El edificio que alberga la sede del INE en una imagen de rachivo.

El edificio que alberga la sede del INE en una imagen de rachivo. Angel Baltanás y Francisco Molinos.

Macroeconomía

El Gobierno nombrará nuevo presidente del INE "lo antes posible" y aprobará en julio su nueva organización

El Ejecutivo trata de recuperar el control de la institución y teme el daño reputacional que está sufriendo. 

29 junio, 2022 02:26

Bajan revueltas las aguas del Instituto Nacional de Estadística (INE). La dimisión de su presidente, Juan Rodríguez Poo, ha hecho saltar por los aires los planes del Gobierno y de la propia institución. Ante este hecho, el Gobierno ya tiene clara cuál va a ser su hoja de ruta en las próximas semanas para recuperar el control: lo primero, encontrar un nuevo presidente "lo antes posible"; y lo segundo, aprobar antes del verano el nuevo Estatuto de estructura y funcionamiento del INE. 

Así lo explican las fuentes del Gobierno consultadas por este diario, quienes explican que un organismo como el Instituto Nacional de Estadística no puede estar descabezado durante mucho tiempo. Ahora bien, fuentes del interior del INE aseguran a EL ESPAÑOL-Invertia que no va a ser sencillo encontrar un relevo a Rodríguez Poo. 

Según explican el puesto de presidente del INE se habría ofrecido ya a varios candidatos de renombre; sin embargo, todos habrían declinado la oferta. ¿El motivo? No quieren poner en marcha el nuevo indicador que reclama el Ministerio de Economía: el Indicador Diario de Actividad (IDA). Una especie de PIB que permita ver cómo evoluciona la economía día a día y que, según su criterio, es más fiable que los datos trimestrales que conocemos actualmente. 

[OPINIÓN: El INE no es la única institución que quiere tomar el INE: el TC también y sin el consenso de Feijóo]

Desde Economía niegan la mayor. Recuerdan que el INE tiene sus procedimientos, y que en este momento, se ha abierto un proceso de selección. Por tanto, cierran la puerta a ofertas previas, como también a que el nombre elegido sea el de Israel Arroyo, hasta hace unos días número dos de José Luis Escrivá. 

Sea como sea el nerviosismo dentro del INE es máximo. Muestra de ello es el duro comunicado remitido por la Asociación de Estadísticos Superiores del Estado (AESE) en el que destacan que la salida de Rodríguez Poo "podría ser interpretado por la sociedad como un ataque a la independencia" de la organización. 

Un adiós que vendría motivado por su oposición a la puesta en marcha del IDA, también por el rifi rafe constante que ha mantenido con miembros del Gobierno sobre la fiabilidad de datos como el PIB o el propio IPC. 

Pese a que desde el propio Gobierno tratan de poner paños fríos a este 'asalto' al INE, otras fuentes del mismo Ejecutivo aseguran a este diario que los días del Rodríguez Poo estaban contados. "Se va antes de que lo echemos", insisten. 

El Estatuto

La segunda parte de la hoja de ruta en el INE pasa por el consejo de ministros. Allí, antes del verano, (aunque podría ser incluso el próximo martes) se quiere aprobar el nuevo Estatuto de estructura y funcionamiento. 

El objetivo de esta reforma es actualizar la organización actual que data del año 2001 con la idea de "reforzar sus capacidades y adaptarlas a las nuevas necesidades y modelos de trabajo", según explicaba el Ministerio de Economía en la nota de prensa remitida tras conocer la dimisión de Rodríguez Poo. 

La nueva estructura contempla aglutinar todos los productos estadísticos en dos direcciones generales: la dirección general de Estadísticas Económicas y la dirección general de Estadísticas de la Población. 

Por otro lado, se creará una dirección general de Planificación de Estadísticas y Procesos, que "busca armonizar los tratamientos estadísticos y facilitar una infraestructura común que permita un desarrollo estandarizado, eficiente y de calidad de los productos y servicios estadísticos". 

El nuevo Estatuto que aprobará el consejo de ministros contempla la creación de una subdirección general de Formación e Impulso a la Investigación que "reforzará la colaboración con el mundo de la investigación". Por último, se creará la Unidad de Grandes Empresas, que permitirá "obtener datos coherentes procedentes de los grupos multinacionales para la elaboración de estadísticas". 

Una transformación radical en la que Economía lleva meses trabajando, y que desligan por completo del adiós de su presidente. Sin embargo, en el entorno del ya expresidente del INE insisten en que todo está relacionado. La preocupación es máxima, y el descrédito a la figura de la institución cada vez mayor.