Se trata de una de las medidas de represalia que el gigante asiático ha tomado por los recargos arancelarios que prepara la UE para los coches eléctricos chinos. Bruselas sostiene que esta investigación se basa en "acusaciones dudosas" y "pruebas insuficientes" y vulnera por tanto las reglas de la OMC.

China inició su investigación contra los productos lácteos europeos el 21 de agosto de 2024. En concreto, la investigación se centra en la leche líquida y la nata con un contenido de grasa superior al 10%, así como en varios tipos de queso procedentes de la UE. Francia e Italia (los dos países que más apoyan los recargos arancelarios contra los coches eléctricos chinos) son los principales exportadores de lácteos al gigante asiático. España factura 91 millones al año.

[La UE sigue adelante con los aranceles a los coches eléctricos chinos tras fracasar el diálogo con Pekín]

Pekín cuestiona las subvenciones que recibe el sector en el marco de la Política Agrícola Común de la UE, así como de determinados programas nacionales y regionales. Bruselas replica que estos sistemas de ayudas se ajustan plenamente a las normas internacionales y no están causando ningún daño a la industria láctea china.

"La investigación china sobre los productos lácteos de la UE se basa en acusaciones cuestionables y en pruebas insuficientes, por lo que seguiremos impugnándola enérgicamente en todas las instancias disponibles, al tiempo que pedimos a China que le ponga fin de inmediato", ha dicho el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis.

Es la primera vez que Bruselas acude a la OMC en la fase inicial de una investigación antisubsidios en su contra por considerar que constituye un "abuso" de los instrumentos de defensa comercial.

Como primer paso en su denuncia, el Ejecutivo comunitario ha reclamado consultas con China, primer paso en los procedimientos de solución de diferencias de la OMC. Si no conducen a una solución satisfactoria, la UE podría solicitar que la OMC establezca un grupo de arbitraje para que decida sobre esta investigación.

El Gobierno de Pekín también ha lanzado investigaciones contra las importaciones europeas de carne de cerdo (donde España es el principal proveedor) y de brandy (Francia) como medida de presión para que Bruselas no siga adelante con los recargos arancelarios contra el coche eléctrico.