El precio de los alimentos experimenta su caída más pronunciada desde 2020
Su coste se redujo en el séptimo mes del año un 0,39%, si bien siguen un 32,57% por encima de antes de la pandemia de la covid-19.
30 agosto, 2024 02:23La inflación continúa su senda descendente en España, camino del objetivo del 2% marcado por el Banco Central Europeo (BCE). De hecho, el dato adelantado de agosto sitúa la variación interanual del IPC en el 2,2%. Mes a mes esta tendencia es todavía más evidente y llega ya también a los alimentos, cuyo precio experimentó en julio su mayor caída desde 2020.
De acuerdo con los últimos datos del monitor del precio de los alimentos que elabora Eurostat, el coste de estos bienes disminuyó el pasado mes —último dato disponible— un 0,39%. Hay que remontarse hasta 2020, durante los peores meses de la pandemia de la covid-19, para encontrar bajadas de precio más pronunciadas.
La de julio es la segunda caída registrada en lo que va de año, después de la de febrero, cuando el coste de los alimentos se contrajo un 0,11% respecto al mes anterior. Es también la tercera bajada desde 2021 (la primera fue en diciembre de 2023), en un signo de que el fin del fuerte proceso inflacionario vivido tras la pandemia y a raíz de la guerra en Ucrania está cada vez más cerca.
El índice de Eurostat también evidencia que el ascenso de los precios se ralentizó a principios de 2023 y se estabilizó en el último trimestre del año. Con todo, el encarecimiento de los alimentos en España desde 2020 alcanza ya el 32,57%.
Se trata de un incremento similar, aunque algo superior, a los registrados en la Unión Europea (31,79%) y la eurozona (28,89%). Sin embargo, el frenazo llegó antes que en España. Y es que cuando en el país peninsular la subida de precios se ralentizó, en el conjunto de los Veintisiete y en la zona euro los precios ya comenzaron a estabilizarse.
Así, mientras que en el último año el precio de los alimentos en España ha avanzado un 3%, en la UE lo ha hecho un 1,31% y en la eurozona, un 1,38%.
En cualquier caso, a la contracción de precios en julio le seguirá posiblemente la de agosto. Aunque el Instituto Nacional de Estadística (INE) no desvela el detalle del dato adelantado del IPC, sí apunta que la moderación registrada en el mes de agosto —la variación intermensual de la tasa general es del 0%— se debe particularmente a la caída de los precios de los carburantes y los alimentos.
Por otro lado, cabe mencionar que, en el caso español, detrás de la evolución de los precios de los alimentos también se encuentra la rebaja al IVA de ciertos productos básicos de la cesta de la compra. Aprobada en enero de 2023, marca el inicio de la desaceleración en la subida de precios, aunque no contuvo la subida, como sí sucedió en el resto de Europa por las mismas fechas.
A finales de junio, el Gobierno prorrogó dicha rebaja del IVA —incluyendo el aceite de oliva entre los productos al 0%— y definió un esquema de paulatina vuelta a la normalidad tributaria. A partir de octubre, los alimentos básicos pasarán a tener un IVA del 2,5%, mientras que las pastas pasarán del 5% al 7,5%. Una vez finalice el año, los dos grupos volverán a sus tipos habituales del 4% y el 10%, respectivamente.
Con esto se busca evitar una subida brusca de los precios de los alimentos después de haber contenido el fuerte incremento de su coste.
Pero no es la inflación de los alimentos la que preocupa a los expertos, que tienen el ojo puesto en la evolución del coste de los servicios. El Banco de España ya señaló en su último Informe Trimestral que, precisamente por esto, la inflación terminará el año en el 3%. Y es que el buen momento del turismo está impulsando al alza los precios de todos los servicios vinculados.