El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha designado este jueves a la vicepresidenta del Bundesbank, Claudia Buch, como nueva responsable de su departamento de supervisión bancaria. Buch se impone así a la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, que era la otra candidata en liza y contaba con el apoyo de la Eurocámara.
Paradójicamente, la derrota de la candidata española para el BCE refuerza las opciones de la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, en su carrera para convertirse en la nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI). En Bruselas se argumenta que España no podía lograr simultáneamente dos altos cargos tan importantes en la UE, incluso si había presentado a dos candidatas muy buenas.
La elección de la alemana Buch como máxima responsable del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) del BCE despeja además el camino para que Berlín apoye la candidatura de Calviño frente a su gran rival, la vicepresidenta de la Comisión y responsable de Competencia, Margrethe Vestager. La decisión sobre la presidencia del BEI podría adoptarse durante la reunión informal de ministros de Economía de la UE que se celebra el viernes y el sábado en Santiago de Compostela.
[Calviño lidera por la mínima la carrera por la Presidencia del Banco Europeo de Inversiones]
El ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, que como Vestager pertenece a la familia liberal, no ha destapado de momento sus cartas. En una entrevista con Politico, Lindner sostiene que la nueva presidenta del BEI debe preservar la máxima cautela en materia de préstamos. "Para nosotros es importante que el banco mantenga su buena calificación y conserve una base sólida. También vemos margen para mejorar la agilidad del banco y el ritmo de toma de decisiones", ha declarado.
"El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha nombrado hoy a Claudia Buch para el puesto de presidenta del Consejo de Supervisión por cinco años no renovables, tras consultar con el Consejo de Supervisión. Actualmente es vicepresidenta del Bundesbank alemán", ha informado el BCE en un comunicado. La votación fue secreta y la mayoría de gobernadores apoyó a la alemana. Buch sustituirá en el cargo al italiano Andrea Enria a partir del 1 de enero de 2024.
El nombramiento debe ahora ser ratificado por la Eurocámara y formalizado por los Gobiernos de la UE. En esta fase todavía podría haber turbulencias, puesto que el comité de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo escuchó a las dos candidatas a mediados de julio y dictaminó que Margarita Delgado era la mejor cualificada para el cargo. Pese a ello, las fuentes consultadas creen que el nombramiento de Buch saldrá adelante porque también ella cuenta con las cualificaciones necesarias.
Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid, Delgado contribuyó a poner en marcha el mecanismo de supervisión del BCE y ejerció de directora general adjunta entre 2014 y 2018. Antes había ocupado varios cargos dentro del Banco de España desde los que lidió con la crisis bancaria. Como subgobernadora, se ocupa de una amplia gama de temas, entre ellos la estabilidad financiera.
Desde la Gran Crisis Financiera, el BCE supervisa directamente las 109 mayores entidades financieras de los países de la eurozona, que representan casi el 82% del total de los activos bancarios en esos países. Su Consejo de Supervisión esta formado por un presidente, un vicepresidente, cuatro representantes del BCE y representantes de los supervisores nacionales.
Una vez que Margarita Delgado ha sido descartada en el MUS, Calviño gana muchos puntos para convertirse en la nueva presidenta del BEI, cargo para el que ya era la favorita. Su gran rival, Margrethe Vestager, vicepresidenta de la Comisión y azote de las 'Big Tech' estadounidenses, afronta los últimos metros de la carrera lastrada por su enfrentamiento total con Francia y por varios reveses judiciales.
La ganadora debe lograr el apoyo del 68% del capital del banco y de al menos 18 Estados miembros. Eso significa que el voto de calidad lo ostentan los grandes países de la UE: Alemania, Francia e Italia, que tienen cada uno el 18,8% del capital del banco. Sumados a España (11,3%), se quedarían ya muy cerca del umbral del 68%.