2024 va a continuar con la tendencia de 2023: la de la desaceleración económica. Así lo indica el Banco de España. La entidad acaba de revisar sus proyecciones macroeconómicas y ha rebajado sus previsiones de crecimiento para el PIB español de los próximos años.
Con todo, mejora la del presente año y es más optimista respecto a la evolución de la inflación, que en 2024 se quedará (según este vaticinio) en el 3,3%, un punto menos que lo que se había previsto.
Será el próximo año cuando más se note el frenazo que sufre la economía española. El ente gobernado por Pablo Hernández de Cos prevé que el crecimiento del PIB sea del 1,7%, dos décimas menos de lo que había previsto hace unos meses, en septiembre, y tres por debajo de la previsión del Gobierno (2%).
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El pronóstico también es peor para 2025, año en el que la economía crecería un 1,9%, una décima menos de lo que había previsto el Banco de España anteriormente. En 2026, el aumento del PIB se moderaría todavía más, al 1,7%.
Las causas de esta rebaja en las expectativas de crecimiento están en la demanda interna, concretamente en el consumo de las familias. Pese a que se mantiene como el principal motor del PIB español, su "desempeño" se va a desacelerar en los próximos años.
Consumidores
Esta moderación se debe a la menor confianza de los consumidores, que la intención de los hogares de hacer compras importantes se ha estancado y que las familias van a recurrir menos a los créditos de consumo.
Además, pese a que se espera que en el futuro mejoren las exportaciones, el Banco de España alerta de que no está claro que se mantenga y sea estructural.
Por un lado, el ente espera que la economía crezca una décima más de lo previsto y que el PIB se eleve un 2,3%, cifra similar a la que había vaticinado el Gobierno.
En esta mejora han tenido mucho ver las revisiones de PIB realizadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que la economía mantiene en el cuarto trimestre una evolución similar a la del tercero (con un crecimiento del 0,3% intertrimestral).
Resiliencia
Respecto a estos pronósticos del PIB, el Banco de España ha considerado que la economía está mostrando cierta resiliencia y que volver a un crecimiento del PIB por debajo del 2% es "más acorde con nuestras tasas de crecimiento potencial, una vez se ha vuelto a los niveles prepandemia", ha indicado Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España.
Pese a ello, el Banco de España vaticina que España acabará 2024 con un déficit del 3,4% de PIB. Es decir, por encima de lo prometido por el Gobierno a la Comisión Europea. En cualquier caso, Gavilán ha aclarado que este pronóstico se produce en un escenario a políticas constantes.
En este entorno, las perspectivas de precios han mejorado. Se espera que la inflación baje un punto el próximo año, hasta el 3,3%.
Hay dos factores para ello. Por un lado, está la relajación de los precios de la energía, que, pese a los vaivenes del petróleo, se espera que continúe el próximo año.
Por el otro, el anuncio de que determinadas medidas del escudo social del Gobierno se van a mantener en 2024 hace que descienda la inflación. Se trata concretamente de la ampliación hasta junio de la rebaja del IVA de los alimentos básicos como de la bonificación de los transportes públicos.
La moderación del incremento de precios sería todavía mayor si las rebajas de los impuestos energéticos se mantuvieran también. Permitirían recortar dos décímas más de inflación. Eso sí, esta medida tendría un coste de al menos 3.000 millones de euros.