Son compañías que valen sobre el papel miles de millones de euros. Tienen un alto potencial de crecimiento y también un fuerte componente de riesgo en sus negocios. Entre sus accionistas cuentan con algunos de los principales fondos de capital riesgo y de inversión. Durante años la abundancia de capital y el optimismo respecto a su potencial elevó sus valoraciones mucho más allá de lo previsible. Ahora, algunos de aquellos que los apoyaron tienen serias dudas. Y reaccionan corrigiendo a la baja esos precios de las acciones.
El último ha sido el fondo T. Rowe Price, con nada menos que 763.000 millones de dólares en activos. ¿Y las víctimas? Un puñado de compañías como Flipkart, el competidor indio de Amazon al que ha recortado un 15% su precio, o la propia Uber (-6%) y Airbnb (-6%). ¿Es un síntoma? Al menos, representa un ajuste y muestra a la vez la dificultad para valorar este tipo de compañías.
T. Rowe y otros muchos fondos invirtieron en Uber y todos estos unicornios (empresas privadas respaldadas por capital riesgo que valen más de mil millones de dólares) con un objetivo: acabar vendiendo su participación (con la mayor plusvalía posible) en algún momento. El parqué bursátil es, quizás, la salida más natural. Sin embargo, una tras otra han ido posponiendo sus planes de salir a bolsa. Y eso impide poner un precio público y dificulta mucho valorar las acciones.
Una nueva rebaja
El recorte de T. Rowe se ha dado a conocer en los últimos días. Pero no ha sido los únicos, en absoluto. Otros fondos de inversión como Fidelity o BlackRock, con decenas de miles de millones en activos gestionados, también han decidido reajustar los precios de sus acciones en los últimos tiempos.
De manera periódica, todos estos fondos revisan sus carteras de inversiones. Dropbox ha sido una de las más castigadas en estas devaluaciones. Pero no ha sido la única. No se ha salvado ni la popular Snapchat, a la que Fidelity rebajó un 16% su valoración, ni Uber o Airbnb.
Cómo valorar estas compañías
Son subidas y bajadas continuas. “Es como estar en un ‘sube y baja’ siempre”, explicaba una de los responsables del propio fondo T. Rowe, Donna Anderson, en declaraciones al diario económico The Wall Street Journal.
Anderson aseguraba que el fondo es muy cuidadoso tratando de determinar el precio más justo. Pero, ¿cómo valorarlo? Sobre el papel, se trata de una combinación entre los datos aportados de manera periódica por las compañías invertidas y las condiciones en los mercados bursátiles en sectores similares.
Esa es una de las grandes dudas. La fórmula para lograr estas valoraciones. En los últimos meses numerosas voces han alertado de la escasa información que estas firmas han aportado para conocer las formas en las que calculan precios. Desde los fondos se asegura que hay una regla, pero las diferencias de cifras entre uno y otro fondo son, en algunos casos, muy significativas.
Signo de dudas… aunque sin grandes caídas
Bien es cierto que, con un método u otro, la mayor parte de los retoques, más allá del realizado por T. Rowe, han sido a la baja. Y es, por lo tanto, un signo más de un enfriamiento en las valoraciones. Aún así, no hay que perder la perspectiva. Estos grandes fondos de inversión hacen fluctuar las valoraciones de todos sus activos. También las startups de sus carteras.
El diario económico The Wall Street Journal cuenta con una herramienta con la que sigue al minuto la evolución de los precios de las acciones de estas compañías bajo el paraguas de grandes fondos de inversión. Analiza las variaciones medias respecto al trimestre anterior a partir de los ajustes que comunican dichos fondos. Y sí, hay grandes compañías valoradas sobre el papel por encima de 10.000 millones de dólares muy golpeadas como es el caso de Dropbox (-15%) o Flipkart (-15%). El de Uber es muy distinto. Pese a la última rebaja de T. Rowe, apenas ha sufrido un ajuste de un 1% respecto al trimestre anterior.
Por tanto, pese al recorte, estas compañías siguen valiendo, al menos sobre el papel, ingentes cantidades de dinero. Uber ha superado los 50.000 millones de dólares; Airbnb, los 25.000; y otras como la red social Snapchat, los 16.000.
Esta oleada de retoques en las valoraciones era algo que ya venían advirtiendo numerosos inversores de capital riesgo, principalmente, en Estados Unidos. Y se está produciendo en pleno recorte en las inversiones. En territorio estadounidense, la caída en el último trimestre del año pasado fue del 25%, según las cifras de la firma Dow Jones VentureSource.
Otras rebajas de valoración
Pero, además, no sólo los grandes fondos de inversión han desempolvado la tijera para recortar las altas valoraciones. También esta rebaja se ha percibido en otras compañías respaldadas por el capital riesgo. La firma consultora CBInsight ha contabilizado un total de 60 rondas de financiación (o salidas a bolsa) con depreciación.
En esa lista se encuentran casos como el de Square (pagos móviles) y Box (almacenamiento en la nube), con una reducción muy importante de su valoración tras la salida a bolsa. También refleja las potenciales caídas de valoración en otras compañías como el fabricante de móviles chino Xiaomi o la india Flipkart, con 46.000 y 16.000 millones de dólares de valoración, respectivamente.
¿Y en España?
En España no existen datos tan transparentes respecto a las valoraciones. Es más, muchas de las compañías no comunican cuál ha sido el precio fijado para las acciones por los fondos y los fundadores en una ronda de financiación.
Quizás el caso más conocido en los dos últimos años en el escenario español es el de Softonic. En septiembre se dio a conocer una ronda de 6 millones de euros en la compañía tecnológica catalana que nació como un directorio de software gratuito. Llegaba meses después de firmar un ERE que afectaba a 156 trabajadores. El objetivo de esta inyección aportada por su socio principal Partners Group, según explicaron a este medio fuentes cercanas a la operación, era fortalecer el capital pero a un precio más bajo. “El precio fue claramente más bajo”, reconocen. El recorte estuvo por encima del 50% en una valoración que llegó a tocar los 275 millones de euros.