Mark Rutte, secretario general de la OTAN, y Pedro Sánchez, presidente de España.

Mark Rutte, secretario general de la OTAN, y Pedro Sánchez, presidente de España. A. Pérez Meca / Europa Press

Macroeconomía

España será el país de la UE que mayor esfuerzo presupuestario tendrá que hacer para dedicar el 3% del PIB a defensa

Si el Gobierno tuviera que llevar a cabo el esfuerzo que prevé que la OTAN apruebe en verano, tendría que invertir más de 28.500 millones de euros adicionales. 

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El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca y sus movimientos en el marco de la guerra en Ucrania están provocando un vuelco en el escenario geopolítico. La OTAN y la Comisión Europea están exigiendo a los países miembros que eleven sus presupuestos en defensa ante el horizonte que se está formulando. Y esto puede pasarle factura a sus economías, en particular a la española

Se espera que la Alianza Atlántica apruebe un nuevo objetivo del gasto en defensa y que pase del 2% del PIB actual a, como mínimo, un 3%. Esto supondrá un importante esfuerzo para España, que a día de hoy dedica sólo el 1,3% del PIB a esta partida, unos 19.723 millones de euros.

Para llegar a esta exigencia, España tendría que añadir al gasto militar unos 28.500 millones de euros. Esto, según la casa de análisis alemana Scope Ratings, supone el mayor esfuerzo presupuestario de todos los países de la UE presentes en la OTAN.

 

"España se enfrenta al mayor impacto presupuestario" por esta medida, "en torno al 8,8% de los ingresos del Gobierno central, seguida de Alemania y Bélgica, ambos cercanos al 7%", indica esta agencia en un análisis.

De hecho, la posición de España y Bélgica "refleja su relativamente pequeño presupuesto militar". Con todo, Scope Ratings hace hincapié en cómo pueden sufrir las cuentas europeas.  

En términos generales, "cumplir el objetivo de gasto en defensa del 3% del PIB propuesto por la OTAN aumentaría los déficits presupuestarios nacionales y la deuda de la UE, al tiempo que debilitaría los perfiles crediticios soberanos". 

Es más: "En la mayoría de los países de la UE, un mayor gasto en defensa conllevaría un aumento del endeudamiento y un deterioro de las trayectorias de la deuda en relación con el PIB y, por tanto, un debilitamiento de los perfiles crediticios soberanos, a menos que los gobiernos reduzcan el gasto en otros ámbitos o aumenten los ingresos".

Por ello, la propuesta de estos analistas pasa por que "la financiación de la seguridad, la defensa y la reconstrucción de Ucrania podría trasladarse cada vez más al ámbito europeo. Esto implicaría muy probablemente a la UE y/o a otras instituciones supranacionales con calificación AAA, como el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD)".

"La centralización de la financiación de la seguridad y la defensa de la UE podría proporcionar una financiación más sostenible y coordinada entre los Estados miembros, al tiempo que crearía economías de escala en las adquisiciones de defensa y seguridad".

Lo cierto es que el BEI, en parte, ya está por la labor. Su presidenta, Nadia Calviño, ha anunciado que la institución doblará lo que ya destina a financiar defensa, para llegar hasta los 2.000 millones de euros.