El presidente del Gobierno ha clausurado el Foro Económico España-Marruecos, como primera actividad de su visita a Rabat, para la Reunión de Alto Nivel (RAN) con el Gobierno marroquí. Pedro Sánchez ha destacado la "inmensa cantidad de oportunidades" que se abren para las empresas españolas "en el proceso de transformación y reformas" que, ha dicho, está impulsando Rabat. Y para ello, ha anunciado la creación de un fondo de 800 millones de euros "para financiar inversiones de empresas españolas en Marruecos".
Según fuentes del Gobierno, este fondo operará como una herramienta de crédito para que las empresas españolas "puedan competir" en las licitaciones de nuevos contratos públicos que impulse la Administración marroquí.
Esta herramienta duplica al fondo anterior, de 400 millones, que está "a punto de vaciarse", y pretende servir como engrase a la puerta abierta que -por fin- muestra el país vecino a la inversión española en infraestructuras, obra y transportes.
"En un foro como éste", anunciaba Sánchez, "quiero destacar algo muy relevante, como es este nuevo protocolo de financiación, que dotará de recursos a las empresas de nuestro país para nuevos proyectos de interés común hispano-marroquí, que sean ejecutados por compañías españolas".
Además, el presidente admitió que Cofides, compañía público-privada de financiación al desarrollo adscrita a Industria, ha firmado un convenio con el fondo soberano de Marruecos, Ithmar Capital, para "identificar conjuntamente esos proyectos de inversión".
Paralelismo con la Transición
En su discurso, Sánchez ha querido hacer un paralelismo entre la España de la Transición y de la entrada en Europa con las "transformaciones" del Marruecos actual.
En un tono elogioso, el presidente ha hablado de que "sólo hace pocas décadas que España inició ese camino de modernización, similar al que hoy emprende Marruecos, y hablamos desde esa empatía cuando nos referimos al valor de la amistad y de la confianza entre ambos gobiernos".
Pero el jefe del Gobierno español quiso, también, hacer hincapié en una de las principales quejas del empresariado español cuando de invertir en Marruecos se trata: "Un elemento fundamental para eliminar las barreras al comercio y a la inversión es la seguridad jurídica", ha dicho. "Ésa es la herramienta clave de nuestras relaciones económicas".
Curiosamente, ese mismo concepto era el que elegía para quejarse del Gobierno de Sánchez un gran empresario español. En las horas previas al foro, y en conversación con EL ESPAÑOL, este ejecutivo lamentaba los "constantes" cambios de leyes y normativas "de un día para otro" del Ejecutivo.
"Claro que nos interesa este foro, claro que queremos participar de la transformación que impulsa Marruecos. Pero hay un problema", concluye este empresario. "Lo que nos interesa a las empresas es la seguridad jurídica, y si eso ya es difícil en algunos países, ahora ya no lo ofrece ni el Gobierno de España".
Enfado empresarial
Al presidente lo escuchaban, en primera fila, la titular de Industria, Reyes Maroto, y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que viajaba con él en el avión desde Madrid. Maroto llevaba desde mediodía en la reunión empresarial, celebrada en el Hotel Marriott de Rabat. Y antes de dar comienzo el encuentro, a la ministra le había dado tiempo a saludar a Miguel Garrido, vicepresidente de CEOE, que sustituía a última hora a Antonio Garamendi.
El presidente de la patronal había cancelado su visita a la capital marroquí apenas unas horas antes, justo después de que Sánchez anunciara la subida del 8% en el Salario Mínimo Interprofesional. "No tiene nada que ver la ausencia de Garamendi con el enfado", explicaban a este diario fuentes oficiales de CEOE. Pero que hay enfado es evidente.
"Te llaman a una reunión, en teoría para negociar, y te encuentras con que todo está decidido... es más, que el presidente lo anuncia públicamente en el Senado y no puedes hacer nada", añade un alto dirigente de la patronal. "La ley dice que es el Gobierno el que decide, sí. Pero con consulta previa, y hasta el mismo día del anuncio ni siquiera había propuesta concreta de Moncloa".
Efectivamente, tanto las fuentes oficiales de CEOE como la propia ministra Maroto, apuntaban a "cuestiones personales" para justificar el plantón de última hora de Garamendi. Pero, sin duda, en nada ayudó este nuevo episodio, el del SMI.
"Es una más", insiste uno de los grandes empresarios presentes en el foro. "Subidas a los funcionarios, subidas de las cotizaciones, subida del SMI, todo sin diálogo... y luego, mientras te ponen un impuesto a la banca y otro a las energéticas, te señalan con nombre y apellidos para finalmente, exigirte que acuerdes un pacto de rentas. ¡Pero si nos han dejado sin maniobra!".
En ese ambiente, sólo las "oportunidades reales" de negocio que puede abrir esta "nueva etapa de relaciones" entre Marruecos y España le daban valor añadido al foro. Cadenas de valor integradas en la industria textil, en el sector energético, esas nuevas licitaciones en infraestructuras y transportes, el desarrollo de la economía verde, de la transición digital...
Por eso, el discurso de Sánchez acabó a la vez con esperanzas de futuro y con buenas palabras para el empresariado español presente. "Reitero el legítimo orgullo del Gobierno de España ante la decidida apuesta de las empresas españolas en Marruecos. Por el oficio y de solvencia que demuestran, ofreciendo una imagen de una España abierta y ambiciosa para transformar Marruecos".