
Donald Trump, presidente de EEUU, firma la orden ejecutiva sobre los aranceles recíprocos junto a Howard Lutnick, secretario de Estado de Comercio. Reuters
Coches, bebidas o alimentos: los aranceles recíprocos de Trump afectarán a la mitad de las exportaciones de la UE a EEUU
La Unión Europea mantiene en la actualidad aranceles más elevados a los productos importados de EEUU que viceversa.
Más información: Trump pone en marcha los "aranceles recíprocos" a la UE como respuesta al IVA: "Este sistema traerá de nuevo justicia"
Donald Trump abrió este jueves un nuevo frente en la guerra comercial desatada tras su regreso a la Casa Blanca con la firma de una nueva orden ejecutiva que tiene como objetivo imponer "aranceles recíprocos" a todos los países que gravan productos estadounidenses. Una medida que, según los analistas, podría afectar a alrededor del 50% de las exportaciones de la Unión Europea (UE) a Estados Unidos.
Los "aranceles recíprocos" consisten en imponer a determinados productos y servicios gravámenes equivalentes a los que otros países aplican a sus exportaciones. Es decir, que si una economía establece un arancel del 10% a un producto estadounidense, EEUU aplicará el mismo porcentaje a los equivalentes que exporta de ese país.
Por el momento se desconoce exactamente qué productos y países se verán afectados. Trump ha solicitado a los distintos Departamentos implicados que tengan un informe al respecto listo para el 1 de abril y que entreguen dentro de 180 días otro sobre los posibles impactos fiscales derivados de un cambio en la política comercial.
Sin embargo, los expertos han empezado ya a hacer sus estimaciones a partir de los datos de entidades como la Organización Internacional del Comercio (OMC) o Naciones Unidas, analizando cuáles son los productos donde existen mayores diferencias en cuanto a los aranceles impuestos por Estados Unidos y el resto de economías.
Desde ING señalan que, dado el tiempo que requiere el análisis de la situación y la implementación de medidas, lo más probable es que la imposición de aranceles recíprocos comience con los socios comerciales con mayores déficits comerciales y aranceles más elevados que EEUU: China, la UE (con Alemania e Irlanda a la cabeza), Vietnam, Japón, Corea del Sur, Taiwán e India.
Productos
José Manuel Corrales, profesor de Economía y Empresa en la Universidad Europea, incide en que para la Unión Europea y España, esta medida podría tener "un impacto significativo". Y en concreto, apunta que sectores clave como el de la automoción o el agroalimentario podrían verse "especialmente afectados".
"En general, la UE impone más aranceles a los productos estadounidenses que viceversa. Esto se debe a que la UE tiene una política arancelaria más proteccionista en ciertos sectores, como el automotriz y el agrícola", remarca.
En esta línea, los analistas de Goldman Sachs añaden que en 13 de las 15 categorías principales de flujos bilaterales entre las dos economías, el tipo arancelario de la UE sobre las mercancías estadounidenses es superior al arancel recíproco de EEUU.
"En términos netos, estimamos que alrededor del 50% de las exportaciones de la UE a EEUU corresponden a categorías en las que el tipo arancelario de la Unión Europea es superior al de Estados Unidos", destacan desde Goldman Sachs.
El ejemplo que más utilizan los analistas y que también empleó Trump cuando anunció la medida es el del sector del automóvil. Estados Unidos aplica actualmente un arancel del 2,5% a los vehículos importados, mientras que la UE impone un 10%.
Otros sectores que también podrían estar en el punto de mira de Trump por las diferencias entre aranceles son el marisco, que ya se enfrenta a restricciones en la UE; el aeronáutico; las bebidas y el tabaco; los alimentos y los animales vivos; los productos químicos o los equipos de maquinaria y transporte.
Consecuencias
Para Corrales, la decisión de Trump de imponer aranceles recíprocos "es toda una declaración de guerra económica y comercial" contra la Unión Europea, "que merece una respuesta firme, proporcionada y serena por parte de la UE". "No caben sumisiones ni aumento de la dependencia", incide.
Los analistas de ING señalan que, en teoría, para evitar los nuevos aranceles de Estados Unidos, los países deberían rebajar o eliminar los que aplican o fabricar sus productos en el país norteamericano.
Sin embargo, esto activaría el principio de nación más favorecida (NMF por sus siglas en inglés), que requiere que un país extienda a todos sus socios comerciales las mismas condiciones comerciales favorables que otorga a cualquiera de ellos.
Desde ING señalan también que, como ha hecho con otros anuncios similares, con esta media Trump busca que los países se siente en la mesa a negociar distintas cuestiones y obtener concesiones. De hecho, apuntan que India, Japón o Australia ya han mostrado su disposición para alcanzar posibles acuerdos comerciales.

El presidente de EEUU, Donald Trump, en el Despacho Oval de la Casa Blanca. Reuters
Pero también consideran "muy probable" que los planes arancelarios de EEUU provoquen reacciones legales y represalias, sobre todo por parte de la UE y China, que son "la espina clava de Trump". Aunque la UE siempre es partidaria de las negociaciones, ya ha dicho que reaccionará de forma "firme e inmediata a estos aranceles".
Y desde ING recuerdan que hay ciertas categorías de productos en las que Estados Unidos también aplica aranceles más altos, como la ropa (12% en la UE y hasta 32% en EEUU) y los vehículos ligeros (10% en la UE y 25% en EEUU).
Barbara C. Matthews, miembro del think tank estadounidense Atlantic Council, destaca que Trump quiere aprovechar los desequilibrios comerciales que existen entre ambas regiones como "una oportunidad de negociación para redefinir la relación transatlántica", en particular, dada la competencia de China o la situación en Ucrania.
Para Matthews, la "buena noticia" es que la relación comercial entre ambas regiones no está regida por un acuerdo de libre comercio, de modo que la medida arancelaria con respecto a la UE no está anulando ningún tratado y "deja margen para un compromiso estratégico por ambas partes".
IVA
Uno de los aspectos que más controversia ha generado ha sido que Trump incluya en este plan para acabar con los acuerdos comerciales no recíprocos el impuesto sobre el valor añadido (IVA), que la administración estadounidense considera "un arancel encubierto".
"El IVA no es un arancel, sino un impuesto al consumo que se aplica a la venta de bienes y servicios dentro de un país", remarca Corrales, quien avisa de que esto podría agravar aún más las tensiones comerciales entre ambas regiones, provocando una "guerra comercial".
Además, apunta que compensar el IVA con aranceles adicionales subiría los costes de los productos europeos y se reduciría su competitividad en el mercado estadounidense. Al mismo tiempo, los consumidores de ambos lados del Atlántico podrían enfrentarse a precios más altos debido a los aranceles adicionales.
A respecto, los analistas de ING ven "extremadamente improbable" que los países estén dispuestos a abolir el IVA para contentar a Trump. Además, dado que se cobra en función del lugar donde se consumen los bienes o servicios en lugar de donde se producen, está en línea con los principios de la OMC.
En el mundo hay 175 países que aplican el IVA, impuesto que en la UE representa aproximadamente el 7,5% del PIB y el 18,6% de los ingresos fiscales totales. EEUU es una de las pocas excepciones, ya que en su lugar utiliza un sistema de impuesto a las ventas que varía entre el 0% y el 11,5% en función del Estado.