Se fundó en 2011. Dio sus primeros pasos en un sector que en España ha dado numerosas alegrías a inversores y emprendedores con proyectos como Acens, Hostalia o Arsys, entre otros. Es Gigas, una empresa madrileña de hosting, que desde este martes cotiza en la Bolsa española, en el segmento para empresas pequeñas (MAB). Su historia contiene todos los capítulos que han vivido las grandes tecnológicas de Silicon Valley, pero en su versión más modesta. Con una valoración de unos 14 millones de euros, y tras recaudar otros 4 millones con su emisión de acciones, Gigas se ha saltado una de las fases de financiación del capital riesgo, acudiendo al inversor minorista.
Al contrario que otras tecnológicas, su negocio (el hosting) es fácil de entender: compra servidores, construye infraestructuras virtuales y lo ofrece a empresas como un servicio a cambio de una cuota. Es un negocio maduro con una competencia altísima y jugadores de la talla de Microsoft, Google o Amazon repartiéndose la mayor parte del pastel en todo el mundo. Pero también es una actividad intensiva en capital, ya que necesita comprar máquinas para poder crear esos espacios virtuales.
Una fórmula para crecer
Desde el trampolín bursátil, la tecnológica dispondrá de nuevas armas para desarrollar un plan de negocio con el que pretenden cuadruplicar su facturación actual (4 millones) hasta los 17 millones en tres años. Gigas seguirá en pérdidas, al menos, los dos próximos años, según su plan de negocio. “Vamos a estar muy enfocados en crecer, también con adquisiciones tanto en España como Latinoamérica”, explica a EL ESPAÑOL, Moisés Israel, presidente de la compañía.
En este sentido, el consejero delegado, Diego Cabezudo, asegura que es “más probable que actuemos como comprador que como vendedor”. Ambos consideran que hay oportunidades ahí, si bien es un escenario con pocas empresas pequeñas. Más allá de los Amazon o Microsoft, el sector en España ha asistido a dos procesos de concentración principales: uno encabezado por Telefónica, que adquirió Acens, y el otro por la alemana 1&1, que compró Arsys en 2013.
La madurez del 'Silicon Valley' ibérico
Detrás del proyecto se encuentra un grupo experimentado de profesionales del sector tecnológico y financiero. Sus cofundadores han pertenecido a empresas comon Fon, Ya.com o Merrill Lynch. Además de Cabezudo e Israel completa el equipo directivo principal José Antonio Arribas, director de operaciones.
Entre los tres poseen el 36% de la compañía. También han formado parte en sus inicios los hermanos Walter y Christian Kobylanski, que actualmente lideran la sociedad de inversión Danka Capital. El propio Israel, experimentado banquero de negocios, tiene otro fondo (Oquendo Capital) especialista en comprar deuda de empresas. Él ha sido una de las garantías ante BME, dueño del mercado MAB, para el debut bursátil.
Gigas ha sido una de las empresas de nueva creación más respaldadas desde sus inicios por los inversores profesionales en tecnología. Forman parte de su accionariado fondos del prestigio de Caixa Capital Risc, el mayor financiador privado de 'startups; Cabiedes & Partners (protagonista en proyectos como Blablacar, Privalia, Trovit, Kantox...) o Bonsai Venture Capital (Softonic, Idealista...).
Han aportado la mayoría de los 4,4 millones de euros que ha necesitado la empresa en su andadura previa hasta llegar a bolsa y controlan algo más del 30% de las acciones. Con la salida a bolsa, la tecnológica evita las habituales rondas de financiación con fondos de capital riesgo, que "en su caso podría haber sido perfectamente asumida por alguno de los fondos del sector", asegura uno de estos inversores.
"La elección de cotizar no es habitual en España y por eso es un hito. Gigas es una empresa industrial, comprensible, en la que no hay que explicar demasiado, sino enseñar números. No es lo mismo que un Uber o Blablacar, donde sabes que estás dentro de un mercado enorme, pero no sabes cuánto, ni tampoco como hacer realmente negocio", añaden fuentes del sector.
La colocación en bolsa es un hito para el capital riesgo tecnológico en España, poco acostumbrado a este tipo de eventos que sí se suceden casi cada semana en Wall Street. Este era uno de los objetivos de la creación del MAB (Mercado Alternativo Bursátil): dar liquidez a fondos que invierten en empresas en fases iniciales y, por otro lado, dotar de recursos a proyectos fuera del circuito bancario. Será un camino que, como Gigas, seguirán otras empresas de base de tecnológica en España.