Según indicó este lunes Raquel Sans, portavoz de ERC, el acuerdo alcanzado con los socialistas permitirá que la Generalitat gestione, recaude e inspeccione todos los tributos que se recojan dentro de las fronteras catalanas. El 100% de ellos. ¿La finalidad? Que Cataluña salga del Régimen Común y tenga su propio concierto económico, similar al que hoy en día tienen País Vasco y Navarra. 

¿Con qué plazos? Por ahora, este detalle no ha sido revelado por los republicanos. Sólo confirman que será gradual. Uno de los primeros pasos se gestará en 2026, cuando la Generalitat, a través de la futura agencia tributaria catalana, sea la que gestione la declaración de la renta de los catalanes correspondientes a 2025.

La portavoz de ERC, Raquel Sans, en rueda de prensa. Lorena Sopêna / Europa Press

Hasta que se geste la citada "soberanía fiscal", la portavoz de los republicanos explicó que Cataluña "pagará al Estado por los servicios que presta a Cataluña" y, adicionalmente, "una cuota de solidaridad" que será "transparente y clara". Eso sí, ha puntualizado, hasta que consigan la "independencia" respecto al propio Estado español.

Pese a que, al cierre de esta noticia, los socialistas catalanes no han hecho consideraciones sobre el preacuerdo, sí que lo ha hecho Moncloa. Según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia, se considera que el pacto "es un éxito político de primera magnitud" y que "es fundamental abrir un tiempo nuevo con Illa". 

Incluso fuentes del Ministerio de Hacienda defienden el pacto entre ERC, que todavía tiene que ser votado y refrendado por su militancia este viernes, y el PSC, aunque admiten que no han tenido acceso a él en detalle. 

Esto resultado paradójico teniendo en cuenta que María Jesús Montero, ministra de Hacienda, siempre se ha negado a dar un concierto para Cataluña. O al menos así era hace dos semanas. 

María Jesús Montero, Teresa Ribera, Pedro Sánchez y Salvador Illa, en un acto del PSC, en Barcelona. Alberto Paredes / Europa Press

En cualquier caso, los pasos para la soberanía fiscal de Cataluña requieren profundos cambios legales. Será necesaria la reforma de la Ley Orgánica de Financiación Autonómica (LOFCA), algo que precisará de la mayoría absoluta del Congreso, no simple.

Estos cambios son clave para ERC. El objetivo es que el nuevo sistema, con Cataluña fuera del régimen común, se mantenga "aunque cambie el Gobierno de España", afirmó Sans. La portavoz de los republicanos indicó que estas acciones tienen una finalidad: "Para preparar nuestro objetivo, que es la independencia, tenemos que estar más fuertes".

Si la Generalitat pasase a gestionar el 100% de los tributos, manejaría más de 50.000 millones de euros cada año, lo que supone el 19,7% de la recaudación tributaria de España.

El impacto del concierto catalán, que tendría su propio cupo (al estilo de País Vasco y Navarra), se haría notar inmediatamente en la financiación autonómica y la solidaridad interterritorial. 

Según los cálculos de Ángel de la Fuente, director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, dotar a Cataluña de concierto propio restaría al sistema de financiación autonómica 2.168 millones de euros de golpe. Y eso como mínimo, teniendo en cuenta que esta información corresponde al Sistema de Cuentas Públicas Territorializadas del Ministerio de Hacienda de 2021. 

El sistema de redistribución autonómica maneja unos 19.499 millones de euros anuales. 10.684 millones corresponden al Estado a través de los Presupuestos Generales del Estado. El resto, 8.815 millones, los aportan de forma neta tres regiones: Madrid (6.313 millones), Cataluña (2.168 millones) y Baleares (334 millones).

Por tanto, Cataluña dejaría un importante agujero en el sistema autonómico, llevándose el 9% del sistema. Y todo esto sin valorar el efecto que puede tener en la recaudación estatal. 

Por otro lado, ya la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) avisó de que un cupo catalán dificultaría la lucha contra el fraude fiscal. Además, la fundación de una agencia tributaria en Cataluña llevaría a que la Agencia Tributaria central perdiera 5.000 efectivos.  

Curiosamente, por ahora en el preacuerdo entre ERC y PSC no ha salido a relucir una de las iniciativas que sirvieron para investir a Pedro Sánchez hace unos meses y que todavía no se han cumplido: la condonación de los 15.000 millones de euros de deuda contraídos por la Generalitat con el Estado.

Claro que, comparado con el concierto económico, ahora esta medida parece una pieza de caza muy menor para los independentistas.