El Ministerio de Hacienda ya ha puesto en marcha la maquinaria para elaborar los Presupuestos Generales del Estado de 2023. Se trata de unas Cuentas que contarán con el incremento de algunas partidas, como las de pensiones (por su vinculación al IPC) y Defensa (por los compromisos con la OTAN). En este escenario, el Ejecutivo no descarta volver a romper el récord de techo de gasto por tercer año consecutivo

Los Presupuestos de 2021, los primeros en vigor desde las Cuentas de Cristóbal Montoro de 2018, ya fueron históricos en este sentido. Rompieron el récord de techo de gasto de años precedentes, llegando a los 196.097 millones de euros. 

Para el presente 2022, el récord de techo de gasto se volvió a romper, alcanzando los 196.142 millones. ¿Es posible que el límite previsto para el gasto público en los Presupuestos de 2023 vuelva a superar a sus predecesores? Por lo pronto, desde Hacienda no lo descartan. Aunque también indican que es pronto para dar una respuesta clara al respecto.  

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La clave está en que, de cara al próximo año, el equipo de María Jesús Montero tendrá que hacer hueco presupuestario a más gasto estructural. Por un lado, está el incremento que por ley tendrán que experimentar las pensiones después de que su evolución se haya ligado a la inflación. 

Si los precios subieran de media un 7% en 2022 (una cifra que podría no estar desencaminada teniendo en cuenta la evolución del IPC), el Banco de España calcula que España tendría que desembolsar unos 12.600 millones de euros más en 2022

Hay otro gasto que aumentará de forma estructural, y será el de Defensa. España tiene que dar cumplimiento a su compromiso de llevar la inversión en este área al 2% del PIB, el doble que ahora.

Según el Programa de Estabilidad enviado a Bruselas por el Gobierno, esta hoja de ruta se iniciará en los Presupuestos de 2023 con un incremento del gasto en Defensa de dos décimas de PIB, más de 2.400 millones de euros

Es decir, que Hacienda tendrá que hacer hueco a, al menos, 15.000 millones de gasto estructural más. Y eso para empezar. Habrá más subidas del gasto público. Entre otras causas, por los incrementos salariales de funcionarios y empleados públicos, que Función Pública tiene que negociar con los sindicatos.  

Además, el Ministerio añade que “uno de los criterios de asignación de recursos en las cuentas públicas serán las medidas para proteger a los consumidores y a los sectores más afectados por el alza de precios provocado por la guerra”. Es decir, que habrá iniciativas adicionales contra la inflación en 2023

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¿Es sostenible este incremento del gasto? Depende. El Gobierno asegura que va a mantener, y potenciar, la rebaja del déficit público en los próximos años. En 2022, bajará casi dos puntos de PIB, hasta quedarse en el 5% del PIB.

En 2023, la previsión es que la reducción del déficit sea menor, para quedarse en el 3,9% del PIB. Si el Ejecutivo quiere mantener esta proyección, no puede tirar de déficit para aumentar del gasto

Por ello, para conservar esta senda de reducción de los 'números rojos' e incrementar el gasto, los ingresos públicos serán fundamentales. En estos momentos, también están en cifras de récord

Hasta abril, según los datos de la Agencia Tributaria, los ingresos fiscales crecieron un 18,1% anual, hasta los 85.922 millones de euros, impulsados sobre todo por el IRPF (las retenciones del trabajo) y el IVA.

Cotizaciones

También los ingresos por el lado de la Seguridad Social experimentan buena salud. La buena marcha del mercado laboral está llevando a que las cotizaciones estén experimentando una subida del 7,4% interanual

Sin embargo, la incertidumbre que genera el impacto de la guerra en Ucrania, la crisis energética y el recrudecimiento de la Covid en China generan muchos interrogantes sobre si estos ingresos públicos se podrán mantener. Sobre todo, teniendo en cuenta que el Estado afrontará un incremento inesperado de los gastos a lo largo de ese año.

¿Por qué? El escudo social levantado para limitar el impacto económico del conflicto en Europa del Este se prorroga al menos tres meses. Esto significa mantener la rebaja fiscal de los impuestos eléctricos y la bonificación de los combustibles, así como la mejora de prestaciones como el bono social o el ingreso mínimo vital (IMV). 

Además, el Gobierno no descarta la idea de que estas medidas se tengan que mantener todo 2022, como se hará con la subida del 15% de las pensiones no contributivas pactada con EH-Bildu. 

Fiscalidad

Por otro lado, normativamente, los próximos Presupuestos son un lienzo en blanco. De hecho, Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, considera que las Cuentas son el espacio adecuado para discutir una fiscalidad "adicional" a las eléctricas y otra "especial" para gas y petróleo.

Con todo, María Jesús Montero había descartado cambios tributarios (concretamente, la gran reforma fiscal que maneja el Ejecutivo) mientras durara el contexto de la guerra en Ucrania

Por ello, no hay nada cerrado para los Presupuestos de 2023. Hacienda espera poder presentar el primer paso de su elaboración, el techo de gasto, antes de que termine julio. Hasta entonces, la incertidumbre permanece. 

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