
El primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, con los presidentes de Ucrania y Francia, Volodimir Zelenski y Emmanuel Macron, respectivamente, en la cumbre de líderes europeos en Londres.
'Next Gen', eurobonos o un fondo especial: las 7 vías que Deutsche Bank sugiere a la UE para financiar su rearme
El banco alemán también propone un Mecanismo de Recuperación y Resiliencia 2.0, una nueva línea de crédito del MEDE o un SURE 2.0.
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Europa se afana en buscar alternativas para financiar su rearme ante un posible alto el fuego en Ucrania orquestado por Estados Unidos y Rusia y que deja fuera a la Unión Europea y al propio país invadido.
Tras la amenaza de Donald Trump de que EEUU abandone la OTAN, los socios europeos aceleran la maquinaria para recaudar un dinero que blinde las fronteras del Viejo Continente con más gasto en defensa y que garantice una paz duradera para Ucrania.
En este sentido, el banco alemán Deutsche Bank ha emitido un informe titulado Time to act: Europe’s possible Defence Initiative en el que sugiere a la UE hasta siete posibles vías para financiar su rearme: tres que ya están vigentes y que sólo necesitarían algunas modificaciones legales (y mucha voluntad política), y cuatro facilidades que tendrían que pactarse de nuevo cuño.
La primera solución dentro de las existentes es el Fondo de Cohesión de la UE, con hasta 60.000 millones de euros. Habría que reasignar los fondos existentes y esto implicaría un refinamiento de la política a través de la Comisión Europea.
Una segunda herramienta sería la reasignación de los fondos no utilizados del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que llegan hasta los 95.000 millones. Pero esto requeriría una decisión unánime del Consejo de la UE.
La tercera opción pasaría por reasignar el programa de largo plazo Next Generation EU, con hasta 100.000 millones y para el periodo 2028-2034.
Pero, como alertan desde el banco germano, como en la anterior posible vía de financiación, se precisaría de la decisión unánime del Consejo de la UE. Hasta aquí, hablamos de paraguas financieros comunitarios que ya están vigentes.
Otros cuatro caminos
Entre las sendas financieras más imaginativas para el rearme europeo, la primera propuesta que hacen los expertos de Deutsche Bank es una suerte de SURE 2.0 y que podría llegar hasta los 100.000 millones de euros.
Serían unos fondos para gastos de defensa, similares al programa SURE (Instrumento de Apoyo Temporal para Mitigar los Riesgos de Desempleo en una Emergencia) para apoyar el gasto social nacional. Pero la emisión necesitaría la decisión unánime del Consejo de la UE, y que todos los miembros de la UE la garantizasen.

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Por otro lado, estaría una especie de Mecanismo de Recuperación y Resiliencia 2.0. O, dicho de una forma más coloquial, los populares eurobonos o nueva deuda de la UE para defensa que países como España respaldan.
Aquí la cifra estaría por determinar. Para esto sería necesario la decisión unánime del Consejo de la UE y la ratificación por todos los parlamentos nacionales.
También podrían decantarse los socios por la creación de una nueva línea de crédito del MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad), con hasta 240.000 millones. ¿El paso para ello? La decisión unánime de todos los países de la UE, con una posible ampliación a países no pertenecientes a la UE.
Los analistas de Deutsche Bank también bosquejan una séptima facilidad, la más voluminosa de todas, dado que podría alcanzar los 500.000 millones de euros: la creación de un fondo intergubernamental o vehículo de propósito especial al que los países de la UE participantes paguen directamente. La participación sería voluntaria, pudiendo ampliarse a países no UE.
Alemania y Francia
"Las constelaciones políticas en Francia y Alemania hacen difícil imaginar soluciones financieras conjuntas a nivel de la UE que requieran mayorías parlamentarias cualificadas, pero un fortalecimiento sostenido de la capacidad disuasoria común requiere algo más que la aceptación de una financiación sostenible", apuntan desde Deutsche Bank.
Y añaden los autores del informe: "Igualmente importantes son la planificación y coordinación anticipadas del gasto en defensa y, a medio plazo, la creación y desarrollo de una infraestructura de producción adecuada en todo el continente europeo".
De lo contrario, "se corre el riesgo de que se utilicen de forma ineficiente los fondos para sistemas más caros, menos eficaces y mal integrados, con el consiguiente riesgo de inflación de los costes".