La economía de la eurozona se encuentra al borde de la recesión debido al impacto de la inflación, la subida de tipos de interés decretada por el Banco Central Europeo (BCE) y la ralentización económica mundial. El producto interior bruto de la eurozona cayó un 0,1% durante el tercer trimestre del año, frente al crecimiento del 0,2% experimentado durante el segundo trimestre.
En el conjunto de la Unión Europea, la economía se mantuvo en encefalograma plano con un crecimiento del 0,1%, tras el estancamiento registrado entre abril y junio, según la estimación preliminar publicada este martes por Eurostat, la oficina estadística comunitaria.
Entre las grandes potencias de la eurozona, Alemania es la única que experimentó una contracción (-0,1%) entre julio y septiembre, debido particularmente a la caída del consumo de los hogares. En Italia la economía se mantuvo plana durante el tercer trimestre tras la caída del 0,4% en el segundo. Los mejores datos corresponden a Francia (0,1%) y España (0,3%), que no obstante también sufren una ralentización económica.
En paralelo, la inflación de la eurozona cayó con fuerza desde el 4,3% en septiembre al 2,9% en octubre, tras el máximo del 10,6% registrado justo hace un año. Una bajada -mucho más abrupta de la que esperaban los analistas, que habían pronosticado un 3,1%- que se explica sobre todo por la reducción de los precios de la energía y la moderación de alimentos y resto de componentes. El nivel de precios (el más bajo desde julio de 2021) se acerca así al objetivo del 2% que persigue el BCE.
Por su parte, la inflación subyacente -que excluye energía, alimentos, alcohol y tabaco, los elementos más volátiles- también experimenta una bajada aunque menos intensa, desde el 4,5% en septiembre hasta el 4,2% en octubre. Este es un indicador clave para la institución dirigida por Christine Lagarde a la hora de decidir sobre los tipos de interés.
En octubre, los precios cayeron en Bélgica (-1,7%) y Países Bajos (-1%). Entre los grandes países de la eurozona, Italia es ahora el que registra una inflación más baja tras pasar del 5,6% en septiembre al 1,9% en octubre.
La inflación también experimenta una fuerte caída en Alemania, desde el 4,3% en septiembre al 3% en octubre. Lo mismo ocurre con Francia, que pasa del 5,7% al 4,5%. En contraste, en España el IPC armonizado sube del 3,3% al 3,5% y se sitúa por encima de la media de la eurozona, tras muchos meses entre los países con mejores datos.
Si se analizan los principales componentes del IPC de la eurozona, los alimentos son el factor que más ha subido en el último año (aunque se desaceleran desde el 8,8% en septiembre al 7,5% en octubre). En segundo lugar, están los servicios (con una subida del 4,6% en octubre frente al 4,7% en septiembre).
Por su parte, los precios de los productos industriales no energéticos suben un 3,5% en octubre frente al 4,1% en septiembre. Finalmente, la energía cae un 11,1% en comparación con hace un año (frente a un -4,6% en septiembre).
"La economía europea vuelve a desacelerarse en el tercer trimestre. La inflación cayó bruscamente hasta el 2,9% en octubre. Una fase de transición en la que es necesaria cautela en el gasto y apoyo a la inversión", ha escrito el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni, en su cuenta de la red social X.