Nadia Calviño "rechaza de plano" las acusaciones de la Comunidad de Madrid de que el reparto de fondos europeos sea arbitrario. La vicepresidenta primera del Gobierno considera que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso se equivoca al llevar el tema ante el Tribunal Supremo, sobre todo porque le resulta "sorprendente" que "una Autonomía cuya única política es bajar impuestos reclame ahora más fondos". 

Las palabras de Calviño llegan después de que la Comunidad de Madrid denuncie que el Ministerio de Trabajo haya destinado más fondos a en un proyecto a Navarra fuera de las conferencias sectoriales. Un proyecto "con una dimensión pequeña" en palabras de la vicepresienta, que ha generado una "actitud que no se corresponde con lo estamos viendo con el resto de las regiones", ha sentenciado. 

Según ha explicado, Madrid habría recibido ya 1.200 millones de euros tras "acordarlo con el resto de las comunidades autónomas en las distintas conferencias sectoriales cuyas reglas han sido acordadas entre todos". Por tanto, dice, estamos ante una "reclamación que no es pertinente". Por ello, pide no desperdiciar una "oportunidad histórica" que nos va a permitir tener una salida de la crisis distinta de la financiera. 

Polémica de Garzón

Palabras de la vicepresidenta en Julia en la Onda, de Onda Cero, en donde ha insistido en que la ejecución de los fondos europeos va a "buen ritmo", lo que va a permitir "que no se desperdicie ni un euro". 

También ha hablado Calviño de la polémica generada en torno a las palabras del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre el sector ganadero y la calidad de la carne que se exporta procedente de las granjas industriales. Según ha dicho, estamos ante "una polémica artificial porque el apoyo del Gobierno al sector es claro y trabajamos mano a mano con ellos para que sea cada vez más eficiente y competitivo". ¿Conclusión? "Ha llegado la hora de pasar página", ha sentenciado. 

Acerca del aumento de la inflación, la vicepresidenta cree que estamos ante un fenómeno transitorio que conviene vigilar. Su mayor preocupación es el precio de la energía, y el impacto que puede tener el aumento de los costes energéticos en las empresas porque "eso afecta a su competitividad" a largo plazo. 

Eso sí, se muestra confiada en que el año sea bueno para el crecimiento económico. Resta importancia a las revisiones a la baja que se han visto en las últimas semanas sobre la economía española, sobre todo porque la mayor parte de los indicadores "reflejan positivismo en el consumo, la inversión industrial, etc.".