“Menos ataques a las empresas”: rotundo mensaje de la asociación de directivos en su encuentro con Sánchez
El presidente del Gobierno continúa con el acercamiento al sector empresarial pese a los ataques que sus propios ministros hacen a las compañías.
24 enero, 2024 02:38Pedro Sánchez continúa tratando de que el Ejecutivo recupere la sintonía con las empresas. El presidente del Gobierno lleva manteniendo encuentros discretos con grandes empresarios desde diciembre. A ellos hay que sumar su asistencia a grandes citas económicas como el Spain Investors Day o el Foro Económico Mundial de Davos. Con todo, en estas citas el sector privado le está transmitiendo un mensaje claro al presidente del Ejecutivo: "No más ataques a las empresas".
Sánchez escuchó estas palabras en un encuentro privado que celebró con la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), una cita a la que asistieron importantes figuras del sector privado como Gabriel Escarrer, presidente del grupo Barceló; el expresidente de CEDE Pau Herrera, y otros miembros de la junta directiva, así como el presidente de CEDE, Isidre Fainé.
En la cita, un almuerzo de trabajo, a petición de Moncloa, Sánchez les trasladó las prioridades de su Gobierno y describió como positiva la evolución de la economía, con previsiones favorables en 2024, según indican desde el gabinete del presidente.
Sin embargo, en el encuentro no sólo habló Pedro Sánchez. Fuentes presentes en el almuerzo explican a EL ESPAÑOL-Invertia que los asistentes también trasladaron sus propias visiones de la situación a Sánchez.
En total, algo más de una veintena de personas que tuvieron ocasión de exponer al presidente del Gobierno sus inquietudes sobre la situación económica actual.
El mensaje más repetido, explican, es que no haya "más ataques a las empresas". Ni desde el punto de vista dialéctico, ni desde el punto de vista de los hechos, a través de impuestos sorpresa o cambios normativos que alteran la hoja de ruta de una empresa y acaban con la previsibilidad que necesitan los inversores.
De hecho, le trasladaron que el Gobierno debería "proteger" a los empresarios y a las empresas ya que generan riqueza y puestos de trabajo. Para ello, explican, insistieron en la necesidad de que exista una verdadera cooperación público-privada.
Cuestión aparte mereció el tema de la presión fiscal. Las modificaciones en las cotizaciones sociales, los impuestos a la banca y las energéticas, el tipo mínimo en sociedades... por mencionar algunos cambios tributarios, son de gran preocupación para empresas y directivos, y así se lo hicieron saber a Pedro Sánchez.
Unos mensajes que fueron escuchados por el presidente del Gobierno y su equipo, y de los que tomaron buena nota, explican las fuentes consultadas. Destacan, además, el clima de cordialidad que hubo en la cita. De hecho, algunos de los directivos presentes agradecieron el hecho de que Sánchez fuera más a escucharles que a explicarles. Un gesto, dicen, que no venía siendo habitual en los últimos tiempos.
Lo cierto es que pese a que Sánchez trata de enterrar el hacha de guerra con los empresarios, su gabinete ministerial no le ayuda precisamente. Sobre todo la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.
La también ministra de Trabajo y Economía Social reclamó la semana pasada limitar los sueldos de los directivos. De hecho, planteó la posibilidad de aplicar medidas fiscales.
A ello se sumó la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera. La también ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España arremetió duramente contra Josu Jon Imaz, CEO de Repsol.
El vasco reclamó en Davos "repensar" el proceso actual de transición ecológica. Por ello, Ribera acusó a Imaz de defender un discurso de "negacionismo" y "retardismo" respecto a la manera en que se está abordando desde Europa la transición energética.
La vicepresidenta añadió que el mensaje del vasco es "crecientemente decepcionante", "demagógico" y "populista".
Cuerpo se reúne con la banca
Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa, en cambio, sí que forma parte de los ministros que tratan de relajar los ánimos con el sector privado. De hecho, el extremeño ya ha comenzado su ronda de reuniones con los principales banqueros del país como primera toma de contacto tras su nombramiento.
El martes mantuvo encuentros a nivel individual con José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, con Carlos Torres, su homólogo en BBVA, y con Antón Arriola, de Kutxabank. Este miércoles se reunirá con Ana Botín, presidenta de Santander, y también con los máximos responsables de Sabadell y Unicaja Banco, Josep Oliu y Manuel Azuaga, respectivamente.
En las reuniones, en las que se están tratando los diferentes temas que están sobre la mesa en el sector bancario, se están celebrando en un tono "agradable", como trasladan fuentes conocedoras de los encuentros a este periódico. Hay que recordar que los banqueros ya conocen a Cuerpo, dado que durante su etapa como secretario general del Tesoro se reunía frecuentemente con el sector.
Estos encuentros van a servir al nuevo ministro para tender puentes con el sector en un momento de tensión por el anuncio del Gobierno de que va a prorrogar el impuesto a la banca un año más con la intención de hacerlo permanente a través de una modificación legislativa este año.
Además, el Ministerio de Economía está trabajando en la creación de la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, que se tramitará por la vía urgente, como aprobó el martes el Consejo de Ministros. El sector bancario ha estado en contra de este proyecto desde el inicio.
Otro tema candente en el sector que atañe al Ministerio de Economía es el futuro de la participación pública del Estado en CaixaBank. El Gobierno tiene el objetivo de desinvertir esta participación, si bien el plazo final para hacerlo se ha alargado en varias ocasiones durante los últimos años.