La Unión Europea ha denunciado este jueves a China ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por amedrentar a Lituania con represalias comerciales ilegales. El Gobierno de Pekín empezó a bloquear los productos lituanos en diciembre como castigo por la apertura en Vilnius de una oficina diplomática de Taiwán, territorio sobre el que China reclama su soberanía.
Bruselas sostiene que las prácticas comerciales de China contra Lituania son "discriminatorias y contrarias a las reglas de la OMC". Estas represalias perjudican a los exportadores, no sólo de Lituania sino de otros países europeos, ya que afectan también a productos que tienen componentes lituanos exportados a China desde otros Estados miembros.
Los intentos de resolver la disputa a nivel bilateral entre Bruselas y Pekín han fracasado, por lo que la UE ha decidido llevar el caso a la OMC. La primera etapa del procedimiento supone una fase de "consultas" entre los dos bandos. Si el diálogo no da resultados en un plazo de 60 días, la UE puede pedir un panel de arbitraje a la Organización Mundial del Comercio para que dictamine quién tiene la razón.
"Permítanme ser claro: estas medidas son una amenaza para la integridad del mercado único de la UE. Afectan al comercio dentro de la UE y a las cadenas de suministro de la UE. Y tienen un impacto negativo en la industria de la UE. Por eso estamos dando un paso al frente para defender nuestros derechos", ha explicado el vicepresidente económico de la Comisión y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis.
Desde el 1 de diciembre de 2021, sin previo aviso ni al Gobierno de Vilnius ni a la UE, las aduanas chinas están prohibiendo las importaciones lituanas al mercado chino. Los sectores farmacéutico, electrónico, de la alimentación y del láser son los más afectados. A ello se suma que las empresas chinas están cancelando pedidos de Lituania y que Pekín también está recortando sus exportaciones a Lituania.
Además, China está alentando a las empresas multinacionales a abandonar el uso de componentes lituanos en su producción, con la amenaza de imponerles también restricciones a la importación. De hecho, las propias estadísticas aduaneras de Pekín informan de una caída del 91 % en el comercio de Lituania a China en diciembre de 2021 en comparación con diciembre de 2020.
"Nos hemos puesto en contacto con China a través de diferentes canales para discutir esta situación y encontrar una solución. Desafortunadamente, hasta ahora no hemos encontrado esa solución y las prácticas coercitivas de China contra Lituania y contra los exportadores de otros países que tienen contenido lituano en sus cadenas de producción continúan", ha lamentado Dombrovskis.
"China es nuestro principal socio comercial. China también es un socio vital para los objetivos globales de la UE, como la acción climática, que requieren un enfoque colectivo. Valoramos esta relación y queremos mantenerla y profundizarla. Sin embargo, nuestra relación requiere respeto mutuo. Deberíamos poder hablar de temas difíciles. Y trabajar juntos para resolverlos", ha insistido el vicepresidente del Ejecutivo comunitario.
En todo caso, la denuncia ante la OMC tardará años en resolverse. Bruselas espera que esta disputa sirva para acelerar la aprobación por parte de la Eurocámara y los Gobiernos del nuevo instrumento de política comercial propuesto el pasado diciembre, cuyo objetivo es defenderse mejor en "un entorno geopolítico cada vez más conflictivo". Este 'bazuca' permitirá responder de forma rápida y contundente a las agresiones económicas que pretenden alterar las políticas comunitarias.
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