Bruselas

La invasión rusa de Ucrania y las sanciones masivas impuestas a Moscú como represalia tendrán un "impacto severo" en la economía de la Unión Europea, justo cuando empezaba a recuperar el impulso tras la crisis de la Covid-19. Así lo admiten los ministros de Economía de los 27, que han discutido este martes en Bruselas una "estrategia económica coordinada" para amortiguar las consecuencias de la guerra, en particular el fuerte aumento de los precios de la energía y de algunos productos alimentarios.

El vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, ha invitado a todos los Estados miembros a que soliciten los créditos que tienen adjudicados del fondo Next Generation con el fin de minimizar el golpe de la crisis y acelerar las inversiones en energías renovables, una de las principales vías para lograr la independencia respecto al gas ruso. Un llamamiento que ha repetido también el ministro francés de Finanzas y presidente de turno del Ecofin, Bruno Le Maire

"Todavía quedan 200.000 millones de euros disponibles en préstamos, que los Estados miembros pueden solicitar hasta agosto de 2023 para financiar más inversiones y reformas. Esa es una cantidad enorme que puede usarse para responder a algunos desafíos que surgen del conflicto. Por ejemplo, para acelerar el desarrollo de las energías renovables", ha dicho Dombrovskis en la rueda de prensa final del Ecofin.

El vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, y el presidente del Ecofin, Bruno Le Maire, durante la rueda de prensa de este martes UE

"Existen los fondos necesarios, porque quedan 200.000 millones de créditos que no han sido utilizados y que están a disposición de los Estados miembros", ha insistido Le Maire. Francia (con el apoyo de Italia y España) quería crear un nuevo fondo de recuperación para invertir en energía y defensa, pero ha tenido que dar marcha atrás ante la oposición de Alemania y los 'frugales'

Calviño prepara su solicitud

Un gran número de Estados miembros, entre ellos España, sólo han activado hasta ahora la parte de las subvenciones del fondo de 800.000 millones Next Generation (que se aprobó en julio de 2020 en respuesta a la crisis de la Covid-19), con el fin de no engordar todavía más su elevada deuda pública. Eso hace que todavía queden por solicitar los 200.000 millones en créditos a los que se han referido Dombrovskis y Le Maire, de los cuales 70.000 millones corresponden a nuestro país.

La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha anunciado en Bruselas que solicitará estas ayudas a mediados de año, con su correspondiente plan de inversiones y reformas actualizado. "Ya tenemos en marcha los programas y las inversiones y los proyectos estratégicos correspondientes a las transferencias. Y en los próximos meses vamos a solicitar los créditos que están asignados a España para poder seguir avanzando en esta línea, para poder hacer frente a la doble transición verde y digital", ha asegurado.

España tiene asignados un total de 140.000 millones de fondos Next Generation, pero sólo ha pedido los 70.000 millones correspondientes a las subvenciones a fondo perdido, y ha recibido hasta ahora dos tramos por valor de 19.000 millones. El 40% de este dinero ya estaba consagrado a la transición ecológica en el plan de recuperación español, según ha destacado la vicepresidenta.

El comisario Paolo Gentiloni conversa con el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, durante el Ecofin de este martes UE

Durante la reunión del Ecofin, Calviño ha vuelto a pedir a sus socios un acuerdo urgente para desligar el precio de la electricidad del del gas y se ha mostrado convencida de que se alcanzará una solución en la cumbre que se celebra la semana que viene en Bruselas. "Yo confío en que en las próximas semanas se va a producir una respuesta positiva por parte de la UE que nos permita inmediatamente topar los precios en los mercados mayoristas", ha indicado.

La vicepresidenta primera ha reclamado además a la Comisión que vigile que las ayudas públicas nacionales a las empresas más golpeadas por la guerra no distorsionan el mercado único. También ha pedido acelerar los acuerdos comerciales con Mercosur, Chile y México para encontrar suministros agroalimentarios alternativos a los de Rusia y Ucrania.

No habrá recesión

"La incertidumbre sigue siendo muy alta, lo que hace imposible evaluar de forma fiable el impacto económico (de la guerra) en este momento. Pero está claro que el crecimiento sufrirá un impacto severo", ha explicado Dombrovksis. La Comisión Europea pronosticó en febrero un crecimiento del 4% para el conjunto de la UE en 2022, pero admite que esta cifra ya no es realista. Su escenario central es que la expansión económica va a ralentizarse considerablemente, pero que no habrá una recaída en recesión.

Además de los créditos de Next Generation, Dombrovskis ha señalado que los Estados miembros todavía pueden recurrir a sus presupuestos nacionales para ayudar a las empresas y los hogares más golpeados por la crisis, ya que el Pacto de Estabilidad sigue suspendido este año. Para 2023, el plan original era volver a aplicar las reglas que obligan a reducir el déficit y la deuda. Pero la decisión final se ha aplazado a finales de mayo o principios de junio y podría reconsiderarse si el impacto de la guerra es mayor del previsto.

El ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, durante el Ecofin de este martes UE

Por su parte, Le Maire ha explicado que la estrategia común aprobada por el Ecofin se basa en tres pilares. En primer lugar, proporcionar ayuda de emergencia a los hogares más afectados por la subida de los precios de los carburantes, en particular bajo la forma de descuentos. El segundo pilar consiste en otorgar ayudas selectivas a las empresas más golpeadas por el encarecimiento del gas y que están expuestas a las competencia internacional o al mercado ruso.

Estas ayudas podrán adoptar la forma de subvenciones directas, préstamos garantizados por el Estado o créditos con tipos reducidos, según ha explicado a los ministros la vicepresidenta de la Comisión y responsable de Competencia, Margrethe Vestager. Finalmente, el Ecofin se ha comprometido a acelerar la independencia energética respecto a los combustibles fósiles que ahora se importan de Rusia.

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