Bruselas

Si no puedes con tu rival, únete a él. Esa es la conclusión a la que han llegado los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete tras debatir este jueves en Bruselas el impacto del plan de 369.000 millones de dólares de subsidios para la industria verde de Joe Biden, la conocida como Ley de Reducción de la Inflación.

El dopaje masivo de Estados Unidos a sus empresas "amenaza con acabar con la igualdad de condiciones y discriminar a las compañías europeas, por ejemplo a través de desgravaciones fiscales y subsidos a la producción", según el diagnóstico de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.

Una exclusión que el Gobierno de Pedro Sánchez teme que podría golpear de lleno al sector automovilístico y de renovables en España, punteros en la transformación verde.

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Pese a la promesa de Biden de hacer "ajustes" en su plan, Von der Leyen asume ya que lo máximo que podrá lograr son algunas exenciones para la UE. Así que los líderes europeos han dedicado su reunión en Bruselas a discutir el 'plan B': desplegar en la UE un plan de reindustrialización verde similar al de Estados Unidos.

"Necesitamos una respuesta para mantener una competencia justa y defender nuestros principales proyectos, en particular sobre tecnologías verdes y tecnologías del futuro en Europa. Esto significa avanzar más rápido, simplificar nuestras reglas y tener una cantidad de ayuda (a nivel europeo y nacional) que sea equivalente a lo que están haciendo los estadounidenses", sostiene el presidente francés, Emmanuel Macron.

El presidente francés, Emmanuel Macron, atiende a la prensa durante la cumbre de este jueves en Bruselas UE

Como casi siempre en la UE, el principal problema es precisamente quién paga. La presidenta de la Comisión ha planteado crear un fondo soberano europeo, para lo que anuncia una propuesta legislativa en verano de 2023. Pero Alemania y Holanda ya han dejado claro que nunca aceptarán un nuevo instrumento común para impulsar la industria verde, siguiendo el modelo de Next Generation.

Sánchez no renuncia a seguir presionando a Berlín y La Haya para que rectifiquen y apoyen una nueva emisión de deuda común europea. El Gobierno de Olaf Scholz está inyectando mucho dinero a sus compañías y se necesita un instrumento europeo para los países que no tienen margen de maniobra presupuestaria. De lo contrario, peligra la supervivencia del mercado único, explican fuentes gubernamentales.

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Sin embargo, esta cuestión no es tan acuciante en el caso de España gracias a los 70.000 millones de subvenciones Next Generation que tiene adjudicadas. El problema no es el dinero sino cómo gastarlo. Y aquí el principal obstáculo son las reglas de la UE que limitan las ayudas públicas.

Unas restricciones que afectan de lleno al despliegue de los fondos europeos, hasta el punto de bloquearlos, señalan las fuentes consultadas. El ejemplo más claro es el PERTE del coche eléctrico, que preveía ayudas de 3.000 millones pero sólo se han podido adjudicar 877 millones.

Pedro Sánchez conversa con Ursula von der Leyen durante la cumbre con la ASEAN de este miércoles UE

Por eso, el presidente del Gobierno pide a la UE que relaje las reglas sobre ayudas públicas, flexibilice los requisitos y amplíe el calendario con el fin de poder gastar más rápido los fondos Next Generation, aseguran en Moncloa. De esta manera, Bruselas se equipararía con Washington, mucho más ágil y veloz a la hora de regar de dinero a sus empresas.

Von der Leyen ya se ha comprometido a realizar un ajuste temporal de las reglas sobre ayudas públicas, que pasaría por simplificar las condiciones para el despliegue de energías renovables o la descarbonización de los procesos industriales. También se autorizarán con más rapidez las subvenciones a nuevos proyectos en cadenas de producción estratégicas de tecnologías verdes. El objetivo es que los cambios están en vigor a principios de 2023.

En el debate en el Consejo Europeo, los jefes de Estado y de Gobierno han coincidido en la necesidad de que la UE desarrolle su propia estrategia para defender la base económica, industrial y tecnológica de Europa. Una estrategia para responder a los altos precios de la energía, acelerar la doble transición digital y verde y reducir las dependencias estratégicas.

Los corresponsales europeos, en la sala de prensa esperando a los resultados de la cumbre UE

Con estos objetivos, los líderes europeos han encomendado a Von der Leyen que haga propuestas en enero de 2023 sobre qué herramientas nacionales y de la UE habría que movilizar y sobre cómo mejorar las condiciones para la inversión. Los Veintisiete también invitan a la Comisión a presentar una estrategia para impulsar la competitividad y productividad de Europa a principios de 2023.

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