El vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, durante una rueda de prensa

El vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, durante una rueda de prensa Lukasz Kobus/CE

Macroeconomía Entrevista

Dombrovskis: "España debe mantener una política presupuestaria prudente por su elevada deuda"

El vicepresidente económico recuerda que la Comisión verificará si la reforma laboral y de pensiones se ajustan a los compromisos adquiridos. 

27 noviembre, 2021 05:30
Bruselas

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El vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis (Riga, 50 años), ha tenido una semana ajetreada. En primer lugar, ha sido el encargado de repartir las notas que el Ejecutivo comunitario ha puesto a los presupuestos para 2022 de los países de la eurozona. Las cuentas del Gobierno de Pedro Sánchez reciben un aprobado, pero con una recomendación de prudencia extra a la hora de tomar medidas de gasto por el alto nivel de deuda.

Además, Dombrovskis ha presentado un paquete de medidas para reavivar la Unión de los Mercados de Capitales. Un proyecto que se lanzó en 2015 con el objetivo de reducir la dependencia de las empresas de la UE respecto a la banca y facilitar fuentes de financiación alternativas. Pero han transcurrido seis años y los mercados de capitales europeos siguen enormemente fragmentados. En una entrevista con EL ESPAÑOL y otros medios europeos, el vicepresidente económico desgrana el contenido de sus propuestas.

¿Se observa ya que las empresas de la UE acuden más a los mercados para financiarse en lugar de confiar sólo en la banca?

Todavía no hemos visto ese gran cambio, por eso debemos seguir trabajando. Lograr esa transición hacia una mayor cuota de financiación en los mercados de capital requerirá más esfuerzos. Por eso, seguiremos planteando más propuestas en 2022 y seguimos escuchando las sugerencias de empresas e inversores para ver cómo facilitar este proceso. En la UE, aproximadamente el 80% de la financiación de las empresas procede de los bancos y el 20% de los mercados de capitales. En Estados Unidos, la proporción es la contraria. Claramente, hay margen para la mejora.

¿Por qué son tan lentos los avances en la Unión de los Mercados de Capitales?¿Cuál es el problema?

La Unión de Mercados de Capitales no es algo que se pueda construir en un año o en un día, requiere un esfuerzo continuo. Hay una serie de razones y costumbres arraigadas que explican por qué la financiación bancaria es dominante en la economía europea, en comparación por ejemplo con Estados Unidos, donde los mercados de capital juegan un papel mucho más importante. Y estas tradiciones no van a cambiar de un día para otro.

Pero al mismo tiempo, nos parece beneficioso tener una mayor diversificación de las fuentes de financiación para las empresas europeas y un mayor peso de los mercados de capital. Por eso, hemos aprobado varios paquetes de medidas para hacer frente a los obstáculos que nos encontramos. Es cierto que todavía persiste la fragmentación y problemas para la inversión transfronteriza. Muchos inversores consideran que la armonización de los marcos de insolvencia es un factor muy importante para invertir en las empresas de otros Estados miembros.

¿Hasta qué punto este paquete de medidas ayudará a reducir la dependencia de la UE respecto a la City de Londres?

En primer lugar, vale la pena subrayar que nosotros seguimos abiertos a la inversión y al capital procedente de fuera de la Unión, incluyendo también la City. Pero al mismo tiempo queremos desarrollar los mercados de capitales dentro de la UE y favorecer la integración, porque actualmente no están ni plenamente desarrollados ni tampoco integrados.

En todo caso, la Unión de los Mercados de Capitales es un proyecto anterior al brexit. El primer plan de acción lo lanzamos en 2015, antes de la marcha de Reino Unido, y su principal objetivo no ha cambiado. Pero el hecho de que el que era el principal mercado de capitales de la UE se haya marchado mientras tanto, añade claramente un sentimiento de urgencia a la necesidad de desarrollar nuestros propios mercados de capital y nuestra propia infraestructura de mercados de capital.

¿Cuál será el papel de los bonos Next Generation en la Unión de los Mercados de Capitales? ¿Propondrá la Comisión convertirlos en un instrumento permanente, no sólo como herramienta anticrisis sino también como activo europeo seguro?

Eso va más allá de las medidas que hemos puesto sobre la mesa. El acuerdo sobre el fondo Next Generation se alcanzó bajo la condición de que se trata de una iniciativa puntual y excepcional. Pero dicho esto, los bonos Next Generation van a quedarse entre nosotros durante décadas, así que desde ese punto de vista contribuirán a la Unión de los Mercados de Capitales al brindar un activo europeo seguro.

En cuanto a los prespuestos para 2022, ¿cuáles son las recomendaciones de la Comisión para España?

Nuestra recomendación para los países con una deuda pública elevada, como España, es mantener una política presupuestaria prudente, que tenga en cuenta los riesgos para la sostenibilidad de la deuda. Hemos dado directrices diferenciadas para los países con alta deuda y para los países con un nivel bajo de riesgo. Por lo que se refiere al conjunto de la eurozona, recomendamos para el el año que viene una posición fiscal modestamente expansiva.

También hemos verificado si los planes presupuestarios preservan la inversión financiada con fondos nacionales, lo que sí ocurre en el caso de España. Y si se utilizan adecuadamente los fondos europeos Next Generation para financiar inversión adicional, lo que también hace España. Finalmente, hemos recordado la importancia de la composición de las finanzas públicas y la calidad del gasto público. Este año no hemos hecho un análisis cuantitativo porque no hemos fijado objetivos de déficit (el Pacto de Estabilidad seguirá suspendido en 2022), nuestra evaluación es cualitativa.

¿Qué le parece el actual debate en España sobre las reformas laboral y de pensiones? ¿Le preocupa que se retrasen por los desacuerdos entre los interlocutores sociales y dentro del Gobierno? ¿O que se limiten a una derogación de reformas anteriores apoyadas por Bruselas? ¿Lo aceptaría la Comisión?

Por lo que se refiere a la agenda de reformas estructurales, la Comisión ya ha aprobado el plan de recuperación y resiliencia de España, que establece el esquema general de estas reformas. Ahora estas reformas se están discutiendo y no voy a hacer comentarios sobre este proceso de discusión. Pero el plan de recuperación fija hitos y objetivos claros, y la Comisión los utilizará a la hora de evaluar los progresos de España en la ejecución del plan.