el que tome todas las decisiones, que sólo podrán ser tumbadas por los Gobiernos por mayoría cualificada.
El reglamento todavía tiene que ser aprobado tanto por los Gobiernos como por la Eurocámara y es previsible que los Estados miembros se resistan a ceder tanto poder a Bruselas. De momento, Francia ha dicho que hará todo lo posible para que el nuevo instrumento se apruebe ya durante su presidencia, es decir, el primer semestre de 2022. "Es hora de que la UE cuente con los medios para afirmar su soberanía cuando sus intereses son cuestionados por potencias extranjeras", ha dicho el viceministro francés de Asuntos Europeos, Franck Riester.
Sin embargo, otros países como los nórdicos o los bálticos son mucho más escépticos sobre las bondades de este instrumento. No sólo por los poderes omnímodos que concedería a la Comisión, sino también por el riesgo de que se agraven las guerras comerciales y de que la UE acabe vulnerando las reglas multilaterales de la Organización Mundial del Comercio (OMC), de las que se declara principal defensora.
El Ejecutivo comunitario responde que su nuevo 'bazuca' respeta la legalidad internacional y tiene un carácter eminentemente disuasorio. Su objetivo principal es evitar que Washington, Pekín y Moscú recurran a la intimidación económica. Además, se prevé una fase de diálogo y consultas antes de pasar a las sanciones. "Este instrumento nos permitirá responder a los retos geopolíticos de las próximas décadas, manteniendo a Europa fuerte y ágil", ha dicho Dombrovskis.