Bruselas

Los ministros de Economía de la eurozona encaran el nuevo año con mucho más optimismo que el que se respiraba las últimas semanas de 2022. La debacle económica en invierno que pronosticaban para Europa la mayoría de los analistas no se ha materializado. Al contrario, los últimos indicadores en materia de precios y de empleo son más positivos de lo que se esperaba. La UE resiste bien al embate de la crisis energética y de la guerra en Ucrania, según se ha constatado en la reunión del Eurogrupo celebrada este lunes.

"La situación económica todavía es incierta, pero tenemos algunas noticias alentadoras. Hemos logrado reducir nuestra dependencia energética, los precios de la energía han bajado de forma significativa y la inflación tocó techo a finales del año pasado en Europa. Así que hay una posibilidad de evitar una recesión profunda y quizá sufrir una contracción más superficial y limitada", ha resaltado el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni.

El resultado final dependerá mucho de las políticas económicas que despliegue la UE en 2023, avisa Gentiloni. A su juicio, la prioridad debe ser acelerar la puesta en práctica de los planes de recuperación y los fondos Next Generation; encontrar un acuerdo rápido para relajar el Pacto de Estabilidad; impulsar la inversión y la competitividad de la economía europea y mejorar la coordinación de las políticas de los Estados miembros.

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"Soy bastante optimista de que podremos lograr este resultado de limitar las consecuencias de la crisis", ha dicho Gentiloni.

Un diagnóstico que también comparte el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis. "Claramente estamos viendo algunos signos positivos. El mercado laboral europeo sigue siendo muy fuerte y hay también algunas señales de que la inflación podría haber tocado techo. Pero debemos mantener la vigilancia porque todavía debemos navegar un periodo difícil", ha señalado.

Los dos dirigentes han vuelto a reclamar a los Gobiernos europeos que pongan fin a las ayudas energéticas generales para toda la población y las sustituyan por medidas selectivas concentradas en los sectores más golpeados por la crisis. Una transición necesaria para contener la inflación y también para "evitar un aumento del gasto público".

"La situación económica de la UE es mejor que lo previsto, con resultados económicos que son más positivos de lo previsto. Creo que es una buena noticia y el signo de la solidez de la economía europea. La economía francesa, por ejemplo, resiste bien en este inicio del año 2023. Nuestra prioridad ahora es continuar luchando contra la inflación", ha destacado el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire.

También la vicepresidenta primera y responsable de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha presumido de los buenos resultados de España. "La economía española está mostrando una notable fortaleza y resiliencia en este contexto internacional tan complejo. Todas las previsiones apuntan a un crecimiento en 2022 superior al 5% y todas coinciden también en que España será uno de los motores del crecimiento económico en Europa en este ejercicio 2023", sostiene Calviño.

La vicepresidenta primera ha explicado además a sus socios del Eurogrupo el último paquete de medidas anticrisis adoptado por el Gobierno de Pedro Sánchez a finales del año pasado. Unas medidas que "han logrado, junto con la bajada de los precios de la energía en los mercados internacionales, bajar la inflación en España en cinco puntos en cinco meses", ha resaltado Calviño.