El G7, en un comunicado, se ha sumado a la iniciativa que anteriormente puso sobre la mesa la Comisión Europea. Es decir, que va a “prohibir o eliminar gradualmente las importaciones de petróleo ruso”. En el caso de CE, sus metas son dejar el crudo ruso en seis meses, y el refinado, en 2023. Estados Unidos ya había prohibido su importación.
En dicho comunicado, que ha recogido la agencia AFP, se dice que la medida “implicará un duro golpe a la principal arteria de la economía de Putin y le negará los ingresos que necesita para financiar su guerra”.
"Nos aseguraremos de hacerlo de manera oportuna y ordenada, y de manera que brinde tiempo para que el mundo obtengasuministros alternativos", añade el texto.
Dicho documento no recoge cuáles han sido los compromisos específicos de cada uno de los países que componen el G7: Francia, Alemania, Canadá, Italia, Japón, Gran Bretaña y Estados Unidos. En esta reunión, la tercera que llevan a cabo los países en el presente año, estuvo presente por videoconferencia el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.
La medida se toma en un día que coincide con el final de la II Guerra Mundial en Europa. Justo un día antes de que Rusia celebre, a su vez, la victoria de la URSS sobre la Alemania nazi.
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